Valencia es un magnífico exponente de eso que se conoce como cocina mediterránea. En sus fogones se produce una sabia fusión entre todos sus productos locales, fundamentalmente procedentes de la huerta y del mar. Desde luego, ante tal riqueza de ingredientes no es de extrañar que muchos de los restaurantes valencianos se hayan sumado al carro del éxito y que, incluso, varios de ellos figuren siempre en la lista los mejores comedores del país.
En cuanto a los barrios con mayor concentración de buenos restaurantes, no hay que alejarse del centro histórico para encontrar muchos de ellos. Pero también son muy destacables la zona de La Albufera y la franja litoral, sobre todo en el entorno del puerto, el Paseo Marítimo y la playa de El Saler. Y últimamente están surgiendo muchos locales en la zona de La Ruzafa.
Los mejores restaurantes de Valencia
No solo hay paella en los restaurantes valencianos. También mucha creatividad y un cuidado por el producto local que roza la veneración. Por eso, tantos restaurantes valencianos figuran en las listas de los mejores comedores de España. Estos son algunos buenos ejemplos:
- Senyoret (Av. Francia, 11): producto, tradición y pasión. Esas son las tres palabras que mejor definen a este restaurante situado en el hotel Barceló Valencia. Su propuesta a la carta aúna los mejores sabores tradicionales del Mediterráneo con el ambiente moderno del barrio donde se encuentra, junto a la Ciudad de las Ciencias y las Artes.
- Ricard Camarena (Av. Burjasot, 54 – Bombas Gens Centre d’Art): en 2019 ha estrenado dos estrellas. Camarena es uno de esos chefs que sabe empaparse de los sabores del mundo para luego revisitar la cocina local valenciana y mediterránea. Platos tan brillantes como la flor de calabacín rellena de muselina de cigala.
- Sucede (Almirall, 14): este local, con Miguel Ángel Mayor al frente, rememora la cocina de Valencia desde sus mismos orígenes, a través de las civilizaciones romana, árabe y cristiana. Eso sí, solo utiliza ingredientes anteriores a la conquista de América.
- El Poblet (Carrer de Correus, 8): este local está inspirado por otro de los grandes de la cocina española, Quique Dacosta, aunque frente a los fogones está el cocinero Luis Valls, que realiza una fusión entre sus propias ideas y las de Dacosta. El resultado son platos tan sorprendentes como el cubalibre de foie con escarcha de limón y rúcula, o la sopa de tomates verdes emulsionados con hierbas frescas y gambas pato.
- Riff (Comte d’Altea, 18): al frente de los fogones está el alemán Bernd H. Knöller, establecido en Valencia desde hace muchos años. Este cocinero realiza una interesantísima fusión entre diferentes técnicas de las cocinas europeas a partir del producto local. Un buen ejemplo de su filosofía culinaria es el arroz meloso con levadura de cerveza, champiñón y cacahuete.
Restaurantes clásicos
En Valencia hay restaurantes que superan los 100 años de historia. Locales reconocidos por haber mantenido sus esencias durante décadas y con platos que han traspasado las puertas de estos locales para colarse en los recetarios de muchas casas de la región. Algunos de los más destacados son:
- La Pepica (Passeig de Neptú, 6): más de 120 años contemplan los muros de este local, donde comió el mismísimo Ernest Hemingway y también Joaquín Sorolla. Está especializado en arroces y la estrella de la carta es el arroz Pepica, que es una paella de mariscos sin pieles.
- El Gastrónomo (Av. Primat Reig, 149): alta cocina clásica, con el steak tartar y el tronco de merluza con gambas como platos estrella. También sirven arroces, tal y como se espera de un clásico valenciano, y unos deliciosas crêpes suzette que preparan en la propia mesa.
- La Herradura (Pavia, 32, Módulo 2): cocina autóctona de Valencia es lo que sirve este local, que abrió sus puertas en 1995 en pleno Paseo Marítimo. Es uno de los escasos locales donde se sirve la ostra de Valencia, además de profusión de hortalizas procedente de la huerta levantina.
- Eladio (Xiva, 40): un clásico que se sale de la norma habitual en este tipo de restaurantes, pues aquí lo que se sirve es cocina gallega. De mucha calidad, eso sí, pues el producto llega a diario desde esa comunidad autónoma. Especial atención al capítulo de los postres.
- Zacarías (Ciscar, 16): dos opciones, a la carta o en versión tapas, de las que tienen un gran surtido. Siempre un producto de calidad, con especial protagonismo de los mariscos y los pescados.
Algunos restaurantes económicos
En general, no resulta demasiado difícil comer (o cenar) bien en Valencia por un precio razonable. Así, hay un buen número de restaurantes que ofrecen cartas y menús realmente económicos, sin descuidar la calidad de los productos servidos. Estos son algunos de ellos:
- Punt i Apart (Mestre Bellver, 30-36): casi todo el mundo viene a degustar sus bocadillos, pero también tiene un menú degustación (a muy buen precio) con el marisco como protagonista.
- A tu gusto (Marqués de Lozoya, 4º, Ciudad de las Ciencias y las Artes, bajo): cocina con un importante punto de creatividad y mediterraneidad, siempre muy atenta al producto de temporada. En su bodega hay una amplia selección de vinos nacionales.
- La Bodegueta Nou Moles (Pintor Stolz, 72): muy recomendable, sobre todo, con la llegada del buen tiempo, pues su terraza es un lugar muy agradable. Mejor decantarse por las tapas mediterráneas. Una buena selección de vinos acorde con los precios medios del local.
- Asador Coco Pazzo (Comte d’Altea, 51): es un asador argentino, sí. Pero no podía dejar de hacer algunos guiños a la cocina local, por ejemplo sus deliciosos pescados a la brasa. También elaboran pasta fresca a diario.
Otros buenos restaurantes
El panorama de restaurantes valencianos es, desde luego, amplísima. Desde no hace tanto tiempo se ha incorporado al panorama gastronómico de Valencia el Mercado de San Valero (Gran Vía Germanías, 21). Concebido como un street food, ofrece diez puestos de cocina variada (desde lo italiano a las carnes más suculentas, además de dulces y pasteles), una vinoteca y una barra de bar.
Muy chic y con una decoración muy actual es el restaurante peruano Vuelve Carolina (Correus, 8). Aquí se puede optar por comer en la barra o en mesa, con cartas diferenciadas pero siempre con la deliciosa fusión culinaria de ese país andino como leit motiv.
Por último y muy informal es la propuesta de El Almacén (Sueca, 41), que se define como “nueva cocina rústica”. La idea es atraer a los comensales con sabores de siempre, pero utilizando las revolucionarias técnicas que caracterizan a la nueva cocina española. No en vano sus responsables, Raimón Moreno y Vanina Vila, dieron el salto a la alta cocina de la mano del genial Quique Dacosta.