Como tantas localidades costeras de la provincia de Valencia, Sagunto cuenta con un puerto y un casco histórico a los pies de un castillo. Más de 2.000 años de historia han pasado por sus calles empedradas que ahora son recorridas por turistas en busca de vestigios y leyendas durante sus vacaciones de sol y playa. El encanto del barrio judío con sus estrechos callejones de casas encaladas, sus iglesias góticas y la subida al castillo son algunos de los motivos para hacer una escapada a Sagunto. Desde la Saguntum romana hasta los altos hornos, el papel de esta ciudad ha sido fundamental en varios momentos de la historia.
Castillo de Sagunto y la batalla de Aníbal
El castillo de Sagunto es una fortificación defensiva con murallas de distintas épocas. En este lugar los habitantes de Sagunto lucharon contra Aníbal en lo que fue el comienzo de la Segunda Guerra Púnica que puso en jaque al Imperio Romano. En el castillo, que se divide en 7 plazas, encontrarás restos de íberos, godos y árabes.
- Plaza de Almenara: Aquí se conservan aljibes y pavimentos romanos.
- Plaza de Armas o de Santa María Magdalena: Es el núcleo del castillo y tiene restos del foro romano, templos, columnas y una cisterna tallada en la roca en el tiempo de los romanos.
- Plaza de la Conejera: Con acceso desde la plaza de Armas, formó parte del albacar árabe que servía de refugio para los campesinos y su ganado en caso de guerra.
- Plaza de la Ciudadela: El punto más alto de la fortificación que contaba en su origen con una Torre de Hércules.
- Plaza del Dos de Mayo: En homenaje a la batalla librada aquí contra el mariscal Suchet en la guerra de la Independencia.
El casco antiguo bajo el castillo
Si quieres hacerte una idea de la historia de la ciudad y su importancia a lo largo de los siglos, te recomiendo que vayas al Centro de Recepción de Visitantes situado en la Casa dels Berenguer, un antiguo palacio gótico de los siglos XIV-XV. Las maquetas, paneles y audiovisuales te pondrán en situación antes de recorrer la ciudad.
En la falda de la montaña donde se alza el castillo, se encuentra el Teatro Romano del siglo I, que aún se utiliza en verano para representaciones durante el Festival Sagunt a Escena. Fue acondicionado para las representaciones y ofrece una acústica única.
La plaza Mayor ha permanecido invariable desde la Edad Media, época en que era el centro de la vida comercial. En las proximidades puedes ver parte del Templo de Diana, único edificio que se salvó de la destrucción de la ciudad por parte de Aníbal.
Los restos encontrados durante las excavaciones realizadas en el castillo están expuestos en el Museo Histórico situado en la casa del Mestre Penya. Ofrece una de las más importantes colecciones de epigrafía latina de España. Aquí podrás ver el Toro Ibérico, una de las esculturas más importantes del siglo IV a.C. realizada en piedra caliza.
Puerto de Sagunto y su pasado industrial
A 5 kilómetros del casco antiguo, está la ciudad-factoría de Sagunto que conserva parte de su patrimonio industrial. Dos empresarios vascos crearon la más importante siderurgia del Mediterráneo conectándola por ferrocarril con la mina de la Sierra Menera en Teruel, creando así el gran Puerto de Sagunto.
El Horno Alto nº 2 es el único que queda en pie de los tres que había. Se puede visitar la estructura de 64 metros de alto, de 1922, que produjo el acero y el hierro que se utilizó para la construcción del edificio Windsor de Madrid, la Telefónica de Sevilla o la fábrica Seat en Barcelona, entre otros. Los Talleres Generales-La Nau han sido remodelados para diferentes usos, aunque su misión original fue la reparación de las locomotoras. Por su parte, el Almacén de Efectos y Repuestos ha sido reconvertido en un Museo de Arqueología industrial. Te sorprenderá el contraste de los grupos de viviendas de la ciudad-jardín de la Gerencia, donde se alojaban los ingenieros vascos y el barrio obrero donde vivían los trabajadores.
Playas de Sagunto
El litoral de Sagunto te permite disfrutar de 13 kilómetros de playas premiadas con Bandera Azul. Son playas de arena dorada con bancos de dunas que permanecen fijas gracias a la vegetación y los cañaverales. Un amplio paseo marítimo con servicios de restauración y actividades de ocio hacen las delicias de los veraneantes tras un día de playa. También puedes recorrer sus playas en bici e incluso los campos cultivados y el marjal.
La playa del Puerto de Sagunto se libra del viento, ya que está al norte del puerto que hace de contención de los vientos del sur. Cuenta con servicio de vigilancia, limpieza y duchas. Se trata de una playa accesible para personas con discapacidad y tiene servicio de biblioteca en la playa. Durante el verano puedes alquilar tablas de windsurf y el afterbeach se presenta de lo más animado con música en los bares desde el atardecer.
Al norte, tienes la playa del Canet, una de las más atractivas de la Comunidad Valenciana. Está separada del Puerto de Sagunto por la desembocadura del río Palancia, el club naútico y el Faro de Cabo Canet que se caracteriza por estar situado 300 metros tierra adentro.
Arroz y productos de la huerta
Una visita a Sagunto obliga a disfrutar del arroz en cualquiera de sus variedades. Si bien la paella es la más universal, puedes probar también un arroz a banda o un arroz negro. Pero no todo es arroz, sino también platos con productos de la huerta como la olla de judías y nabos (fesols y naps) o el potaje de garbanzos. De su pasado romano rescata la torta de tomate y la empanadilla rellena de verduras, huevo duro y atún.