La iglesia de San Nicolás es en la actualidad uno de los edificios religiosos más visitados de Valencia junto con la catedral de Valencia, de la cual se halla a escasos cinco minutos a pie. Y es que, aunque a priori y vista desde fuera podría pasar por una más de entre tantas iglesias góticas que pueblan la geografía española, en su interior aguarda un auténtico tesoro barroco: un impresionante ciclo pictórico de casi 2.000 metros cuadros ejecutado por los pinceles del valenciano Dionís Vidal. Es por esta razón por la que se le ha otorgado el sobrenombre de Capilla Sixtina valenciana, y ahora, justo cuando acaba de concluirse su restauración, constituye una visita ineludible para los amantes del arte.
La historia de la iglesia de San Nicolás
La función sacra del solar que hoy ocupa la iglesia de San Nicolás se remonta muchos años en el tiempo, pues acogía ya en época romana un templo y un cementerio. Posteriormente el espacio fue ocupado por una mezquita, siendo el monarca Jaume I, poco después de lograr la reconquista de Valencia, quien se lo cedió a los Dominicos.
Fueron precisamente los religiosos de la Orden Dominica quienes le asignaron al templo la advocación de San Nicolás de Bari. La razón es la siguiente: el fundador de la congregación, santo Domingo de Guzmán, se encontraba por aquel entonces redactando las Constituciones de la orden en el convento italiano de San Nicolás en Bolonia. Pero la parroquia también cuenta con un cotitular —san Pedro Mártir—. En este caso, las crónicas aseguran que la iglesia ya disponía de un altar dedicado a este santo y que, al producirse allí el milagro de la salvación de un recién nacido, empezó a propagarse la devoción por San Pedro, lo que motivó que se le otorgara la cotitularidad. Sin embargo, veréis que la gran mayoría de valencianos se refiere al templo simplemente como San Nicolás (o Sant Nicolau).
En la imagen actual del edificio influyó sin duda la modificación que se llevó a cabo entre 1419 y 1455, momento en que se amplió su fábrica hacia los pies y se dispuso la gran bóveda de crucería. Como vestigios de aquella fase gótica encontramos el arco conopial y el rosetón de la austera fachada principal. Respecto a su planta, se trata de un templo de una sola nave, la cual está flanqueada por capillas laterales (ubicadas entre los contrafuertes) y rematada con un presbiterio poligonal.
La Capilla Sixtina de Valencia
Si la modificación gótica fue importante a la hora de definir la imagen actual del templo, sin lugar a dudas la reforma más significativa fue la acontecida entre 1690 y 1693, una intervención que los expertos atribuyen al arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel. Esta renovación respondía al deseo de dotar a la iglesia de San Nicolás de uno de esos interiores barrocos tan en boga en los tiempos en que España era el principal estandarte de la Contrarreforma, época en la que se era muy consciente de los efectos persuasivos que este tipo de escenografías generaban en los fieles.
Así pues, la bóveda de crucería gótica fue estucada para convertirla en el lienzo perfecto sobre el que desarrollar el gran programa iconográfico ideado por Antonio Palomino, uno de los pintores y tratadistas más influyentes del Barroco español. El discurso narrativo concebido por el cordobés tenía por objetivo, como resulta lógico, ensalzar la figura de los dos patronos de la iglesia: San Nicolás y San Pedro Mártir.
Sería el pintor Dionís Vidal quien, respondiendo a las directrices de su maestro, se encargó de dar vida a un programa pictórico que relata los principales episodios biográficos de ambos santos, incluyendo, como no podía ser de otra forma, sus milagros más célebres, pero también determinados pasajes relativos a sus respectivas infancias y muertes. Situados a los pies de la iglesia, si trazamos una línea imaginaria que coincida con el punto más alto de la bóveda, comprobaremos que las escenas de la vida de San Nicolás se desarrollan en los lunetos de la derecha y los episodios pertenecientes a la hagiografía de san Pedro Mártir, en los de la izquierda. No obstante, las figuras de los dos santos aparecen juntas en el rompimiento celeste que preside el presbiterio, escoltadas por las representaciones de los Padres de la Iglesia.
Visitar la iglesia de San Nicolás: horario
La iglesia de San Nicolás es un monumento de gran interés histórico-artístico, pero sobre todo un espacio de culto y, como tal, reparte su horario para satisfacer a fieles y turistas. Así pues, para visitar el templo tendréis que hacerlo en los siguientes horarios:
- Horario de invierno (de octubre a junio): de martes a viernes, de 10:30 a 19:30 h; sábados, de 10:30 a 18:30 h; y domingos, de 13:00 a 20:00 h.
- Horario de verano (de julio a septiembre): de martes a viernes de 10:30 a 21:00 h; sábados, de 10:30 a 19:30 h; y domingos, de 11:30 a 21:00 h.
La restauración de la iglesia de San Nicolás, que ha costado 4,7 millones de euros y ha sido sufragada íntegramente por la Fundación Hortensia Herreno, ha conseguido que la Capilla Sixtina de Valencia luzca como lo hacía a finales del siglo XVII, cuando Dionís Vidal concluyó su excepcional ciclo pictórico. ¡No te vayas de Valencia sin visitar esta joya barroca emplazada en el corazón de Ciutat Vella!