El Mercado de Colón es uno de los lugares más singulares del Ensanche de Valencia. Nació para satisfacer las necesidades de suministro de alimentos de la creciente burguesía de principios del siglo XX. Se construyó en un bonito estilo modernista, que atrajo a buena parte de la población de Valencia de la época.
Tras su rehabilitación, a principios del presente siglo, se ha convertido en un interesante punto de encuentro para los valencianos y cuantos visitan la ciudad. Todo, gracias a que aquí pueden disfrutar lo mejor de la gastronomía valenciana y española en los diferentes puestos de comida fresca y charcutería. También, gracias a los restaurantes situados en este espacio y los diferentes puestos donde degustar platos de comida realizada al momento.
Entre todas las propuestas, destaca la creativa cocina de uno de los valencianos más reconocidos tanto a nivel nacional como internacional: Ricard Camarena.
Orígenes del Mercado de Colón
El Mercado de Colón se sitúa en pleno Ensanche de Valencia, uno de los principales enclaves comerciales de la ciudad. Se inauguró en 1916, ante la necesidad de dotar a la zona de un mercado de abastos que suministrara productos frescos al nuevo vecindario.
El proyecto ganador del concurso público fue el del arquitecto Francisco de Mora. Éste se había formado en Barcelona, a la sombra de algunos de los mejores maestros creadores del Modernismo catalán, como Domènech i Muntaner y Puig i Cadafalch.
Francisco de Mora diseñó un espacio longitudinal con tres naves, cerrando las fachadas de los extremos con ladrillo y piedra e imitando a los arcos triunfales. Pronto el edificio consiguió una gran aceptación por parte de los valencianos, tanto por la belleza de la construcción como por la calidad de los productos que aquí se vendían.
Durante décadas el Mercado de Colón fue una referencia para Valencia. En una no disimulada competencia con el Mercado Central, hasta aquí llegaban a diario los mejores productos de la huerta y de la lonja valenciana.
Casi un siglo después de su inauguración, en 2013, se decidió acometer un proyecto integral de reforma para afianzar la estructura y mejorar los elementos dañados por el paso del tiempo. Aprovechando esta reforma también se decidió dar un aire nuevo al mercado, transformándolo en un centro gastronómico.
Así, en este espacio hoy conviven tanto puestos en los que se venden productos gastronómicos como otros en los que se ofrece cocina al momento y todo tipo de bebidas. El proyecto también contempló la transformación del nivel inferior en un restaurante, además de una zona comercial.
Todo el conjunto está conectado a través de seis cubos de cristal y unas escaleras mecánicas, que tienen como telón de fondo los árboles que nacen en el forjado inferior, además de una cascada de agua.
Los puestos del Mercado de Colón
Los amantes de lo gourmet deben saber que en el Mercado de Colón tienen una auténtica meca de productos frescos para llevarse a casa. Eso es lo que ofrecen puestos como el de Carnes Varea; Fina con sus frutas y verduras; la pescadería Martín & Mary o la charcutería Manglano.
Pero también tienen la oportunidad de disfrutar in situ de los puestos en los que se cocina al momento. Algunos de los más interesantes son:
- Las Cervezas del Mercado: etiquetas nacionales e internacionales, con algunas rarezas y variedades que solo se venden aquí. Todas ellas se maridan con deliciosos bocadillos de autor. También se pueden llevar a casa.
- Pantalán 5: una cafetería con vocación de gastrobar. Su plato del día es un arroz, cada vez diferente. También es un lugar ideal para el gintonic después del trabajo.
- Bocados Café: destacan sus bocadillos, ideales para cualquier momento del día, pero también los batidos y los cafés frappés.
- La Mie Dorée: es una de las mejores terrazas de la ciudad, incluso en invierno, gracias a las estufas de exterior. Ideal para cualquier momento del día, desde el café del desayuno al gintonic pre-cena, pasando por la horchata o la cerveza del aperitivo. También destaca por su coctelería.
- Mi Cub: es el lugar ideal para degustar los productos que se venden en el propio mercado. Desde las verduras de Fina, a las chacinas de Manglano o las hamburguesas gourmet de Varea. Todo, en una agradable terraza.
Ricard Camarena y otros restaurantes en el Mercado de Colón
El cocinero valenciano Ricard Camarena ha realizado una fuerte apuesta por el Mercado de Colón. De hecho, aquí se puede disfrutar de dos de sus propuestas: Habitual y La Cambra.
El primero, Habitual, supone la versión más moderna y actual del reconocido chef, con la huerta de Valencia y otros sabores regionales como protagonistas. Pero este espacio no es solo un lugar donde comer (o cenar), aquí también se celebran exposiciones, presentaciones, conciertos y fiestas.
En cuanto a La Cambra, es un espacio para eventos privados que se caracteriza por su gran elegancia, lujo, detalles artísticos y el sentido de la exclusividad. Está situado en la parte superior del mercado y aquí se sirven algunos de los platos estrella del universo Camarena.
Además, en el Mercado de Colón también se puede comer en los siguientes locales:
- Momiji: comida japonesa elaborada solo a partir de productos de temporada y siguiendo los principios de la cocina kaiseki ryory. Todo, a cargo del cocinero Diego Laso, que está reconocido como uno de los mejores sushi chefs de España. Lo mejor, que la cocina se hace a la vista del comensal, en un agradable espectáculo culinario.
- Ma Khin Café: es la apuesta de cocina fusión a cargo de Steve Anderson. Aquí se pueden degustar desde los curries al estilo birmano a los salteados de Sichuán o las típicas ensaladas mediterráneas, a base de productos frescos y coloristas.