Tenerife, isla en la que El Teide, con sus 3718 metros de altura, se alza como un maravilloso gigante natural, reúne un poco de todas las islas canarias. Paisajes verdes y áridos se combinan, de norte a sur, en un recorrido que atraviesa exuberantes paisajes y ciudades cargadas de historia.
El mejor inicio para tu visita a Tenerife en 5 días es subir al gran volcán, que en un día despejado se puede visualizar desde el avión en toda su magnitud. Difícil no enamorarse de la isla tras recorrer los parajes del Parque Nacional del Teide. Con los ojos cargados de belleza, dirigirse a la villa de La Orotava, pasear por sus calles empedradas, admirar sus antiguos caserones y parar a degustar la gastronomía canaria, es un plan perfecto. El itinerario se prolonga con una parada en el Puerto de la Cruz, con su pequeño puerto pesquero y su vivaz avenida al borde del mar. El Jardín Botánico queda cerca y merece la pena una visita antes de terminar la jornada con una exquisita cena marinera.
Este es solo el resumen de una primera jornada. En las siguientes aguardan playas, tanto agrestes como mansas; entornos urbanos como la capital, Santa Cruz de Tenerife o la histórica ciudad universitaria de La Laguna; zonas de ocio y diversión, sublimes espacios naturales y hermosos pueblos que el visitante irá descubriendo a lo largo de un trayecto sorprendente.
- Itinerario día 1
- Itinerario día 2
- Itinerario día 3
- Itinerario día 4
- Itinerario día 5
- Donde dormir en Tenerife
Itinerario día 1
1. Subir al Parque Nacional del Teide y dejarse seducir
No hay mejor manera de acercarse a la belleza y plenitud de Tenerife que subir al Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2007. Con sus 3.718 metros de altura, el elevado pico del Teide, asentado en la caldera de Las Cañadas, es el techo de España y la tercera estructura de este tipo más grande del mundo. El entorno ocupa casi 19.000 hectáreas donde destacan otras formaciones volcánicas como la Montaña Blanca y el Pico Viejo.
En estos parajes salvajes todo resulta sorprendente. Las distintas tonalidades y siluetas de la lava ya son todo un espectáculo. Los devotos de los caminos tienen a su disposición una variada red de senderos. La subida en el Teleférico (desde la base del volcán, situada a 2.356 metros, hasta La Rambleta, a 3.555 metros de altitud) es una experiencia única. Y los amantes de la botánica pueden disfrutar de especies vegetales tan singulares como el tajinaste rojo, con su esbelta espiga floral. Y también el cedro, el pino y el sauce canarios.
2. Recorrer la histórica villa de La Orotava
Historia, tradición y cultura se aúnan en esta hermosa villa del norte de Tenerife llamada La Orotava. Su casco histórico, declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional, sorprende por la conservación de sus edificaciones. Ningún visitante debería perderse un paseo por sus calles empedradas. Un recorrido a ritmo lento, sosegado, para admirar sus antiguos caserones. Las célebres balconadas de madera, tan típicas de la arquitectura canaria, son una indiscutible seña de identidad de la localidad. Son muchas las iglesias que pueden visitarse en un entorno que transporta al pasado de la conquista de la isla, durante el mandato de los Reyes Católicos.
Entre los muchos rincones de interés que hay que visitar se encuentra la Iglesia de la Concepción, con su hermosa fachada barroca, sus originales torres y su majestuosa cúpula. Y la Casa de los Balcones, conjunto arquitectónico, levantado entre los siglos XVI y XVII, que destaca por sus balcones y por el patio interior de madera tallada.
3. Degustar la gastronomía canaria en el Bar Los Castillos – La Orotava
No puede haber mejor plan en un primer contacto con la isla que degustar la comida típica canaria en un lugar tradicional. En La Orotava se encuentra el acogedor Bar Los Castillos, donde se aconseja probar platos como el sabroso conejo en salmorejo, la sopa de rancho con carne, las costillas con piñas, los garbanzos o el queso asado con mojo, entre otras especialidades. No pueden faltar en la mesa las papas arrugadas, un buen vino de la zona, y, para terminar, un trocito de tarta de almendras.
4. Pasear al borde del mar en el Puerto de la Cruz
El Puerto de la Cruz es la zona turística por excelencia del Norte de Tenerife. En este enclave, de los más antiguos de este tipo en Canarias, hay que visitar el pequeño puerto pesquero y darse un placentero paseo por la avenida al borde del mar. En el entorno destaca el complejo Lago Martiánez. Diseñado por el artista canario César Manrique, se compone de siete piscinas artificiales de agua de mar. Se acompañan de un gran lago central, que incluye cinco islas. Y de jardines, terrazas, miradores y piezas escultóricas.
El municipio también cuenta con playas como San Telmo, El Muelle, Martiánez o Playa Jardín. Esta última, de 700 metros de largo y arena negra, es la más turística del conjunto y cuenta con todos los servicios a disposición de los bañistas.
5. Visitar el Jardín Botánico
El Jardín Botánico, un indiscutible tesoro del Puerto de la Cruz, se encuentra en la parte alta de la ciudad. Ubicado en la calle de la Retama, fue mandado a construir por Carlos III en 1788. Cuenta con ejemplares tan antiguos como un mamey de 150 años. Y con otros de gran tamaño, caso de una conocida higuera de Lord Howe, con una copa de 40 metros de diámetro.
6. Una cena en el Bodegón Casa El Rubio – Puerto de la Cruz
Para terminar la jornada, nada mejor que una cena marinera en el Bodegón Casa El Rubio, en el Puerto de la Cruz, una casa de comidas, de las de toda la vida en Canarias. El menú incluye cocina propia de las islas, platos de pescado y otras especialidades. Una buena opción es el bacalao encebollado con papas arrugadas, acompañado de vino blanco afrutado.
Itinerario día 2
1. Descubrir la capital de la isla, Santa Cruz de Tenerife
Amable y señorial, Santa Cruz de Tenerife promete al viajero una agradable visita. El centro de la ciudad se recorre fácilmente a pie y todo invita al paseo: sus parques, sus plazas, sus zonas ajardinadas. Un acercamiento al entorno de la Plaza de España permite tomar el pulso a esta ciudad tranquila. El área ha sido remodelada recientemente, siguiendo el proyecto de los arquitectos suizos Herzog y DeMeuron. El gran protagonista del espacio es ocupado por un sorprendente lago y su géiser, de cerca de 30 metros de altura.
La calle del Castillo, una de las principales arterias comerciales de la ciudad, es otro punto de interés. Merece la pena acercarse al barrio del Toscal, cargado de autenticidad. Y también darse una vuelta por las señoriales Ramblas, con sus casas de estilo colonial, sus terrazas y esculturas al aire libre. La Plaza del Príncipe y el Parque García Sanabria son otros de los puntos de encuentro de la ciudad. Santa Cruz cuenta también con magníficos museos como el el TEA (Tenerife Espacio de las Artes), dedicado al arte contemporáneo, o el Museo de la Naturaleza y la Arqueología, lugar idóneo para saber más de los pobladores originarios de las islas, los guanches.
2. Visitar San Cristóbal de La Laguna, ciudad universitaria
El tiempo parece haberse detenido al caminar por el casco antiguo de La Laguna, declarado Bien Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. Los siglos XV y XVI se hacen presentes al contemplar, entre otras, la Casa de la Alhóndiga y de los Capitanes Generales, la Casa del Corregidor, la Casa Osuna o la más sencilla Casa Granero. Son muchos los lugares que se pueden visitar en este entorno lleno de hermosos rincones y un rico ambiente cultural, al que contribuye la Universidad de La Laguna. Hay espacios de encuentros literarios muy conocidos como el Ateneo. Y teatros como el Leal, de gran tradición. Numerosas tascas, restaurantes y bares de copas animan al visitante a pasar un buen rato.
3. Comer en el Restaurante Cofradía – La Laguna
Para degustar un buen almuerzo es muy recomendable el Restaurante Cofradía, situado en el casco histórico de San Cristóbal de La Laguna, a pocos metros de la Catedral. En su carta destacan los platos de pescado y marisco frescos, traídos diariamente de la lonja. El pulpo, las lapas y el escaldón de pescado, son buenas opciones. También el arroz negro con calamar y marisco o la ropa vieja. La oferta de postres caseros y la carta de vinos tampoco defraudan.
4. Acercarse al Macizo de Anaga
Este paraíso para los amantes de las rutas naturales depara una gran cantidad de descubrimientos. El sendero más conocido es el llamado Bosque encantado, donde se encuentra una de las mayores concentraciones de helechos de las islas Canarias. Para conocer mejor la singularidad del Parque Rural de Anaga es casi obligada la visita al Centro de Visitantes de la Cruz del Carmen. En el entorno destaca la playa de Benijo, una de las más espectaculares e inolvidables de la isla. Se ubica en el encantador pueblo de Taganana, en el caserío que le da nombre. Los amantes del surf pueden disfrutar de las olas en la cercana playa de Almáciga.
5. Un baño en la Playa de Las Teresitas
Un baño relajante en la tranquila playa de Las Teresitas, mientras se contempla la puesta de sol, es un agradable plan para la tarde de esta segunda jornada en la isla. Ubicada en la localidad pesquera de San Andrés, a siete kilómetros de la capital, está rodeada por la imponente cordillera de Anaga. Lugar de encuentro de los santacruceros, se caracteriza por su arena blanca, traída del desierto del Sahara. Cuenta con rompeolas que la protegen y un arrecife artificial.
6. Saborear los platos del Restaurante La Hierbita
El Restaurante La Hierbita aguarda para la cena. Esta casa de comidas, con más de 100 años de historia, ofrece una cocina tradicional y casera, con recetas populares, realizadas con productos de la tierra. Entre sus especialidades destacan el puchero canario y el almogrote gomero. También son recomendables los pescados a la plancha, acompañados de papas arrugadas y de los típicos mojo picón o mojo de cilantro.
Itinerario día 3
1. Conocer el hermoso pueblo de Garachico
Rumbo al norte, espera Garachico, al borde del mar. Es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de la isla. Pasear por las calles empedradas de su casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural en 1994, traslada al pasado colonial del archipiélago. Son muchas las edificaciones y rincones que sorprenden al viajero: caserones, iglesias, conventos, plazas… Y en el recorrido no puede faltar un chapuzón en El Caletón, unas estupendas piscinas naturales formadas por coladas volcánicas que están próximas al Castillo de San Miguel.
2. Visitar Icod de los Vinos, el pueblo del Drago
Icod de los Vinos es famoso por su Drago milenario, el más grande y también el más longevo que se conoce. Tiene 17 metros de altura y su tronco pesa 65 toneladas. Todo el mundo ansía visitar esta especie de escultura natural que ha resistido el paso del tiempo. A su alrededor se ha creado un parque decorado con otras especies vegetales propias de la isla. Es el principal centro de atracción de la localidad. Pero en Icod de los Vinos, conocido por sus exquisitos caldos, también destaca el Convento de San Francisco, de mediados del siglo XVII, y la Casa Lorenzo-Cáceres, de finales del XVIII.
3. Almuerzo en el Restaurante Las Aguas
Con su terraza con vistas al mar el Restaurante Las Aguas es un lugar perfecto para hacer una parada y disfrutar de la buena mesa. Los arroces caldosos de todo tipo y el pescado son la base de su carta.
4. Dejarse impresionar por los Acantilados de los Gigantes
Los acantilados de los Gigantes resultan espectaculares. Se encuentran en la costa oeste de Tenerife, dentro del Parque Rural de Teno. Imposible no dejarse impresionar por sus paredes verticales rocosas, que alcanzan en algunos puntos los 600 metros de altura y se alzan imponentes sobre el mar. Una excursión en barco es la mejor manera de admirar esta muralla basáltica de origen volcánico. En ella se pueden avistar cetáceos, delfines y ballenas. Pero otra opción para contemplarlos en toda su grandiosidad es trasladarse hasta el mirador de Archipenque. A los pies de Los Gigantes se ubica la playa del mismo nombre. Pasear por su orilla oscura y bañarse en sus aguas tranquilas, mientras se contemplan las vistas, es una auténtica gozada.
5. Fin de jornada en el Restaurante San Hó
El San Hó es una propuesta gastronómica original para acabar esta jornada tan intensa. Los sabores de Japón, Perú y Canarias se mezclan en este establecimiento de la mano de un equipo de chefs experimentados. En su carta destacan, por ejemplo, los makis y nigiris japoneses, el lomo saltado o el ceviche peruano con leche de tigre y batata ahumada. El restaurante se encuentra en Costa Adeje, en las instalaciones del Royal Hideaway Corales Resort.
Itinerario día 4
1. Una visita a las Pirámides de Güimar
Empezar el día en un lugar tan sorprendente como las Pirámides de Güiomar, es todo un estímulo. En la localidad de Güímar, en el sureste de la isla, se encuentran unas espectaculares pirámides negras. Tienen forma escalonada y están rodeadas por un jardín botánico. El atractivo complejo donde se ubican, de más de 64.000 metros cuadrados, existe gracias al empeño del mítico explorador noruego Thor Heyerdahl. El entorno cuenta con un museo donde conocer a fondo la interesante historia del lugar.
2. Pasear por Candelaria y saludar a los guanches
Merece mucho la pena acercarse a la villa de Candelaria, a poco más de 17 kilómetros de Santa Cruz de Tenerife, y saludar a las nueve imponentes figuras de bronce que custodian el lugar. Representan a los menceyes, dirigentes guanches que gobernaban la isla antes de la Conquista. Ellos son la primera imagen que se visualiza al llegar a esta localidad con sabor marinero y talante religioso. Están de espaldas al mar y miran hacia la plaza en la que se ubica un lugar emblemático del archipiélago. Se trata de la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria, donde se encuentra la Morenita, la patrona de las siete islas.
3. Comida en el Restaurante La Casona del Vino – Candelaria
En esta antigua casona reformada, de ambiente acogedor y bonitas vistas, se puede disfrutar de la cocina tradicional canaria. Su principal especialidad es el arroz caldoso de marisco y pescado. Pero quien prefiera platos internacionales también los encontrará. Buenos vinos y una excelente relación calidad precio.
4. Un baño en la Playa del Médano
En Granadilla de Abona, atractivo núcleo turístico del sur de Tenerife, se encuentra la playa del Médano, lugar ideal para disfrutar de un refrescante baño en este trozo de costa de aspecto salvaje y desértico. Es una de las más largas de la isla y un auténtico paraíso para los surfistas en alguno de sus tramos de mayor oleaje. El entorno lo domina la silueta del volcán de Montaña Roja. Con sus 171 metros de altura, es la parte más visible de una reserva natural de 166 hectáreas donde habitan aves protegidas como el chorlitejo patinegro.
5. Descubrir el menú de La Tasca La Lata del Gofio
Una buena cena, con vistas al mar, y con la Montaña Roja de fondo, es la mejor manera de acabar la jornada. La cocina canaria es el fuerte de La Tasca La Lata del Gofio. En su variada carta destacan el almogrote gomero, el queso canario con mermelada de tomate, el escaldón de gofio y toda la variedad de pescado fresco de la zona. El establecimiento cuenta con un área de bar con mesas y una barra, además de un espacio más tranquilo para comidas y cenas en familia o en grupo.
Itinerario día 5
1. Empezar el día en Playa de Las Américas
En el sur de Tenerife, entre los municipios de Arona y Adeje, aguardan playas de arena dorada y aguas transparentes. La playa de las Américas es la más extensa, con sus 500 metros de largo. Pasear por su paseo marítimo y darse un placentero baño es una manera ideal de empezar el día. Quienes disfrutan con los deportes náuticos han encontrado un buen lugar para su práctica. De día el ambiente es tranquilo, pero de noche la zona se convierte en uno de los rincones para la diversión más frecuentados de la isla.
2. Un poco de diversión en Siam Park
Este impresionante parque acuático, situado en Costa Adeje, hace las delicias de niños y mayores. Considerado de los mejores complejos de este tipo del mundo, está inspirado en el reino asiático de Siam y su arquitectura recuerda a la de Tailandia. Las atracciones acuáticas son las protagonistas en este espacio que cuenta con toboganes de todos los niveles. Pero también existen zonas de relax y tiendas al estilo de un pequeño pueblo tailandés.
3. Comer en el Restaurante La Masía del Mar
Con unas magníficas vistas a la bahía de La Caleta de Adeje, este restaurante es una estupenda opción para tomar una paella o pescado fresco.
4. Visitar Arona y Costa Adeje
En los municipios de Arona y Costa Adeje destacan las bonitas playas, los parques acuáticos, el golf, el submarinismo y el avistamiento de cetáceos. Se trata de elegir entre tanta oferta, dependiendo de los gustos de cada cual. En el entorno también se encuentran espacios naturales que los viajeros más inquietos querrán visitar, por ejemplo el Barranco del Infierno y la Caldera del Rey. Recomendable también conocer el interesante patrimonio histórico-artístico de sus localidades.
5. Despedida en El Rincón de Juan Carlos
Para poner un broche de oro a la despedida de la isla nada mejor que una cena en este espacio gourmet. Se encuentra en el Royal Hideaway Corales Resort y es una de las joyas del panorama gastronómico de Tenerife. Los sabores canarios y del mar dominan una carta que apuesta por los productos locales sin olvidar los internacionales más selectos. El establecimiento, comandado por los Hermanos Padrón, ofrece una creativa carta y menús degustación. Toca dejarse sorprender por sus imaginativos platos de pescados, mariscos, carnes y postres.
Donde dormir en Tenerife
La isla cuenta con una amplia oferta hotelera, sea cual sea la zona elegida para pasar unos días de vacaciones. Muy recomendable el Barceló Tenerife, en la capital, con ocho piscinas exteriores y un lago navegable. En Santa Cruz otra opción a tener en cuenta es el Royal Hideaway Corales Beach, un oasis de cuatro estrellas Adults Only situado en primera línea de playa. Cambiando de escenario, en Puerto de Santiago destaca el Barceló Santiago, un hotel idílico con vistas al mar y a los acantilados de Los Gigantes. En la misma zona, para quienes busquen la privacidad de un apartamento, se encuentra el Allegro Isora, cerca de la playa de La Arena.