Las playas de la Comunidad Valenciana son de las más deseadas por el turismo nacional, a juzgar por las estadísticas. Hay kilómetros y kilómetros de arena fina y dorada que hacen la delicia de los que aman las playas y los mares tranquilos. Además, el sol luce en el territorio durante más de 300 días al año y hay una temperatura media de unos 15 grados centígrados. Así que dispongámonos a meter el bañador en la maleta. Nos vamos a descansar y a darnos unos buenos chapuzones en alguna de los centenares de playas que ofrece la costa de Valencia. Y es que las playas son el gran tesoro natural que brinda la geografía levantina.
Las mejores playas en Valencia
Empecemos por trazar una ruta por las mejores playas valencianas. Vamos a hacer un recorrido detallado por la costa de la comunidad y nos detendremos en las más emblemáticas, las más singulares, porque son muchísimas las que hay desde la Costa Blanca hasta la denominada Costa del Azahar. Todas tienen excelentes servicios y son muchas las que se hallan junto a poblaciones que ofrecen alojamiento, restaurantes, chiringuitos y otras ofertas de entretenimiento.
Albir y Tamarit, playas singulares
La costa valenciana tiene tantas playas que hasta la capital de la comunidad tiene la suya, la Malvarrosa, que incluso se ha colado en el territorio de la literatura. Ahí están Vicente Blasco Ibáñez y Manuel Vicent. También Sorolla inmortalizó la costa valenciana en sus lienzos. Esta mítica playa debe su nombre a un jardinero, Félix Robillard, que ejercía su profesión en el Jardín Botánico y que plantaba en una finca cercana a esta playa un geranio muy popular denominado malva rosa.
Así que la playa de la Malvarrosa será nuestro punto de partida para explorar la costa valenciana. Vamos a dirigir nuestros pasos hasta la playa del Albir, en el municipio de L’Alfàs del Pi (Alicante), una singular playa de piedras de 500 metros de longitud que tiene el distintivo de “bandera azul” y que está rodeada por pequeñas calas de aguas transparentes. Y después vamos a ir a la espectacular playa Tamarit, junto a Santa Pola (Alicante), que toma su nombre de la vecina Torre Tamarit, cuya silueta sobresale en el Parque Natural de las Salinas, un paisaje de gran belleza en el que habitan flamencos y cormoranes.
Playas en Xàbia y Moraira
Merecen un buen baño las playas de Granadella y Cala Ambolo, en Xàbia (Alicante), y del Portet, en Moraira (Alicante). La primera, porque es una cala preciosa de grava y roca que permite la práctica del submarinismo por sus aguas cristalinas; la Cala Ambolo, por tratarse de una recoleta playa de aguas traslúcidas de difícil acceso. Es tan espectacular que está incluida en el “ranking” de las 50 mejores playas de Europa. Y la del Portet, por su singular forma de concha y porque es ideal para realizar submarinismo y excursiones en kayak.
Otra excelente opción dentro de la costa valenciana es la playa Racó de Mar, en Canet d’En Berenguer, junto a Sagunto, donde podrás dar cursos de vela ligera y windsurf durante el verano. Además, está considerada una de las nueve mejores playas de la Comunidad Valenciana por su accesibilidad, su arena dorada y aguas transparentes.
Existen muchas más opciones de playas arenosas, pero cerraremos este recorrido con otras tres singulares propuestas. Te sugerimos un trío para que elijas. Uno: la Playa Terranova, en Oliva (Valencia). Está jalonada de dunas naturales y es una de las pocas playas vírgenes que existen en el Mediterráneo. Dos: la de Muchavista, en El Campello (Alicante), inmensa y arenosa, o la de L’Auhir, en Gandía (Valencia), con una anchura media de 120 metros y apta para el nudismo, al estar algo alejada de la zona más turística y concurrida.
Música y playas en Benicassim
Si te gusta la música, no lo dudes, dirígete a Benicassim, cuyo nombre va ligado indiscutiblemente al de sus festivales veraniegos, especialmente el FIB, que reúne cada año a centenares de jóvenes llegados de toda Europa. La ciudad vive del turismo desde hace más de un siglo, seguramente por sus espectaculares playas y una gran oferta de ocio, además de la cercanía del Parque Natural del Desert de Les Palmes, con una gran cantidad de parajes magníficos.
Santa Pola, por su parte, tiene numerosos atractivos para el visitante. Además de sus playas y calas, cuenta con la vecina Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana, a la que se llega en barco-taxi; su castillo-fortaleza del siglo XVI con su Museo del Mar; los humedales conocidos como Las Salinas, o el Faro, con unas vistas privilegiadas sobre la bahía.
Nos queda por mencionar, siempre dentro de la costa de la Comunidad Valenciana, Moraira, con su monumental centro histórico y su peculiar castillo, dos atractivos a los que se suman sus afamados vinos y su singular subasta de pescado; Alcossebre, con sus espectaculares playas de arena fina y edificaciones de tanto interés como la Ermita de Santa Lucía, el almacén de la sal del siglo XVIII, hoy convertido en discoteca, o la torre de Capicorb, del siglo XV; y, por último, Xàbia, que aún conserva su viejo trazado medieval salpicado de casitas blancas. Y si subimos por la avenida del Princep d’Asturies, divisaremos un tramo de las antiguas murallas medievales.
La Costa Valenciana y sus pueblos
Pero no sólo de playas vive Valencia, porque son muchos los núcleos urbanos que merecerían figurar en ese catálogo de los pueblos más bonitos de España. De hecho, algunos están incluidos en esa lista, como Peñíscola, una ciudad medieval en la que su castillo templario, que se cuela literalmente en el mar, cobra especial protagonismo. Te sorprenderá su casco histórico por el caprichoso trazado de sus calles.
Altea también merecería figurar en un lugar de honor por su encanto y belleza. Su nombre va asociado a unas playas de ensueño, pero lo cierto es que tiene un casco antiguo espectacular, cuya singularidad enamoró a los escritores Vicente Blasco Ibáñez y Rafael Alberti. Tiene seis kilómetros de costa, en la que caben playas de fina arena, calas y acantilados.
¿Y qué decir de los mil y uno atractivos de Dénia? La oferta turística de esta localidad de la costa de Valencia es amplia, pero no debes perderte bajo ningún concepto la subida al castillo y la visita al Museo Arqueológico, que dan fe de la larga historia que atesora el municipio. Como curiosidad, acércate hasta el Museo del Juguete, donde descubrirás la importancia que tuvo en la ciudad la industria juguetera.
Enumeramos algunos de los pueblos más bonitos de la costa de Valencia:
Peñíscola
Peñíscola se trata de una ciudad medieval en la que su castillo templario, morada del Papa Benedicto XIII, se cuela literalmente en el mar. Te sorprenderá su casco histórico por el caprichoso trazado de sus calles y porque está unido al continente por un cordón de arena que antes, durante las tormentas, era barrido por las olas y la ciudad parecía ser temporalmente una isla. Es una localidad con mucho encanto y por eso está en la lista de los pueblos más bonitos de España.
Altea
Altea también merecería figurar en un lugar de honor en la lista de pueblos bonitos por su tranquilidad y belleza. Su nombre va asociado a unas playas de ensueño, pero lo cierto es que tiene un casco antiguo espectacular, cuya singularidad enamoró a los escritores Vicente Blasco Ibáñez y Rafael Alberti. Muchas de sus calles están empedradas, si bien el corazón del centro histórico se halla en la plaza de la Iglesia. Fíjate en los edificios de interés histórico de la calle de Salamanca. Además, Altea tiene seis kilómetros de costa, en la que caben playas de fina arena, calas y acantilados.
Cullera
Esta bonita localidad de la costa valenciana se encuentra en un enclave privilegiado y es que, además de una inmensa playa de arena dorada, cuenta con el privilegio de estar bordeada por montañas y atravesada por el río Júcar. Un paseo por el casco antiguo te permitirá descubrir algunos de los más de 100 edificios catalogados y protegidos por su valor arquitectónico, como la Casa de la Enseñanza y la Casa Consistorial, ambas de finales del siglo XVIII, o la Casa de Palomes y el Mercado Municipal, de principios del siglo XX. Su castillo alberga un Museo Municipal con piezas arqueológicas de todas las épocas.
Gandía
Ubicada en el corazón de la comarca de La Safor, Gandía cuenta con una rica herencia histórica de la que dan fe sus monumentos y edificios. Tiene una espectacular playa que hace las delicias de miles de visitantes en verano y un casco antiguo que en su día estuvo ligado a la familia valenciana más universal: los Borgia. Gandía ofrece mil y una posibilidades para disfrutar del ocio, la naturaleza, la gastronomía, el deporte y la historia. Y con el Mediterráneo siempre de fondo.
Dénia
¿Y qué decir de los atractivos de Dénia? La oferta turística de esta bonita localidad de la costa es amplia, pero no debes perderte bajo ningún concepto la subida al castillo y la visita al Museo Arqueológico, que dan fe de la larga historia que atesora el municipio. Son muchos los encantos que atesora su casco histórico de origen medieval. Pasea por las murallas y fíjate en los edificios señoriales del siglo XIX. Como curiosidad, acércate hasta el Museo del Juguete, donde descubrirás la importancia que tuvo en la ciudad la industria juguetera, o hasta el Museo del Mar, ubicado en la antigua lonja de pescado, que presenta piezas arqueológicas, objetos etnológicos y fotografías antiguas.
Benicàssim
Si te gusta la música, no lo dudes, dirígete a Benicàssim, cuyo nombre va ligado indiscutiblemente al de sus festivales veraniegos, especialmente el FIB, que reúne cada año a centenares de jóvenes llegados de toda Europa. La ciudad vive del turismo desde hace más de un siglo, seguramente por sus espectaculares playas y una gran oferta de ocio, además de la cercanía del Parque Natural del Desert de Les Palmes, con una gran cantidad de parajes magníficos. No te pierdas la ruta de las villas que transcurre en el Paseo Marítimo, y que va del Hotel Voramar hasta la Torre de San Vicente y que nos traslada hasta los tiempos de la “Belle Époque” de la villa.
Santa Pola
Esta localidad costera tiene numerosos atractivos para el visitante. Además de sus playas y calas, cuenta con la vecina Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana, a la que se llega en barco-taxi; su castillo-fortaleza del siglo XVI con su Museo del Mar; los humedales conocidos como Las Salinas, o el Faro, una antigua torre vigía del siglo XVI denominada Atalayola que ofrece unas vistas privilegiadas sobre la bahía. Si tienes tiempo, date un paseo por El Calvario, un emblemático barrio situado en una de las zonas más altas de la localidad y que está presidido por una bonita ermita de inspiración árabe.
Moraira
Cuenta con un monumental centro histórico, que en su día estuvo rodeado de murallas, y un peculiar castillo, dos atractivos a los que se suman sus afamados vinos y su singular subasta de pescado. Es uno de los municipios más visitados de la costa por su gran oferta cultural, de ocio y gastronómica, hasta el punto de que en verano triplica su población. En realidad, está formada por dos núcleos urbanos distintos, uno situado en el interior (Teulada) y otro en la costa (Moraira).
Alcossebre
Tiene espectaculares playas de arena fina y edificaciones de tanto interés como la Ermita de Santa Lucía, el almacén de la sal del siglo XVIII, hoy convertido en discoteca, o la torre de Capicorb, del siglo XV. Es uno de los lugares más acogedores de la costa por la belleza de su entorno, bordeado de parajes naturales protegidos, playas y calas, lo que convierte e Alcossebre en un codiciado destino de vacaciones.
Jávea
Javea, deliciosa localidad costera, aún conserva su viejo trazado medieval de calles estrechas salpicado de casitas blancas, ventanales góticos y enrejados de forja. En el centro histórico, se levanta la iglesia de San Bartolomé, del siglo XIV al XVI, como emblema del gótico isabelino, y edificios tan singulares como el Palau dels Sapena (siglo XV) o la Casa dels Bolufer (siglo XVIII). Si subimos por la avenida del Princep d’Asturies, divisaremos un tramo de las antiguas murallas medievales, desde donde podemos acceder al Parque Montaner. En el paseo por el casco histórico, descubriremos toda clase de tiendas tradicionales y bares donde podemos parar a tomar una de sus deliciosas tapas locales.
Calpe
En Calpe podrás descubrir la huella que han dejado a su paso numerosas civilizaciones mientras recorres su típicas calles de ambiente marinero y te topas con los monumentos que se hallan diseminados por la localidad, como la ermita de San Juan, los “Baños de la Reina”, la “Villa de Ifach” o sus tres museos: el de Historia y Arqueología, el de Coleccionismo y la Galería de Arte Contemporáneo. Eso sin contar sus 13 kilómetros de costa con 14 playas y calas, para que tengas dónde elegir.
Villajoyosa
Villajoyosa, lindo pueblo de pescadores, situado entre las localidades de Campello y Benidorm, es célebre por sus edificios de vivos colores. Tiene uno de los cascos históricos mejor conservados de la costa valenciana, lo cual hace que aparezca en muchas de las postales que promocionan la Costa Blanca. Su amplio paseo marítimo está salpicado de terrazas, bares y restaurantes que cobran una intensa vida durante la temporada estival y su encantador casco histórico está bañado por las aguas del río Amadorio, también conocido como río de la Vila. Ni que decir tiene que uno de sus principales atractivos son sus magníficas playas, distribuidas a lo largo de más de 15 kilómetros de costa.
En resumen, la Costa Valenciana esconde tesoros con muchos atractivos, tanto los vinculados a sus playas como a sus pequeños pueblos de belleza singular.