El Monte O Castro de Vigo, situado en pleno centro de la ciudad, es uno de los parques más queridos por los vigueses y, sin duda, un lugar de recomendable visita para todo aquel que venga de fuera.
Un espacio poblado desde hace más de 2.000 años, con construcciones fundamentales para la supervivencia de la ciudad durante siglos, que además regala algunas de las mejores panorámicas tanto del casco urbano como de la comarca en la que se encuentra, la ría y el Océano Atlántico.
Desde mediados del siglo XX se ha cuidado el paisajismo de este lugar, creando espacios para el esparcimiento de grandes y pequeños. Así, aquí se pueden encontrar tanto zonas infantiles como instalaciones deportivas en las que ponerse en forma, además de abundante arbolado y zonas de descanso.
- Historia del Monte O Castro de Vigo
- Cómo llegar al Monte O Castro
- Qué podrás ver en lo alto del Monte O Castro
- Dónde alojarse en Vigo
Historia del Monte O Castro de Vigo
La historia del Monte O Castro de Vigo está absolutamente ligada al desarrollo y supervivencia en el tiempo de esta localidad. De hecho, el origen de la actual Vigo se encuentra precisamente en este promontorio. Es aquí donde se establecieron sus primeros pobladores, hacia el siglo III antes de nuestra era, probablemente por la posición estratégica de este lugar, que les permitía controlar la ría y buena parte de la costa. De esta forma podían mantener, sin demasiados sobresaltos, tanto las actividades agrícolas, como ganaderas y pesqueras.
Aquellos primigenios habitantes se establecieron en castros, las típicas construcciones pétreas circulares que caracterizan a tantos otros poblados gallegos de origen celta. De las viviendas se conservan en el Monte O Castro unas 45, como vamos a ver más adelante.
En la Edad Media la localidad ya había crecido hasta el punto de necesitar un férreo sistema fortificado de defensa. Por eso, sobre el Monte O Castro se construyó un castillo. Esta construcción fue remodelada y fortalecida durante el siglo XVII conectándola a través de lo que fueron las antiguas murallas de la ciudad con el castillo de San Sebastián. Aunque esa resistencia fue vencida durante la Batalla de Rande, a principios del siglo XVIII.
El Monte O Castro también tuvo su importancia durante la invasión napoleónica de principios del siglo XIX, convirtiéndose en un punto de resistencia de la población viguesa, que finalmente venció a las tropas francesas.
En 1934, durante la II República, el Ministerio de la Guerra cedió la gestión del monte al municipio, comenzando su transformación en el gran parque urbano y el área arqueológica que hoy es el Monte O Castro.
Cómo llegar al Monte O Castro
Al monte O Castro se puede llegar a pie fundamentalmente desde dos puntos de la ciudad. Por un lado desde la Plaza de España: hasta la cima hay ruta de algo menos de un kilómetro, aunque bastante pronunciada. Así que se recomienda tomarla con calma, parando para disfrutar y admirar las diferentes atracciones y puntos panorámicos que hay a lo largo del camino. También se puede acceder desde la Calle Camelias, en una ruta algo menos empinada y aprovechando las escaleras mecánicas que hay desde la Puerta del Sol.
La alternativa para quien tenga dificultades motoras (o para los menos animosos) es subir en vehículo propio o un taxi hasta el inicio de la fortificación. Desde allí solo quedan unas decenas de metros hasta la cumbre.
Por otro lado, y aunque algo más alejada de este punto está la parada de las líneas 11, 17, C3 D, U2, XG621 y XG883B de bus urbano situada en el Plaza del Rey. Desde ella se puede acceder al parque en una caminata de varios minutos.
Qué podrás ver en lo alto del Monte O Castro
Aparte del placer que supone pasear por este espacio de naturaleza modificada y elaborado paisajismo y las magníficas vistas al resto de la ciudad y la ría, en el Monte O Castro se puede disfrutar de estos elementos:
- Monumento de las Anclas
Conmemora el hundimiento de las decenas de galeones atacados y hundidos por los ingleses durante la Batalla de Rande, en 1702, frente a la ciudad. El monumento es obra del artista Desiderio Pernas y está compuesto por tres de las anclas de aquellos navíos.
- El castillo
Aunque su origen es medieval, lo que hoy se puede observar de esta construcción data de mediados del siglo XVII. Se trataba de una gran fortificación compuesta por tres partes: el propio castillo situado en el Monte O Castro, unido por un cinturón de murallas (hoy desaparecidas) con el Castillo de San Sebastián.
- Estanque
Es uno de los espacio más fotografiados del Monte O Castro y con razón. En realidad se trata de una fuente ornamental, rodeada de jardines de estética neoclásica y presidido por la escultura de los tres marineros sujetando el castillo. Es decir, el símbolo de la ciudad.
- Miradores
En el Monte O Castro hay varios miradores situados tanto en la parte superior como a lo largo del recorrido de acceso al castillo. Desde todos ellos se puede observar en altura tanto la ciudad de Vigo como su entorno marítimo y los montes cercanos. Muy espectaculares son los miradores en grada, de forma triangular, en forma de anfiteatro.
- Yacimiento arqueológico
Situado en la parte baja del monte y parque, agrupa unas 45 construcciones de tipo castreño. De hecho, se han reconstruido tres de ellas, incluyendo su techumbre vegetal, lo que permite conocer la forma de vida en los castros gallegos hace algo más de 2.000 años.
Dónde alojarse en Vigo
Junto al centro de la ciudad y con unas magníficas vistas está el Hotel Occidental Vigo. Se trata de un comodísimo alojamiento de 4 estrellas que ofrece 104 habitaciones. Todas ellas decoradas de una forma acogedora y práctica e ideales tanto para personas que vienen a Vigo en viaje de negocios, como para familias y amigos que quieran disfrutar de todas las bellezas y oportunidades culturales, gastronómicas y de diversión que alberga esta ciudad.
Uno de los lugares más atractivos de este hotel es el Snack Bar, que abre entre las 7 y las 23 horas y que resulta ideal para tomar un café o un aperitivo en cualquier momento y con las mejores panorámicas a la ría. Además, el desayuno buffet permite disfrutar de todo tipo de delicias tanto locales como internacionales. Y los huéspedes más activos pueden hacer uso de forma libre del bien gimnasio, muy bien equipado.