El bullicio de Estambul puede ser realmente estresante. Sin embargo, entre los zocos, los vendedores insaciables y el tráfico caótico de la antigua capital del Imperio Otomano, también se esconden auténticos oasis de paz y relajación. Un lugar perfecto para olvidar los problemas y limpiar el cuerpo y la mente. Estos son los famosos hammam, también conocidos como baños turcos.

Tras el éxito de los baños romanos, aparecieron los baños turcos. Éstos se extendieron por todo el mundo islámico medieval y se convirtieron, además de un lugar para la limpieza del cuerpo, en un punto de reunión social e incluso político. A España llegaron durante la ocupación árabe de la Península Ibérica; sin embargo, Isabel la Católica los prohibió para acabar con las prácticas homosexuales que tenían lugar en ellos. Durante el siglo XVIII, en la ciudad de Estambul había más de 150 baños y se popularizaron tanto que a mediados del siglo XIX ya eran comunes en la Europa occidental.

 

 

Qué es un baño turco

baños turcos en estambul
Baños turcos en Estambul

Un hammam es un baño de vapor en el que se limpia y relaja el cuerpo. También recibe este nombre el edificio donde se realiza el baño. Los más tradicionales suelen estar decorados con mármol, ya que este material conserva el calor, e impresionantes elementos arquitectónicos de gran riqueza cultural. La mayoría cuenta con, al menos, 4 salas y están divididos en espacios para tratamientos de hombres o de mujeres. En la primera, la sala tibia, se comienza a relajar el cuerpo con un flujo de aire caliente continuo. Luego se pasa a una sala caliente y después se sumerge el cuerpo en una piscina fría. A continuación se limpia y frota el cuerpo, se realiza un masaje y finalmente se pasa a la sala de enfriamiento para terminar de relajarse.

Hay que aclarar que el masaje turco consiste en enjabonar y frotar todo el cuerpo sobre una losa de mármol caliente, con bastante fuerza para eliminar las pieles muertas. De ello se encarga el tellak (para hombres) y la natir (para mujeres), quienes suelen usar también guantes de kessa (exfoliantes) y esponjas. Normalmente a la entrada del hammam reparten unos zuecos de madera y una futa o peshtemal, tela fina que se utiliza como toalla y que se coloca alrededor de la cintura. Los masajes se dan sin ropa y con bastante energía.

Mejores baños turcos de Estambul

La mayoría de los baños turcos de la ciudad están orientados, hoy en día, al turismo. Puedes encontrar algunos tradicionales e históricos y otros más nuevos y modernos. Tienes varias opciones donde elegir, así que atento a nuestras recomendaciones.

Hammam Cemberlitas:

Este es, quizás, el más conocido de Estambul. Se encuentra en el casco histórico de la ciudad, junto al Gran Bazar, y fue construido por el arquitecto Sinan en 1584. Este arquitecto fue el más famoso del imperio por construir muchas mezquitas de la ciudad, entre ellas la impresionante Mezquita de Suleiman (Suleimaniye).

El baño cuenta con salas divididas para hombres y mujeres, y ofrece diversos tratamientos junto con el recorrido usual.

Aga Hamani:

Construido en 1454 para uso exclusivo del Sultán Mehmed el Conquistador y sus hijos, este hammam ofrece servicios básicos, masajes tradicionales turcos e, incluso, mascarillas faciales. Se encuentra cerca de la Plaza Taksim y los miércoles por la tarde es de uso exclusivo para hombres.

Hammam Cagaloglu:

Baños turcos en Estambul
Baños turcos en Estambul

Este baño turco está considerado como el último hammam histórico construido en Estambul. Fue levantado en 1741 y, aún hoy día, conserva las hermosas cúpulas con orificios que dejan pasar la luz, las fuentes y la gran piedra de mármol central. Se encuentra cerca de la mezquita de Santa Sofía.

Hammam de Suleymaniye:

Se trata de uno de los baños turcos más antiguos de Estambul. Fue diseñado por Sinan durante la época de Solimán el Magnífico y formaba parte del complejo de la Mezquita de Suleiman, que también tenía un hospital y una escuela. Es un lugar ideal para parejas y familias, ya que se trata del único hammam mixto de Estambul.

Ayasofya Hürrem Sultan:

Este hamman lleva el nombre de una de las mujeres otomanas más poderosas de la historia: Hurrem Sultan. Fue construido en 1557 sobre unos antiguos baños romanos frente a la mezquita de Santa Sofía. Es un lugar algo más exclusivo, lujoso y moderno que el resto de baños turcos de la ciudad.