Vigo es una ciudad fácil para viajar con niños, además de divertida y muy enfocada a que todos sean protagonistas. Podríamos pensar que el mar y la naturaleza son el principal atractivo de esta ciudad gallega, sin embargo, no podemos perdernos la visita al Museo Verbum, el del Mar o algunos de sus increíbles parques.

  1. Selección de planes adaptados
  2. Recomendaciones y consejos

Selección de planes adaptados

La playa de Samil

Cualquier playa es un planazo para ir con niños pero la de Samil es especialmente divertida para los peques. Además de su enorme paseo, de más de un kilómetro de largo, que permite coger la bicicleta y disfrutar de unas vistas increíbles sobre las islas Cíes, la zona está llena de oportunidades de pequeñas aventuras para disfrutar con los niños como las piscinas públicas y gratuitas, parques de juegos, pistas de baloncesto y hasta una pista de patinaje. 

Samil también es el lugar ideal para apostar por una experiencia en barco ya que podemos contratar desde aquí una excursión a las islas Cíes o a la isla de Ons.

Playa de Samil en Vigo, Galicia, Pontevedra, España. Rocas, mar, árboles y un restaurante

Museo Verbum

Se trata de un museo bastante particular, diferente y muy llamativo para ir con niños. Se le conoce también como la Casa das Palabras y se centra básicamente en explicar los distintos aspectos que se ponen en marcha en la comunicación humana como el lenguaje, los idiomas, las palabras, las letras, los sonidos o los signos. Eso sí, todo el recorrido se hace con juegos y actividades interactivas: tocar botones, hacer sonidos, luces de colores… un paraíso para los más pequeños que disfrutan aprendiendo en todo momento.

El edificio, un diseño del arquitecto César Portela, se estructura en 29 cubos con 81 módulos a través de los cuales se van desarrollando las distintas temáticas del museo.

El Museo del Mar

Ver el Museo del Mar y su super acuario de 140.000 litros de agua siempre es una buena idea para hacer disfrutar a los más pequeños, y también a los mayores. 

Situado en Alcabre, el museo ha desarrollado una serie de talleres y actividades enfocados en inyectar en los más pequeños el virus de la curiosidad sobre mares, océanos y sus habitantes

Entre sus paredes, se ofrecen charlas sobre el origen de la vida, reciclaje, artesanía y todos los jueves es el día sagrado para descubrir el gran acuario, una actividad permitida para niños desde los 4 años.

Además, en sus distintas salas se puede aprender mucho sobre especies marinas y del ecosistema que une la tierra con las islas Cíes, incluidas las bateas de mejillón tan típicas de Vigo y de las rías.

Vigozoo

Una visita al zoo siempre es un seguro de diversión para los niños pero encima, en el de Vigo, se puede descubrir la vida de animales no sólo salvajes o difíciles de ver, sino también los que eran fácil de encontrar en una granja o en un pazo y que ahora se han convertido en un lujo jugar con ellos, como los burros. 

A partir de ahí, hay que buscar al león o al lince, a las cebras o hasta a los increíbles lemures. También hay una zona especial para insectos y arañas que no siempre es lo más tranquilo para visitar, pero seguro que les va a interesar mucho a los niños.

Aprovechando su increíble posición para investigar el cielo de Vigo, en verano y a partir de las diez de la noche, un día a la semana suelen hacer un taller de astronomía que nos hará viajar no sólo a otro lugar, sino puede que a otro tiempo.

Castrelos y el pazo

Los parques infantiles de Vigo están diseñados especialmente para hacer subir la adrenalina de los más pequeños, sobre todo por sus toboganes gigantes. Sin embargo, si hay uno que sobresale por encima de todos es el de Castrelo, en la ribera del río Lagares.

En esta extensa zona verde de 220.000 metros cuadrados se puede encontrar de todo: zonas boscosas, las famosas camelias y un parque de juegos enorme con tirolina, columpios giratorios, estructuras para escalar y hasta arenero.

Y, sobre todo, podemos descubrir en el Pazo Quiñones de León un museo lleno de pinturas y descubrimientos arqueológicos en el tamaño perfecto para interesar a los pequeños visitantes pero no llegar a cansar.

Pequeño lago en el parque de Castrelos en la ciudad de Vigo, España

De ruta en bici

La bicicleta es un buen vehículo para que niños y mayores recorran otro de los montes de Vigo más populares, O Castro. En esta zona de bosque, donde en verano puedes encontrar sombra y fresco casi en cualquier punto, hay pistas para las bicis pero también para los patinetes y los patines, por lo que es un sitio ideal para andar sobre ruedas con los niños.

Si preferimos aparcar la bici un rato y caminar, este monte ofrece alguna ruta muy sencilla y también podemos acercarnos al monte Aloia y tomar uno de los senderos recomendados para hacer rutas infantiles, indicados especialmente para que no se cansen demasiado.

Montar a caballo

Otra manera de recorrer la naturaleza viguesa es a caballo, una actividad para niños que está muy instalada en la zona. La mayoría de estas actividades parten desde Monte Galiñeiro o en Mougás. Hay varios lugares en Vigo donde puedes llevar a los niños a montar a caballo. Los paseos a caballo generalmente te llevan a recorrer algunos de los mejores lugares de la ciudad, y siempre en compañía de un guía experto que te estará orientando con respecto al comportamiento de los animales y la forma de montar, en caso de que no sepas hacerlo.

Los paseos a caballo más populares son los que se hacen en Monte Galiñeiro y en Mougás. Durante la ruta desde Galiñeiro es fácil disfrutar de unas vistas increíbles sobre la ría de Vigo, la bahía de Bayona o la propia ciudad de Vigo.

Otra opción también muy popular y que suele estar muy concurrida es la ruta que recorre directamente el Monte Aloia.

Vialia y otras plazas

Ya hemos contado que muchas plazas de Vigo se han convertido en un miniparques de atracciones gracias a los toboganes gigantes que se han instalado en muchas de las zonas de juego. Además, en el centro comercial Vialia, uno de los más nuevos de la ciudad, está el llamado Gran Faro, un área para niños con un tobogán de hasta 10 metros de altura que se une a su urban skate park y pista de fútbol y baloncesto, entre otras opciones de ocio especialmente pensadas para los niños.

Recomendaciones y consejos

La mejor época del año para viajar a Vigo con niños es verano, porque es cuando el tiempo es más seco. Aún así, siempre hay que echar en la maleta un chubasquero y zapato cerrado por lo que pueda pasar porque la ciudad viguesa está preparada para que la vida siga fluyendo, incluso con más fuerza, aunque caigan cuatro o cuatrocientas gotas.

Además, si viajas con niños tienes que llevar ropa cómoda para disfrutar de las rutas en bici, caminando o a caballo y sobre todo no olvidar el bañador, porque las playas de la zona merecen mucho la pena.