Les Corts Valencianes (Cortes Valencianas en español) son, como su propio nombre indica, la institución donde transcurre la vida parlamentaria de la Comunidad Valenciana. Es, lógicamente, el órgano legislativo de la Generalitat Valenciana y representa al pueblo valenciano a través de sus 99 diputados: 35 para Alicante, 24 para Castellón y 40 para Valencia.
La sede de las Corts Valencianes está en el célebre Palacio de Benicarló (Palau de Benicarló), también conocido como Palacio de los Borja, un edificio monumental ubicado en el número 4 de la plaza de San Lorenzo. Conserva entre sus muros una centenaria y ajetreada historia, porque antes de ser sede parlamentaria, tuvo muchos otros usos y funciones. Hoy las diferentes estancias del Palacio de Benicarló están ocupadas por los distintos órganos de las Corts Valencianes: el presidente, la Mesa, la Junta de Portavoces, el Pleno de los diputados, los grupos parlamentarios, las comisiones o la Diputación Permanente. Así que este edificio sigue vinculado en la actualidad a la Historia con mayúsculas.
- Dos papas en la familia Borja
- Un palacete para las Corts Valencianes
- Visitas al Palacio de Benicarló
- Los Borja, una familia de videojuegos
- Lección de Historia en las Corts Valencianes
Dos papas en la familia Borja
Efectivamente, hablamos de un palacete que rezuma Historia por los cuatro costados, incluso ahora. Hay que recordar que los responsables de su existencia fueron los duques de Gandía, miembros de la familia Borja, que en 1408 levantaron aquí su fastuosa residencia. El resultado fue una gran mansión gótica de fachada imponente que sirvió de alojamiento a Rodrigo de Borja antes de convertirse en el papa Alejandro VI, y también a San Francisco de Borja.
Posteriormente, ya en el siglo XIX, el palacio de los Borja también fue utilizado por la familia Pujals como fábrica de hilaturas de seda, hasta que más tarde el marqués de Benicarló instaló allí su residencia no antes de reformar el caserón. Aquí estuvo también el Gobierno de la República durante la Guerra Civil española y, después, la Jefatura Provincial del Movimiento. También se sabe que el rey Alfonso XIII pasó estancias temporales en este palacete valenciano.
Un palacete para las Corts Valencianes
Tuvo que llegar el año 1989 para que se pensara en este inmueble como sede de las Corts Valencianes. Y dicho y hecho. El edificio conserva aún muchos de los elementos originales del palacio gótico, como los salones de la planta principal, la escalera modernista, una portalada con arco de medio punto, la logia de ventanas del último piso o el salón de baile, si bien hubo que adaptar algunas estancias para su nueva función; por ejemplo, para acoger el hemiciclo.
Otro elemento que sobrevive en el patio desde hace muchos años es un ficus centenario que mide 22 metros de altura y cuyo diámetro supera los 12 metros.
Si tienes interés en conocer el interior del Palacio de Benicarló y, de paso, saber cómo se cuecen las decisiones políticas en la Comunidad Valenciana, apúntate a las visitas guiadas por la sede del Parlamento Valenciano. Para ello, debes concertar cita telefónicamente en el número 963 876 100 o dirigiendo un escrito a su Departamento de Protocolo y Relaciones Públicas. Otra opción es enviando un formulario que te puedes descargar de la página web www.cortsvalencianes.es.
Visitas al Palacio de Benicarló
La duración de la visita es de una hora aproximadamente. Te explicarán las vicisitudes del Palau dels Borja y accederás al hemiciclo, donde te darán informaciones curiosas sobre el funcionamiento del Parlamento Valenciano. Las visitas tienen lugar los lunes y los viernes a las 10, 11, 12 y 13 horas.
Y si lo que te interesa es asistir a una sesión plenaria, debes solicitar la invitación al Departamento de Protocolo y Relaciones Públicas con al menos 48 horas de antelación. En el caso de que desees ir a una comisión de las Corts Valencianes, debes cumplimentar un modelo de solicitud y presentarlo en el Registro de la cámara con una copia de tu DNI, también con una antelación de dos días hábiles.
Los Borja, una familia de videojuegos
Es el momento de hacer un inciso para detenernos, aunque sea fugazmente, en la historia de la Casa de Borja que tan vinculada estuvo a este palacio. Aunque sus raíces son aragonesas (de Borja), esta familia se estableció posteriormente en Xàtiva, dentro del reino de Valencia, y después en Gandía e Italia, razón por la que también se les conoce como los Borgia, tras haber adaptado su apellido a la grafía italiana. Fueron muy poderosos e influyentes durante el Renacimiento y de su árbol genealógico surgieron dos papas, el citado Alejandro VI y anteriormente Calixto III, además de algunos personajes que han pasado a la Historia como protagonistas de episodios de crueldad y ambición. Hay quien dice que de forma injusta.
El linaje de los Borgia ha generado un sinfín de películas y hasta Lucrecia Borgia inspiró a Donizetti una ópera que se estrenó en Milán en 1883. Incluso, en la actualidad, la industria de los videojuegos se ha fijado en esta singular familia para desplegar títulos de intriga y violencia, como la serie “Assassin’s Creed”, por la que aparecen César Borgia, Lucrecia Borgia, Rodrigo Borgia (Alejandro VI) y Juan de Borja el Mayor.
Lección de Historia en las Corts Valencianes
Sin embargo, lo que sí está documentado es que los Borja (o Borgia) ejercieron una importante labor de mecenazgo sobre artistas tan importantes como Miguel Ángel, Tiziano, Leonardo da Vinci o El Bosco, quienes recibieron el apoyo de la familia Borja en algún momento de su vida.
Fueron tan influyentes los miembros de esta estirpe familiar que la Comunidad Valenciana ha querido poner en valor su historia con la denominada Ruta de los Borja. Un recorrido que parte de Gandía y finaliza en Valencia, después de pasar por diferentes poblaciones y conjuntos monumentales donde los Borja dejaron su huella. La familia valenciana más universal necesitaba una ruta y ya está trazada. Los puntos más demandados son los que siguen los pasos de Calixto III y Alejandro VI, y que tienen parada en Canals, Xàtiva, Santa María de la Valldigna, Valencia y Gandía.
Es un itinerario que recorre más de 400 años de historia. Si te atreves a andarlo, no te ciñas sólo al pasado, porque frente a tus ojos descubrirás también parajes naturales, playas, arte y gastronomía que harán de esta ruta una experiencia inolvidable.