Uno de los atractivos que esconde el parque del antiguo cauce del río Turia es el gigante Gulliver, que parece salido de las mismas Fallas, por donde los niños suben y bajan como liliputienses.

Basado en el cuento  de “Los viajes de Gulliver” escrito por Jonathan Swift en 1726, el parque representa la escena del gigante Gulliver tumbado en el suelo y atado con cuerdas por los liliputienses. Gulliver había naufragado en su barco y llegó a una playa agotado. Allí se quedó dormido y cuando despertó, descubrió que unos pequeños hombrecillos, los liliputienses, lo habían atado.

Una gran zona circular de 15.000 m2 está dedicada a Gulliver, con bancos en sombra que lo rodean. Toda la figura, que tiene una longitud de 70 metros y casi 9 de altura, está repleta de toboganes, escaleras y cuerdas por donde escalar. Así la zona de la barba y el pelo son los toboganes con más pendiente y los faldones de la chaqueta los más anchos para que los padres se tiren con los más pequeños.

La figura es de clara inspiración fallera y el material con el que está construido no es muy duro. Esto, junto con las formas redondeadas, hace que sea seguro para los niños, aunque en época de calor conviene que vayan con pantalón largo, ya que el sol hace que su superficie se caliente bastante. En los tramos de mayor pendiente, como es el caso del pelo, se le ha añadido un recubrimiento antideslizante para que la bajada no sea tan rápida.

 

 

Las instalaciones cuentan con baños públicos y enfermería para atender alguna que otra rozadura o quemadura. Como te costará sacar a los niños del parque, aconsejamos embadurnarles bien con protección solar y armarles con una buena gorra.

En el interior del sombreo de Gulliver, que está sobre el suelo al lado del muñeco, podrás ver una maqueta a escala del gigante.

La zona infantil del cauce del Turia

Toda la zona en la que está instalado el gigante Gulliver abarca un tramo de 61.000 metros cuadrados con juegos infantiles, campo de minigolf y el skatepark  Gulliver donde poder prácticar con los patines, el skate o la BMX.

Muy cerca de los toboganes y a un lado de un bar con una estupenda terraza, hay instalada una zona de minigolf. Un terreno con diferentes hoyos para practicar un rato. Podrás alquilar los palos del minigolf en las taquillas que hay al lado de Gulliver.  También puedes encontrar enormes tableros de ajedrez para grandes partidas.

La historia del Gulliver

El Gulliver del cauce del Turia fue inaugurado el 29 de diciembre de 1990 tras un proceso complicado. El proyecto original es de Rafael Rivera, arquitecto valenciano, que buscaba crear un lugar donde los niños pudieran jugar con su imaginación. En un principio, la idea era instalarlo en la calle Dr. Luch y sería la mitad de grande. Una mano llegaría hasta la acera para hacer de túnel hacia el parque, pero este proyecto no salió adelante. Años después el escultor y artista fallero Manolo Martín aceptó continuar con el proyecto de Rafael Rivera. Se sumó Sento Llobell, un ilustrador valenciano y artífice de varias fallas en Valencia. A punto estuvo de construirse en Barcelona, que en aquel momento estaba preparando las Olimpiadas del 92. Pero, tras muchas tensiones políticas y hasta un doble del Gulliver en Noruega, por fin se decidió construirlo en Valencia en su ubicación actual. Tan sólo la maqueta a escala 1/35 y el boceto eran la base para la construcción del gigante con la técnica de los talleres falleros, así que sus autores iban probando ellos mismos los toboganes antes de la finalización de la obra.

Los viajes de Gulliver

La novela que Jonathan  Swift escribió en 1726  cuenta los viajes del cirujano y capitán de barco Lemuel Gulliver. En su primer viaje naufraga en las orillas de Liliput, donde la altura media de los habitantes es de poco más de 15 centímetros. Después vendrán otros viajes a Brobdingnag, la tierra de los gigantes; Glubbdubdrid, la isla de los magos y finalmente a una tierra gobernada por caballos.

El libro fue escrito como una sátira contra la hipocresía de la política de su tiempo reflejada en las absurdas discusiones de los liliputienses.

Jardines del Turia, la casa de Gulliver

El gran gigante de Valencia duerme sobre los jardines del Turia, uno de los parques urbanos más grandes de España con más de 7 kilómetros de longitud desde el Parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El parque divide, o más bien une, la ciudad a través de 18 puentes de todas las épocas.

Antiguamente el río Turia se desbordaba con facilidad inundando parte de la ciudad. La última gran inundación se produjo en 1957 y se decidió desviar el cauce al sur de Valencia. El espacio que ocupaba el río se convirtió en 1986 en un gran parque con palmeras y naranjos fruto de los proyectos de diversos paisajistas. Se dividió por tramos, y el tramo XII, en el que se encuentra el gran Gulliver, fue el dedicado a lo que se denomina el Parc de Xiquets.

Situado entre el Palau de la Música y la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el parque Gulliver es una de las grandes atracciones que puedes encontrar en los jardines del Turia, entre otras muchas. ¡Solo tienes que recorrerlo para descubrirlas!