En el Atlántico, frente a las costas de las Rías Baixas, emergen unas pequeñas islas que son un paraíso natural, un milagro en la conservación, frente a la ocupación turística del resto del país. Se trata del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, que engloba varios archipiélagos como el de las Cíes, el de Ons, Sálvora o Cortegada y que guarda secretos como playas increíbles y fondos marinos únicos.
- Contexto natural y geográfico
- Qué islas componen el Parque Nacional
- Qué podrás hacer en tu visita
- Consejos para tu visita
Contexto natural y geográfico
El Parque Nacional de las Islas Atlánticas en Galicia es uno de los más espectaculares del país gracias a la belleza de sus islas y a la enorme riqueza biológica que conservan sus ecosistemas marinos.
Ubicado frente a las Rías Baixas, estos archipiélagos crean una barrera natural frente al Atlántico, lo que le confiere un ambiente estuárico.
Dentro de las islas, se alternan las enormes dunas con acantilados, matorrales y hasta bosques de roble. Pero uno de los grandes tesoros del parque se encuentra en el fondo marino con sus algas pardas donde vive una gran variedad de animales, entre ellos muchos bivalvos que aprovechan los importantes fondos de Mäerl.
Uno de los aspectos más llamativos entre los animales terrestres, entre los que destacan el lagarto o las salamandras, es cómo se han ido separando de los de la península, desarrollando características propias, como ocurre en Sálvora. Destaca igualmente la importante reserva de gaviotas patiamarillas y el cormorán moñudo, que supone una de las mayores colonias de Europa.
Qué islas componen el Parque Nacional
El Parque Nacional de las Islas Atlánticas está formado por los archipiélagos de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
Concretamente, las Cíes están compuestas por tres islas: Monteagudo, Faro y San Martiño y los islotes de Agoeiro o Boeiro, Penela dos Vinos, Carabelos y Ruzo. Es en su cara este donde se encuentra la increíble playa de Rodas, que actúa de puente entre Monteagudo y Faro.
El archipiélago de Ons, frente a la ría de Pontevedra, se compone de dos islas; Ons, la más grande y todavía poblada, y Onza. En el caso de Sálvora sólo cuenta con islotes que conforman una especie de laberinto rocoso que la protege.
La isla de Cortegada, boscosa y abandonada, también cuenta con el islote Malveira Grande que es una zona reservada que conserva uno de los escasos bosques insulares de roble melojo.
Qué podrás hacer en tu visita
Desde que se creó en este espacio, los responsables del Parque Nacional han programado visitas guiadas, talleres para niños, charlas sobre la riqueza de estas islas e incluso cursos de formación.
De hecho, la mejor forma de comprender la importancia de esta reserva es con las visitas guiadas a todas las islas que se organizan durante los meses de verano. En las islas Cíes y Ons, estas citas son todos los días, pero en Sálvora y Cortegada son algunas fechas al mes que se publican con antelación en la web del parque para que podamos hacer la reserva.
La ruta por las Cíes muestra los distintos paisajes de su isla principal y acaba en uno de sus impresionantes miradores, el de Pedra da Campá o el de Alto do Príncipe, buscando unas vistas únicas.
En el caso de Ons, la parte central del itinerario de unos cuatro kilómetros y de carácter circular discurre por las cercanías del faro, cruzando los barrios que aún están habitados, la playa y los acantilados. Es un camino de unas dos horas de duración.
La visita a Cortegada, un bosque en medio del mar, como se la conoce, tarda unas dos horas y media y supone una ruta circular por el perímetro de la isla.
En Sálvora, un terreno lleno de leyendas, se puede visitar la aldea abandonada y el exterior del faro. En los cinco kilómetros de sendero serán las piedras las que narren la historia de su origen y el destino de sus habitantes.
Consejos para tu visita
El primer consejo para visitar alguna de las islas del parque es saber que hay un cupo diario de visitantes y hay que conseguir una autorización para las islas Cíes y Ons en temporada alta. Es la Junta de Galicia la que facilita las autorizaciones de manera online y de forma muy sencilla.
Si ya tenemos todo listo para el viaje conviene seguir algunos consejos como que no hay papeleras en los espacios protegidos por lo que hay que llevar una bolsa para la basura o que está prohibido dar de comer a los animales que viven en el parque.
En la mochila hay que meter agua, protección solar y algo de abrigo. Tampoco se nos pueden olvidar las gafas de buceo, algo de neopreno si tenemos, calzado cómodo para caminar, las gafas de sol y los prismáticos para poder observar algunos de los secretos que guardan estas islas.
También hay que tener en cuenta que no hay recursos sanitarios en estos archipiélagos por lo que no está de más meter un pequeño botiquín con lo que podamos necesitar durante nuestra visita.
Las rutas y senderos para recorrer estos espacios increíbles están marcados en todas las islas y no se puede salir de las señalizaciones establecidas. Además, está prohibido llevarse conchas, rocas y otros elementos que conforman el parque natural.