La Porta do Sol
Cualquiera que viaje a Vigo hace una visita a la Sirena, la curiosa escultura que preside la Porta do Sol. Esta obra de Francisco Leiro, instalada en 1991, es ya uno de los símbolos de la ciudad. Fue bautizada como el hombre pez, aunque rápidamente se ganó el apodo del sireno. Está construida en acero sobre dos columnas de granito negro de 11 metros de altura.
La Porta do Sol conecta el centro histórico de Vigo con el ensanche de los siglos XIX y XX. De esta plaza parten calles como Policarpo Sanz, Príncipe y García Barbón, donde encontramos edificios señoriales, muchos de ellos vinculados en sus orígenes a la banca o al ámbito cultural, como el Teatro García Barbón (de Antonio Palacios), el Teatro Fraga o el Círculo Mercantil. Los edificios crecieron en altura y se ornamentaron, destacando estilos arquitectónicos como el racionalismo, el eclecticismo, el modernismo o el clasicismo, incluso con influencias francesas con la aparición de grandes buhardillas y balcones.
Desde el Sireno parte la emblemática calle Príncipe, la calle de las compras y una de las más populares del centro de Vigo, donde encontrarás tiendas de las principales marcas de moda. Esta calle peatonal desemboca en otro símbolo singular de Vigo, La Farola, diseñada por Jenaro de la Fuente (arquitecto del balneario de Mondariz) y punto de encuentro de todos los vigueses.
Es a partir de aquí cuando el Ensanche gana terreno, diferenciando la parte norte, más cercana al mar, de la sur, cuyo eje es la Gran Vía.
Es interesante dirigirse hacia el mar por calles como Colón, Pontevedra, Velazquez Moreno o Reconquista, para seguir explorando el centro de Vigo. En el camino hacia el mar destacan dos jardines: el de la Alameda y el de las Avenidas, en pleno paseo marítimo. En este último encontrarás varias esculturas, entre ellas un monumento a Julio Verne, que ambientó aquí, en Vigo, un capítulo de su obra Veinte mil leguas de viaje submarino.
Esta es otra zona noble del Ensanche vigués, con hoteles, restaurantes de prestigio y algunos edificios singulares como la sede del Real Club Náutico.
No te pierdas la zona sur del Ensanche, a partir de la calle Urzáiz. La Gran Vía, con su particular pendiente, abre la ciudad hacia los desarrollos urbanísticos posteriores del siglo XX y sirve de eje a partir del cual se distribuyen calles de carácter claramente residencial y comercial. La Plaza de España, con su característico Monumento a los Caballos, marca la cima de esta avenida, muy cerca del más famoso de los miradores vigueses, el Monte do Castro.
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