Es difícil pensar en un pueblo que esté al mismo tiempo a 1.200 metros de altura y con playas al nivel del mar. Pero nada es lógico en Tacoronte, uno de los municipios al norte de Tenerife más populares y que cuenta con una orografía increíble muy propicia entre sus laderas para el cultivo de la vid y la crianza de unos vinos increíbles.

  1. Historia y cultura de Tacoronte
  2. Qué ver en Tacoronte. Lugares de interés
  3. Actividades en Tacoronte
  4. Dónde comer en Tacoronte
  5. Dónde alojarse en Tenerife

Historia y cultura de Tacoronte

Cuentan que en Tenerife gobernaba un solo rey guanche, es decir, de los antiguos pobladores de la isla, pero que cedió una parte del terreno a cada uno de sus nueve hijos. Tacoronte fue la capital de uno de esos pequeños reinos de taifas que creció entre las empinadas laderas de bosques verdes y los impresionantes acantilados junto al mar.

Estos desniveles llevaron a la mayoría de la población a vivir en cuevas a casi 500 metros donde tenían agua para sus rebaños y protección defensiva si alguien intentaba atacarlos.

El centro histórico actual, donde se encuentra ahora Iglesia de Santa Catalina, fue fundado por Sebastián Machado, un portugués asentado en La Laguna que en 1497 se repartió las primeras tierras en la zona.

Ya en su escudo original aparece, junto a cinco hachas, una serie de hojas de vid que demuestran que los agricultores aprovechaban las terrazas inclinadas para plantar vides, además de hortalizas y cereales diversos.

A raíz de estos cultivos, el pueblo fue creciendo con el surgimiento de más barrios que ayudaron incluso a que tuviera su propio ejército protector que entró en lid cuando el almirante Nelson atacó Santa Cruz de Tenerife en 1797.

Pero Tacoronte no fue ciudad hasta 1911 cuando el rey Alfonso XIII le otorgó ese honor después de haber estado viajando por la isla y quedarse prendado por su paisaje.

Qué ver en Tacoronte. Lugares de interés

En el centro histórico de la localidad se centran la mayoría de los monumentos que hay que ver en Tacoronte. El corazón es la plaza del Santuario del Santísimo Cristo de los Dolores, donde está el santuario con una fachada de piedra muy llamativa. También se ubican aquí el antiguo Convento de San Agustín, ahora Casa de la Cultura, y el Ayuntamiento, que lucen en sus fachadas los típicos balcones canarios.

Más arriba podemos ver el Calvario, donde se hacían las procesiones de Semana Santa, y La Alhóndiga, un edificio que se creó como granero público.

Otras de las plazas interesantes para visitar es la de Iglesia de Santa Catalina, llena de palmeras y algún drago, aunque no el más famoso de la ciudad, el gran Drago centenario de Tacoronte que no está lejos del casco histórico y que es un emblema de la ciudad gracias a sus 8 metros de altura.

 

Lo que sí podemos ver en esta plaza es La Casona, una de las viviendas más antiguas de la ciudad con un increíble balcón de madera al más puro estilo canario.

Si queremos pisar algo de verde, podemos dejarnos llevar por los Jardines de Hamilton, un parque con algunas de las especies que están perdiéndose en las islas como la laurisilva, las fayas y hasta la auténtica palmera canaria, entre otras.

Pero en uno de los pueblos históricos más importantes de Tenerife no podía faltar un castillo, que fue el lugar desde donde se defendió esta parte de la isla de piratas e invasores durante siglos. El llamado Castillo de San Andrés, del siglo XV, está en lo alto de una colina y las vistas son increíbles desde allí. Se puede visitar el interior y subir a sus murallas.

Una excursión que también merece mucho la pena son las llamadas Cuevas del Drach, con su lago subterráneo, en una excursión organizada. Es un fenómeno natural muy característico de esta ciudad y que merece la pena recorrer.

Actividades en Tacoronte

Tres son las principales actividades que se pueden hacer en Tacoronte: disfrutar del mar, del bosque o de sus vinos con denominación de origen.

Si queremos darnos un chapuzón podemos elegir hacerlo entre las rocas de las piscinas naturales que se han creado en la costa. En este caso, podemos disfrutar de las aguas cristalinas en El Pris, donde cuenta con escolares y rampa con barandillas para acceder al mar. Otra posibilidad son las piscinas naturales en la Mesa del Mar, unos kilómetros más al norte y con el agua un poco más fría. De hecho, sólo la encontrarás muy concurrida en el verano.

Si apostamos por la playa, está la de La Arena, pero no nos esperemos una imagen tradicional de extensión de arena blanca y fina. Estos 350 metros de costa son un lugar mágico por la arena volcánica y por estar ubicado a los pies de unos de los acantilados más impresionantes de esta costa.

Pero si lo que nos apetece es ponernos unas botas y echar a andar, hay algunas rutas marcadas en el Bosque de Agua García que nos harán sentir como si estuviéramos fuera de la imagen habitual que tenemos de las Islas Canarias. Uno de los más visitados es el Sendero de Los Guardianes Centenarios, donde tendremos que atravesar puentes y podremos perdernos en unas antiguas cuevas de donde se extraía vidrio. Recorrer el camino es como entrar en un bosque encantado.

En nuestra visita por Tacoronte también podemos detenernos en algunos de sus miradores sobre la costa y los acantilados como el de la Carretera El Pris, el de la Carretera de Mesa del Mar o el de la Carretera La Esperanza, para ser conscientes de la belleza que se abre ante nuestros ojos.

No podemos irnos de Tacoronte sin probar los mejores caldos de unas bodegas que cuentan con la primera Denominación de Origen de toda Canarias. En cualquier guachinche, bar o restaurante, se puede pedir una copita de vino de la zona y recorrer en un trago la dureza y la belleza de un terreno dispuesto siempre a dar lo mejor de sí mismo.

Dónde comer en Tacoronte

Son muchos los restaurantes y guachinches a los que podemos acudir en Tacoronte. Uno de los más populares es la Tasca Pimienta Negra, con una decoración increíble y donde se pueden comer platos como el rape o la morcilla. No hay que perderse sus milhojas.

Si queremos algo más sencillo está el guachinche El Patio, con su carne a la brasa y todos los platos de batata (ensaladilla, montaditos…) o el Bar Pescador, situado frente al mar y donde los pescados y las tapas son lo mejor.

Si buscamos algo tradicional pero con toques más modernos, podemos optar por La Tasquita de Mami, situada en una antigua casa canaria, y donde se ofrecen los platos de la abuela pero con un giro muy interesante.

Dónde alojarse en Tenerife

En Tenerife hay muchas opciones de alojamiento en función de cuáles sean nuestras preferencias. Si queremos quedarnos en el oeste de la isla, podemos optar por el Barceló Santiago, un hotel sólo para adultos, que está situado junto a los acantilados Gigantes y con vistas a la Gomera. Además de sus tres piscinas, tiene la playa a 200 metros y una oferta gastronómica que abarca desde lo más tradicional a lo internacional. También cuenta con un U-Spa con circuito de hidroterapia.

Muy cerca está el Allegro Isora con 312 apartamentos cerca de la playa La Arena y con un programa de todo incluido perfecto para disfrutar de sus jardines y sus piscinas y, sobre todo, un buffet, el bar piscina y otro en el salón. Además ofrece planes para relajarse en su centro U-Wellness para los mayores y en los toboganes acuáticos en una de las piscinas.

Si preferimos las playas del sur, el Barceló Tenerife apuesta por servicios exclusivos en un hotel en primera línea de mar. La opción todo incluido es perfecta para disfrutar de su variada oferta gastronómica, sus siete piscinas, un lago navegable y campos de golf. Sus reformadas 272 habitaciones cuentan con terraza amueblada y bañera de hidromasaje.

Otro de las opciones en este área es optar por el Barceló Tenerife Royal Level, muy cerca de la Reserva Ambiental de San Blas. Sus 59 habitaciones reformadas son un rincón único para disfrutar de la isla canaria con su piscina, restaurante y lounge bar con acceso privado. Muy cerca hay dos campos de golf y es un lugar único para practicar deportes, alquiler bicicletas o los deportes acuáticos.

En esta Costa Adeje también podemos mejorar las prestaciones y apostar por el Royal Hideaway Corales Beach, muy cerca de la playa de La Enramada. Es un hotel solo para adultos que está considerado como uno de los 25 mejores de España. El complejo tiene forma de barco en un diseño increíble gracias al trabajo del arquitecto tinerfeño Leonardo Omar y no es la única sorpresa que guarda tanto en decoración exterior como en las habitaciones.

En este mismo lado de la isla, está el Royal Hideaway Corales Suite, en la playa de la Caleta, con sus 114 apartamentos de diseño que se muestran como una de las mejores opciones de la zona si viajas en familia. Es un hotel de premio, con un diseño muy especial y en primera línea de mar.

Si preferimos alojarnos en la capital, el Occidental Santa Cruz Contemporáneo, en la exclusiva zona de la Rambla, ofrece zonas comerciales, de restaurantes y de paseo muy cerca del recinto. En el hotel, la oferta gastronómica incluye cocina mediterránea y canaria y un bar-lounge para tomar un cóctel.