Benicasim es la localidad costera y turística más cercana a la capital provincial, Castellón de la Plana, y son mayoría los que vienen aquí para disfrutar de sus magníficas playas. Sobre todo durante la temporada cálida: de final de la primavera a principios de octubre y, sobre todo, los meses de julio y agosto.
Es en ese momento cuando esta ciudad turística bulle de actividad en cada uno de sus rincones. Pero, más allá de la temporada estival y de la línea de costa, hay mucho más que ver en Benicasim. Del llamado Biarritz valenciano (con sus artísticas mansiones) al vecino Desierto de Las Palmas y, por supuesto, lugares históricos como la torre de San Vicente o diversiones tan trepidantes y para toda la familia como las del parque acuático Aquarama Benicasim.
- El Desierto de Las Palmas
- Torre de San Vicente
- La Vía Verde de Benicasim a Oropesa
- Playas en Benicasim
- El Festival de Música Internacional FIB
- Ruta de las Villas
- Aquarama Benicasim
- Dónde comer en Benicasim
- Qué se puede ver en los alrededores de Benicasim
- Dónde alojarse cerca de Benicasim
El Desierto de Las Palmas
Ante todo, si te animas a visitar este lugar debes saber que el Desierto de las Palmas no es un desierto. Más bien todo lo contrario. Se trata un auténtico vergel que recibió este nombre de los monjes carmelitas que se asentaron aquí durante el siglo XIX y que lo llamaron así porque se encontraron un lugar casi completamente deshabitado, lo ideal para su elección de vida contemplativa.
Es uno de los espacios más espectaculares que ver en Benicasim o, para ser exactos, cerca de esta localidad, y está catalogado como Parque Natural por la Generalitat Valenciana. Se trata de una sierra cuyas máximas alturas son el Monte Bartolo (724 metros) y la Mola del Morico (694 metros), casi completamente cubiertos de vegetación mediterránea, fundamentalmente matorrales, pero también pinares y madroños. Todo ello, junto a una rica avifauna. Se puede recorrer el Desierto de las Palmas a través de la red de senderos señalizados del parque.
Junto al elemento natural, en el Desierto de Las Palmas destacan los restos de algunas construcciones históricas, como los castillos de Miravet, Montornés y Viejo.
En total, este parque natural tiene cerca de 4.000 hectáreas, repartidas entre los muncipios de Benicasim, Castellón de la Plana, Cabanes, La Pobla, Tornesa y Borriol.
Torre de San Vicente
Esta torre de vigía es una de las 18 construcciones que había en la costa de Castellón para controlar la llegada de corsarios, berberiscos y contrabandistas. Se levantó en el siglo XVI y se encuentra en pleno casco urbano, separando dos de los tramos de playa más populares de Benicasim.
Está levantada con muros de mampostería, tiene una altura de 13,5 metros y una anchura de 11,5. En la actualidad alberga un centro de interpretación que permite comprender la importancia de estas torres para la supervivencia y la subsistencia económica de los habitantes de las costas mediterráneas españolas en un tiempo en que los ataques desde el mar eran muy frecuentes y destructivos.
La Vía Verde de Benicasim a Oropesa
Los casi 6 kilómetros que separan Benicasim de Oropesa del Mar se pueden cubrir, a pie o bicicleta, por esta vía verde, sobre el trazado de una antigua línea de ferrocarril y en paralelo a la costa.
La ruta, con un pavimento muy cómodo y una dificultad baja, se adentra en parajes de una gran belleza natural, como el Monte Bovalar, cubierto de numerosas plantas autóctonas y pinos mediterráneos, o pequeñas calas como la de La Renegá. También se pueden observar los restos etnográficos del poblado íbero de Oropesa la Vella, así como las torres de vigilancia costera de La Corda y La Colomera.
Playas en Benicasim
Hay en torno a 6 kilómetros de playas en Benicasim. De hecho, el frontal marítimo de esta localidad es un arenal casi continuo que la conecta con las vecinas El Grao de Castellón y Oropesa del Mar.
La parte urbana, por definición, corresponde a las playas de Heliópolis, Els Terrers y de la Torre (o Torre de San Vicente). Están dotadas de todo tipo de servicios, como duchas y lavapiés, socorristas durante la temporada de verano, accesos para personas con movilidad reducida, aseos y están flanqueadas por numerosos bares y restaurantes, alojamientos y tiendas.
Algo más tranquilas son las playas de Almadraba y Voramar, arenales que resultan ideales para tomar el sol y bañarse durante buena parte del año.
El Festival de Música Internacional FIB
El FIB es uno de los grandes veteranos en materia de macrofestivales del país. Nada menos que desde 1995 lleva llenando de música y visitantes los veranos de Benicasim. Durante los cuatro días de julio que dura podrás acceder a los diferentes escenarios y carpas, cada uno patrocinado por alguna gran marca y especializado géneros musicales diferentes: indie, pop, electrónica, folk…
Entre los artistas que han actuado en el FIB en los últimos años destacan Kings of Leon, Lana del Rey, Franz Ferdinand, Mando Diao, The Killers, Pet Shop Boys, Liam Gallagher, Kasabian, Nathy Peluso, La M.O.D.A., Carolina Durante, Vetusta Morla, Izal, Dorian, Love of Lesbian, Viva Suecia o Miss Caffeína.
Ruta de las Villas
La llamada Ruta de las Villas de Benicasim recorre el entorno de las playas de Voramar, Almadraba y Torre de San Vicente y los paseos de Pilar Coloma y el de Bernat Artola, con el objetivo de contemplar, a pie de calle, la belleza de las villas vacacionales construidas aquí entre los siglo XIX y XX.
Tan espectaculares algunas de ellas que muchos conocen a este barrio como el Biarritz valenciano. La ruta se divide en dos temáticas o zonas, divididas por los jardines de Comín. Por un lado, “El Infierno”, en referencia a las fiestas libertinas que se celebraban en las villas de esta zona; y, por otro, la “Corte Celestial”, que corresponde a residencias y calles más tranquilas y menos mundanas.
De entre todas las construcciones, destacan por su tamaño y los ricos detalles arquitectónicos y ornamentales las villas Elisa, Victoria, María, Ana y la Villa del Mar.
Aquarama Benicasim
El parque acuático Aquarama Benicasim es uno de los más veteranos de la costa valenciana y también del resto del país, pues abrió sus puertas en 1986. Desde entonces lleva refrescando los veranos en esta ciudad y provocando descargas de adrenalina entre quienes se atreven con sus atracciones (toboganes, tubos, rampas, saltos, piscina de olas y normal, un río subterráneo, zona infantil). Entre ellas, destacan Wow, que con sus 210 metros de recorrido está considerado como el tobogán tubular más grande de Europa, y el Salto del Diablo.
Dónde comer en Benicasim
No te van a faltar opciones de bares y restaurantes donde comer en Benicasim. Porque esta localidad está llena de propuestas para todos los públicos, gustos y bolsillos. Entre los establecimientos más destacados está Dolores (Dolores, 25), un restaurante especializado en cocina mediterránea donde, por supuesto, los arroces son la estrella de la carta. También propone muchos detalles fusión y guiños a las cocinas internacionales más de moda.
Por su parte, Ay, Carmela (Josep Barberá i Cepria, 31) apuesta por la cocina moderna con un claro acento europeo, en un local donde se ha mimado la decoración para conseguir un ambiente de lo más agradable. El menú degustación permite disfrutar de algunos de sus platos más celebrados a un precio razonable.
También está Pipes/Carasses (Dolores, 73), especializado en cocina marinera y mediterránea, con un magnífico arroz del senyoret y con pescados y mariscos de una frescura que justifican con creces la elección de este restaurante.
Qué se puede ver en los alrededores de Benicasim
Frente a la costa de Benicasim está la Reserva Marina de las Islas Columbretes, espacio protegido al que se puede llegar en barco desde Castellón y desde Oropesa y que alberga una riquísima biodiversidad.
En los alrededores de Benicasim está el Castillo de Montornes, en pleno Desierto de las Palmas, de origen árabe y levantado a partir del siglo X. Aunque hoy lo que quedan son ruinas, se adivina la grandeza de esta construcción, mejorada tras la conquista cristiana.
No muy lejos se encuentra el pueblo de Borriol, entre montañas, y que alberga un gran patrimonio histórico: desde las pinturas rupestres de l’Albaroc, con más de 10.000 años de antigüedad, a su castillo medieval, pasando por varios tramos bien conservados de la Vía Augusta, construida en tiempos de la dominación romana.
Dónde alojarse cerca de Benicasim
Entre las mejores opciones de alojamiento cerca de Benicasim, está el Hotel Barceló Valencia. Un moderno establecimiento de 187 habitaciones, todas ellas amplias y luminosas, frente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. En especial destacan las diez junior suites y las dos suites. Merece la pena subir hasta la décima planta, donde se encuentra su terraza 270°, con magníficas vistas a la ciudad, una pequeña piscina y un servicio de bar, ideal para disfrutar de los atardeceres, inmersos en un ambiente muy agradable. Es un hotel idóneo tanto para viajes de negocios como para escapadas románticas y de placer.