Una de las grandes ventajas de elegir Torremolinos para unas vacaciones es que está prácticamente a mitad de camino entre la zona oriental y la occidental del litoral malagueño, la conocida como Costa del Sol. Por eso, en algo menos de una hora en coche se puede llegar no solo a los pueblos costeros más bonitos de Málaga, también a algunos de los de interior y el entorno del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves.
A continuación detallamos cuáles son los pueblos más recomendables junto a Torremolinos y cerca de esta localidad, contando atractivos que justifican la visita.
Málaga capital
Aunque, como es obvio, Málaga no es un pueblo, sería imperdonable alojarse unos días en Torremolinos y no sacar algo de tiempo para visitarla, estando tan cerca ambas. La capital provincial es, hoy por hoy, una de las ciudades más interesantes de España desde el punto vista cultural, gastronómico y de ocio.
En ese sentido, bien merecen las visitas a su Museo de Picasso, al de Carmen Thyssen, al nuevo Centro Pompidou, al Castillo de Gibralfaro, al Teatro Romano y al Mercado de las Atarazanas. Tampoco hay que perderse el paseo por la Plaza de la Merced, la célebre Calle Larios, el Parque (junto al puerto) y la alcazaba.
Igual que darse en baño en la playa La Malagueta o cualquiera de los otros arenales urbanos, culminando con unas rondas de tapas por los bares y bodegas del centro. Por ejemplo, El Pimpi, cuyos históricos barriles de vino muestran las firmas de tantos personajes célebres que han pasado por aquí, algunos de fama internacional.
Mijas
Mijas, que a principios del siglo XX era un pequeño pueblo de agricultores en plena sierra, aunque muy cerca de la costa, hoy es uno de los principales reclamos turísticos de la provincia de Málaga. La culpa la tiene la autenticidad de su casco histórico, con las casitas blancas que trepan por la montaña y los muchos tiestos de flores que las decoran. Y, por supuesto, también influyen sus burros-taxi.
Desde tiempos inmemoriales, estos encantadores animales han sido de gran ayuda para el transporte de todo tipo de mercancías, abriéndose paso la empinada orografía de este pueblo cerca de Torremolinos. Además de las vistas en altura que ofrece Mijas, es recomendable acercarse a la plaza de toros, sin duda una de las más originales del país por su forma ovalada y porque su fachada está integrada en el urbanismo del propio pueblo, como si fuera una casita más.
Marbella
El pueblo de Marbella necesita pocas presentaciones. El que, sin duda, es el núcleo turístico de la Costa del Sol más conocido a nivel nacional e internacional está plagado de hoteles, restaurantes y tiendas de lujo frecuentados todos ellos por personas adineradas y todo tipo de personajes famosos. Sobre todo en el entorno de Puerto Banús. Pero Marbella es también muy conocido por tener un microclima que hace muy agradable la estancia y visita en cualquier época del año.
Eso, junto con las playas y el buen ambiente que aquí se respira, es el motivo por el que tantas celebrities la hayan elegido como residencia habitual o temporal. Pero, más allá de tanta mundanidad, Marbella preserva el encanto del pueblo de pescadores que fue, con el entramado de su centro urbano que se caracteriza por la típica arquitectura andaluza popular.
Benalmádena
Este pueblo es el más cercano a Torremolinos. Tanto, que ambas localidades están conectadas por un agradable paseo marítimo peatonal que discurre en paralelo a la playa de La Carihuela. Benalmádena es muy conocida entre los amantes del mar por su Puerto Marina, donde atracan espectaculares yates privados.
Para el resto de visitantes, Benalmádena tiene lugares tan atractivos como el casco antiguo, de inconfundible semblante andaluz, el Castillo Monumento Colomares, que está dedicado a Cristóbal Colón, un llamativo templo budista (o estupa), el acuario Sea Life Benalmádena y el parque zoológico Selwo.
También muy recomendable es subirse al teleférico de Benalmádena, que desde la zona de costa asciende hasta la sierra, en un recorrido de unos 15 minutos de duración. Una vez arriba se puede disfrutar de una de las panorámicas más espectaculares de la Costa del Sol.
Nerja
En la zona oriental de la Costa del Sol, Nerja es, probablemente, su pueblo más emblemático y, sin duda, uno de los más bonitos. También de los más evocadores para tantas generaciones de españoles que han crecido con las emisiones de la serie de televisión “Verano Azul”, que se grabó en este pueblo.
La belleza de Nerja tiene su parangón en la limpieza del agua del mar que la baña y las encantadoras playas y calas. Entre los lugares más fotografiados están la plaza del Balcón de Europa, con una privilegiada situación sobre el Mediterráneo y la Plaza de España.
También están las Cuevas de Nerja, a unos 3 kilómetros del centro, que se descubrieron en el año 1959 y que están consideradas como una de las maravillas naturales de España. El recorrido visitable tiene 5 kilómetros y las misteriosas siluetas que adoptan estalactitas, estalagmitas y otras formaciones geológicas son realmente espectaculares.
Fuengirola
Enen la zona occidental de la Costa del Sol, Fuengirola se encuentra entre Benalmádena y la costa del municipio de Mijas. Se trata de un populoso núcleo turístico lleno de grandes hoteles y torres de apartamentos y con numerosos servicios, desde tiendas y centros comerciales a restaurantes, parques y, por supuesto, playas.
Entre estas últimas destaca la de San Francisco (o de Fuengirola o Los Boliches), con casi 2 kilómetros de extensión y que está flanqueada por un agradable paseo marítimo.
En el capítulo monumental, en Fuengirola también se puede visitar el Castillo de Sohail, de origen musulmán y que ocupa una colina frente a mar. Mientras que dentro del casco histórico está la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XX, y el Teatro Salón Varietés, especializado en representaciones en inglés.
Alhaurín de la Torre
Hacia el interior, pero muy próximo a la costa, Málaga y el propio Torremolinos, Alhaurín de la Torre responde al estereotipo de típico pueblo andaluz. Aquí se impone el paseo por sus calles, placitas y callejones flanqueadas de casas encaladas adornadas con macetas de flores.
Pero también es recomendable la visita a lugares como la casa del hispanista Gerald Brenan, que disfrutó aquí de un amplio periodo de su vida. Hoy acoge su propia fundación, donde se preserva su biblioteca personal, con más de 5.000 volúmenes.
Por su parte, la iglesia de San Sebastián es un bonito edificio neoclásico que se reconstruyó en el siglo XIX tras un terremoto. Mientras que del pasado musulmán de la localidad se puede conocer el Cortijo de Molina, que preserva los restos de una alquería y una torre de ese periodo.
Coín
No muy lejos del anterior pueblo se encuentra Coín, también en el interior y en el valle del río Guadalhorce. Es la puerta de entrada por este flanco al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves y al Caminito del Rey, del que hablamos a continuación.
Entre los atractivos de este pueblo, bastante cercano a Torremolinos, está el casco histórico, que ha conservado su autenticidad pese al paso del tiempo, y que se distribuye en torno a la iglesia de Santa María de la Encarnación. Ésta se levantó sobre la planta de lo que fue la antigua mezquita. Hoy, desacralizado el templo, se ha transformado en el Centro Antonio Reyna Manescau, donde se celebran exposiciones y otros actos culturales.
Pero el patrimonio religioso de Coín va mucho más allá y, como ejemplo de ello, están la iglesia de San Juan Bautista, el Hospital de la Caridad, la iglesia de San Andrés y la torre del campanario del antiguo convento de los Trinitarios Calzados.
Visita al Caminito del Rey
El Caminito del Rey se ha convertido, desde su reapertura en 2015, en uno de los principales atractivos turísticos del interior de la provincia de Málaga. Un sendero que se abre paso de forma vertiginosa por el desfiladero de los Gaitanes, situado entre los municipios de Álora, Ardales y Antequera. El camino está adosado a la propia roca en buena parte del recorrido, a una altura de unos 100 metros y con una anchura de poco más de 1 metro.
Para acceder al camino hay que llegar al aparcamiento habilitado junto al Centro de Recepción de Visitantes y allí tomar los autobuses lanzadera, que regresan a este mismo punto una vez completada la caminata. El precio es de 2,5 euros ida y vuelta, que hay que pagar en metálico.
Aunque se pueden comprar in situ las entradas que permiten realizar el Caminito del Rey, lo cierto es que en periodos de gran afluencia esto solo es posible a través de la página web oficial de este camino (caminitodelrey.info/es). El precio es de diez euros (18 en el caso de preferir visita guiada), solo para mayores de ocho años. Los menores de 18 años siempre deben estar acompañados de una persona adulta.
