A pesar de su apellido, los Roques de García son unas formaciones rocosas excepcionales en uno de los paisajes de mayor belleza y magia de toda la isla de Tenerife. Están situados dentro del Parque Nacional del Teide, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2007, y parecen custodiar con su verticalidad al verdadero protagonista de este territorio, el Teide, el volcán más grande de España y el tercero del mundo. Es uno de esos espacios que sobrecogen, que hay que conocer y que ningún visitante de la isla puede descartar.
El escenario donde se sitúan los Roques de García no puede ser más impresionante. A la izquierda, vemos el Pico Viejo con 3.155 metros de altitud; y a la derecha, el majestuoso Teide con sus 3.712 metros. Estas singulares formaciones rocosas están originadas por la erosión producida por millones de años que partieron en dos las calderas (o chimeneas volcánicas) del gran circo volcánico de las Cañadas del Teide.
Los roques de Tenerife más famosos han acumulado a lo largo del tiempo diferentes materiales volcánicos que, al parecer, pertenecían a un antiguo e inmenso volcán que fue anterior al Teide. Todavía los vulcanólogos siguen investigando para explicar cuál fue el origen de estos roques, debido a su extrañeza y particularidad. Además, sus tonos rojizos otorgan al paisaje un tono y un decorado como de película de ciencia ficción. Y eso por no citar las curiosas especies de la flora endémica que se aferran a la piedra de los roques colonizando este mundo de lava. También es fácil ver entre las rocas algún lagarto tizón con su peculiar coloración azul.
El roque Cinchado o Árbol de Piedra
El roque Cinchado es uno de los roques más famosos del Parque Nacional del Teide. También es conocido popularmente como el “Dedo de Dios” o “Árbol de Piedra”, por tener una forma parecida a un “árbol”, aunque sin frutos ni hojas. El roque Cinchado es tan simbólico y particular que fue elegido para figurar en el reverso de los antiguos billetes de 1.000 pesetas. También son conocidos otros roques, como La Catedral o La Cascada por sus formas espectaculares, y otros de menor tamaño, como el Torrotito, El Burro o el Roque Blanco.
La erosión que dio lugar a los roques de García se debe fundamentalmente al viento, la lluvia y los cambios de temperatura. En el caso del roque Cinchado, la formación rocosa tuvo un proceso algo diferente al resto de roques, porque en él se han acumulado sucesivas capas de materiales de una manera particular. De ahí su extraño y hermoso equilibrio que parece desafiar las leyes de la física y la gravedad. Está situado a 2.100 metros sobre el nivel del mar y a 300 metros del Teide. Su altura es de 27 metros y presenta un curiosa mezcla de colores tierra, que van desde el rojizo, al ocre, el cobre y el marrón. Cuando la cima del Teide está nevada, su estampa es aún más espectacular por el contraste de colores.
Los roques de García desde el mirador de la Ruleta
El Parque Nacional del Teide tiene un total 26 miradores que van saliendo al paso del viajero. Tanto si vas a pie, como en coche o en bicicleta, representan una excusa perfecta para hacer un alto en el camino y disfrutar de las maravillosas panorámicas que ofrecen. De todos ellos, el mirador de la Ruleta es uno de los más visitados. Sus vistas son impresionantes puesto que desde él se pueden contemplar el Llano de Ucanca y el circo sur de la cañada del Teide, donde se encuentran los roques de García.
La Cañada y el Llano de Ucanca son los bordes de las antiguas calderas del volcán erosionadas por el paso del tiempo. En ocasiones, esta llanura sedimentaria es cubierta por el agua que resbala por las paredes del volcán formando pequeños lagos. La zona, con los roques de García siempre dispuestos a salir en la foto, te recordará los paisajes lunares de las películas de fantasía y te hará sentir que estás en un espacio muy particular, como de otro planeta. Basta recordar que aquí se rodaron muchas escenas de la película Furia de titanes (2010), en la que se recreaba la Grecia mitológica, con Perseo liderando una peligrosa misión en la que hubo de enfrentarse a escorpiones gigantes.
Desde el mirador de la Ruleta parte una de las rutas más bonitas de todo el Parque Nacional del Teide. Se trata de un sendero circular de unos 3,5 kilómetros, que tarda en realizarse unas dos horas y que entraña poca dificultad, dejando a los roques de García a la izquierda. Después el sendero continúa bajando hasta llegar al Llano de Ucanca, la mayor cañada del parque nacional. Durante este descenso se pasa al lado de La Cascada y La Catedral que, junto al roque Cinchado, son las formaciones más espectaculares del conjunto de roques. A continuación, comenzará el ascenso que nos llevará al punto de partida.
Toda la zona del mirador de la Ruleta y los espacios limítrofes están acondicionados por un camino vallado que transita por el lugar donde se encuentran los roques de García, así que no hay peligro de perderse. Atención: no hay que salirse de los senderos trazados.