Como barrio del Carmen se conoce una encantadora barriada que integra el distrito de Ciutat Vella. Entre sus calles oculta monumentos que recuerdan su pasado musulmán, templos que hablan de cristianismo, y decenas de rincones pintorescos que señalan que en este lugar reside la esencia de Valencia. Descubre este barrio pisada a pisada, entrando y saliendo de sus mercados o viendo a los transeúntes pasar desde una terraza. A este entorno milenario no se va a hacer fotografías sino a sentir el peso de la historia y a degustar sus platos más tradicionales. A una paella o a un surtido de tapas creativas nunca se puede decir que no en el barrio del Carmen. A continuación te contaremos muchos datos útiles para aprovechar vuestra visita.
Barrio del Carmen de Valencia, una historia milenaria
El barrio del Carmen recibe este nombre debido a un antiguo convento, ahora convertido en un espacio cultural, que se situaba en el centro del barrio, en la plaza del Carmen, para más señas. La historia de esta barriada se remonta a más de mil años, a tiempos en los que todo este lugar no era más que un arrabal fuera de las murallas musulmanas. No ocupó una posición en la ciudad hasta que se construyeron unas nuevas murallas en el siglo XIV. Aún así, este lugar poblado por vecinos de todo tipo (también musulmanes que decidieron quedarse en la ciudad) se convirtió en la “zona roja”, la más libidinosa… Con el paso de los siglos, todo esto fue desapareciendo, aunque esa atmósfera underground se mantuvo durante mucho tiempo.
Una recomendación: trata de imaginar al pasear cómo era este barrio unas centurias atrás, revisa algunas fotografías históricas y deambula en busca de inspiración.
Qué ver y hacer en El Carmen de Valencia
Si quieres visitar con tranquilidad el barrio del Carmen reserva como mínimo una mañana. Y cuenta con la posibilidad de quedarte a comer por la zona, tomar café e, incluso, dar un último paseo nocturno. Es una zona donde se pueden hacer cosas durante todo el día, ir al mercado, callejear en busca de tiendas de diseño, visitar algún museo y muchos monumentos, sentarte en una terraza, y vivir la noche. Apetece, ¿verdad?
Las monumentales torres de Serranos
Comenzamos el recorrido por el barrio del Carmen con una visita que nos habla de pasado, y de una etapa en la que Valencia tenía muralla. La torre de Serranos era la puerta que conectaba la ciudad con la serranía, de ahí su nombre. Fueron construidas a finales del siglo XIV, y algunos cronistas aseguran que el arquitecto responsable, Pere Balaguer, se inspiró en la Puerta Real del monasterio de Poblet (y, desde luego, tiene mucho parecido).
Estas torres poligonales y simétricas miden 33 metros de altura. La puerta se sitúa en el centro, y en su interior se hallan varias salas abovedadas que miran hacia el interior de la ciudad. Entre los siglos XVI y XIX su función fue la de prisión por lo que las salas abiertas se cerraron. Es posible subir a las almenas para disfrutar de unas estupendas vistas.
Las torres de Quart custodian la memoria
Las torres de Quart, también formaban parte de la muralla defensiva en época medieval. Este nombre lo recibieron porque por allí discurría el camino de Quart de Poblet. También se conocían como las Torres de la Cal, ya que por este punto pasaba toda la cal que entraba a la ciudad.
Miden 34 metros, un metro más que las anteriores. Su superficie se distribuye en una planta baja, dos pisos y una terraza. Es posible subir a las torres pero hay que hacerlo por una escalera muy empinada. Si te animas, no te defraudará observar su interior desde varias perspectivas.
La bella lonja de Valencia
La Lonja de Valencia, (Lonja de la Seda) se encuentra muy próxima al barrio del Carmen. Por su arquitectura –es uno de los mejores edificios góticos de Europa (siglo XV)– goza de la protección de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Y por su función como lonja de mercaderes es uno de los testigos históricos de una etapa próspera de Valencia. Está situada en pleno centro, frente al templo de los Juanes y al Mercado Central, y tiene tres cuerpos y un jardín (el patio de naranjos). Este edificio es una de las visitas imprescindibles que hay que ver en Valencia, pocos lugares proporcionan una belleza mayor que su Salón Columnario, con sus bonitas columnas helicoidales.
Mercado Central, la despensa valenciana
El mercado central, no se encuentra en el barrio del Carmen, pero en unos minutos se puede llegar y merece mucho la pena. Considerado el mayor de Europa de productos frescos, este mercado cuenta con unos 300 puestos. Además de permitirnos repasar la despensa local, se aloja en un maravilloso edificio modernista donde destacan sus estilizadas columnas de hierro. Si coincide la hora de la comida, en el mercado encontrarás algunos puestos con toque gourmet como el del chef Ricard Camarena que ofrece ricas tapas y bocadillos.
Iglesia del Carmen
Si esta iglesia pudiese hablar nos contaría muchas anécdotas desde su construcción, como templo del antiguo convento del Carmen, hasta ahora. El conjunto estaba formado por una capilla medieval, dos claustros (uno gótico y otro renacentista), la parroquia de la Santa Cruz y la capilla de la Tercera Orden.
El convento del Carmen se recuperó para uso cultural y ahora alberga el denominado Centre del Carme Cultura Contemporània o Museo del siglo XIX, pero durante la guerra civil incluso cobijó parte del tesoro artístico nacional. No te pierdas este magnífico espacio.
Iglesia de la Santa Cruz o del Carmen
Esta iglesia guarda una curiosa historia, ya que la iglesia real de la Santa Cruz fue demolida en 1842, y el nombre de la parroquia lo “heredó” la iglesia del Carmen (de la que te hemos hablado). Lo único que ha quedado en recuerdo del templo demolido es una moderna cruz metálica en el lugar donde se situaba. Si bien, hay que reconocer que los valencianos siguen llamando iglesia del Carmen a la parroquia de Santa Cruz. Observa su bellísima fachada-retablo manierista que mira a la plaza del Carmen, y su rica ornamentación interior.
IVAM, el Museo de Arte Moderno de la ciudad
El IVAM o Instituto Valenciano de Arte Moderno cuenta con una colección propia de más de 12.000 obras, y ofrece durante todo el año numerosas exposiciones temporales y talleres. Algunos de los artistas que exhiben obras en este museo son Tony Cragg, Carmen Calvo, Fernando Arroyo, Antoni Tàpies, Julio González, Yves Klein, Zoran Music y Manolo Valdés.
Sus amplios espacios son una invitación a volver una y otra vez. Sin duda, otra de las visitas básicas junto al barrio del Carmen de Valencia.
Jardín Botánico, un anhelo de siglos
El Jardín Botánico de la Universidad de Valencia se encuentra muy próximo al barrio del Carmen, por lo que se puede plantear un paseo caminando hasta su puerta. Es bonito conocer su origen ya que proviene del huerto donde se enseñaba botánica en el siglo XVI, aunque se ubicaba en otro lugar. Desde ese momento se ha ido mejorando tanto en instalaciones como en las variedades que acoge de todos los continentes. Aunque conserva una vertiente de investigación, los visitantes pueden disfrutar de sus plantas, exposiciones, juegos y talleres didácticos.
Portal de la Valldigna, un rincón secreto
Este es uno de los rincones especiales del barrio del Carmen que nos llevaremos en el recuerdo. Aunque es simplemente un arco de medio punto que daba acceso en la muralla musulmana (siglo XV) ofrece una bonita estampa. Sobre el portal se construyó parte de una vivienda por lo que su fisonomía ha cambiado desde su origen hasta hoy día.
Restaurantes en El Carmen, dónde comer y bares para tapear
Una de las grandes ventajas del barrio del Carmen es que brinda en un espacio reducido un gran número de bares y restaurantes que ofrecen tanto sabores locales como creativos o internacionales. Entre los espacios más modernos está el restaurante Namua Gastronomic (Plaça de Vicent Iborra, 9), que además de bonito tiene unos platos deliciosos como el “tiradito de dorada con soja, menta y pil pil jengibre”. Si se prefiere un local con un buen menú y acogedor hay que ir al Restaurant La Carme (Plaza Mossén Sorell, 7). Se come bien y de forma asequible.
Para quienes busquen cocina tradicional, tapas y raciones para compartir, un buen referente es la Bodega La Rentaora (Plaça de Mossén Sorell, 11), uno de esos lugares con una excelente calidad precio al que se vuelve una y otra vez. Tampoco defraudan el Café Museu (Carrer del Museu, 7), que por la tarde noche es lugar de copas, y Thistinto Tapas & Wine Bar (Calle Alta, 28). En ambos locales se puede tapear y cuentan con terraza.
Noche en El Carmen, los mejores pubs
El barrio del Carmen goza de un ambiente muy animado tanto de día como de noche. Lo más habitual es tomar la primera copa en la plaza del Negrito, allí está el Café Negrito. Y después seguir en pubs nocturnos como Radio City, un multiespacio donde se puede ir a ver una exposición o a tomar una copa. En función de la música que te guste puedes elegir continuar la noche en La Flama (ambiente rockero), Gong (soul, jazz, blues e, incluso, funky), Jimmy Glass Jazz (no hace falta especificar su música) y, por último, Únic Daily Goodness, un club cosmopolita y de “postureo” que suele estar siempre animado.