A Mdina se la conoce como “la ciudad del silencio” por su tranquilidad. Se trata de una hermosa y amurallada localidad, situada en pleno corazón de Malta, donde residen tradicionalmente las familias más nobles de la isla desde el siglo XII. Sus estrechas y laberínticas calles están jalonadas de grandes casas, conventos, museos, palacios, cafés y monasterios. En su catálogo de obras de arquitectura medieval y barroca, sobresale la catedral de San Pablo, que lleva el nombre del apóstol que naufragó en Malta en el año 60 después de Cristo e introdujo el cristianismo en las islas.
Cuando llega la noche, Mdina adquiere un halo romántico y mágico con el cielo iluminado por la luna que alumbra las callejuelas del casco histórico y convierte la ciudad en un lugar perfecto para dar paseos, especialmente si se viaja en pareja. Por cierto, Mdina (Malta) ha sido escenario de series tan populares como “Juego de Tronos”.
- Historia de Mdin
- Arquitectura de Mdina
- Qué ver en Mdina
- Mdina en “Juego de tronos”
- Dónde comer en Mdina
- Dónde alojarse en Malta
Historia de Mdina
Fundada por los fenicios en el año 700 a.C., Mdina fue rebautizada por los romanos con el nombre de Melite (Ciudad de la Miel), seguramente por la abundancia de colmenas en la isla. Además de fenicios y romanos, la ciudad estuvo habitada, a lo largo de su historia, también por los árabes, que le otorgaron el nombre de Mdina, y por los caballeros de la Orden de Malta, que construyeron la mayor parte de los edificios que hoy sobreviven. Sin embargo, el trazado urbano de la ciudad es típico de las ciudades árabes, con calles estrechas entrelazadas. Hay que recordar que Mdina fue la capital de Malta hasta el año 1530. Después fue perdiendo poder y población, hasta quedar prácticamente deshabitada. En la actualidad cuenta con unos 300 habitantes.
Arquitectura de Mdina
La arquitectura de Mdina se despliega en torno a la antigua ciudad amurallada. En el deambular por la ciudad, el viajero descubre que hay una mezcla armoniosa de edificios de arquitectura medieval y barroca. Los más sobresalientes son la catedral de San Pablo y el Palazzo Falson, sin olvidar el puente y la Puerta Principal de Mdina, que datan de tiempos del gran maestre António Manoel de Vilhena.
Qué ver en Mdina
Mdina no es una ciudad grande y, normalmente, suele visitarse junto a la vecina Rabat que, aunque técnicamente es una ciudad aparte, en la práctica está separada de Mdina por una plaza. Sin embargo, cada una tiene su propia autonomía. Así que enumeraremos todos los monumentos que hay que ver en Mdina (Malta).
Puerta de Mdina
También conocida como Mdina Gate o Puerta de Vilhena, representa el acceso principal a la ciudad fortificada. Fue construida en estilo barroco en 1724 durante la magistratura del gran maestre António Manoel de Vilhena y hoy es uno de los grandes atractivos turísticos de Mdina. La parte trasera de la puerta está decorada con relieves de San Publio, Santa Águeda y San Pablo, los santos patronos de Malta.
Catedral de Mdina
Reconstruida en el año 1705 tras ser dañada seriamente por un terremoto, la catedral de San Pablo de Mdina es la iglesia más importante de Malta. En su interior, se pueden contemplar obras de Mattia Pretti, muros entelados y un pavimento formado a base de lápidas. Al lado de la catedral, se encuentra el Museo Catedralicio que da fe de la importancia del arte maltés.
Palazzo Falson
Este antiguo palacio maltés, completamente restaurado, fue abierto al público en 2007. En su interior alberga importantes colecciones de arte, de útiles y de antigüedades. Merece la pena hacer una visita guiada para conocer cómo era la vida cotidiana de los nobles malteses. Está abierto de martes a domingo de 10 a 17 horas.
Piazza Mesquita
Se trata de una bonita y fotogénica plaza ubicada dentro del recinto amurallado de la ciudad medieval. Situada junto a la catedral, está rodeada de palacios y edificios señoriales muy bien rehabilitados.
Convento de los Carmelitas
La orden de los carmelitas desembarcó en Malta en 1418 y uno de los conventos que fundaron es el que se encuentra en Mdina. Tiene seis capillas y sus frescos son una preciosidad. Hay un cuadro de la Virgen del Carmelo firmado por Mattia Pratti que suele salir en procesión una vez al año, durante su fiesta.
Fortaleza de Mdina
Mdina fue amurallada por los árabes en el año 880 y más tarde se construyó un foso a su alrededor. En la década de 1540 se edificaron dos bastiones en las esquinas de la fortaleza que fueron seriamente dañados por el terremoto de Sicilia de 1693. Durante la reconstrucción de siglo XVIII, en 1724, se hizo la Puerta de Vilhena y se completó el bastión de Despuig. Recientemente, el foso se cubrió con árboles frutales y olivos.
Mdina en “Juego de tronos”
El carácter medieval de Mdina despertó el interés de los productores de la célebre serie “Juego de Tronos”. Ya en la primera temporada algunos escenarios de la ciudad se trasladaron a la pantalla, como la Puerta de Mdina, el puente, sus túneles y callejuelas, además de su hermosa Piazza Mesquita. También quedaron inmortalizados en “Juego de Tronos” algunos espacios de la vecina Rabat, como el claustro del Convento de Santo Domingo.
Dónde comer en Mdina
Existen numerosos restaurantes y cafés en Mdina para disfrutar de la gastronomía maltesa. Uno de los más conocidos es el acogedor Fontanella Tea Garden, que se encuentra sobre las murallas de Bastion Street. Ofrece unas vistas increíbles y la cocina es tradicional con propuestas muy mediterráneas. Dicen que aquí se sirve la mejor tarta de chocolate de la isla. Otro restaurante muy conocido y de comida típica maltesa es Don Mesquita, situado en la plaza Mesquita. Y la Trattoria AD 1530, ubicada frente al Palazzo Vilhena, en una plaza tranquila, también es una buena opción, con ricas propuestas internacionales de carne y pescado basadas en el producto maltés.
Dónde alojarse en Malta
Si quieres conocer Mdina en tu escapada a Malta, y alojarte en un hotel donde tengas asegurado el descanso y la comodidad, te recomendamos, por su excelente relación calidad-precio, el hotel Barceló Fortina Malta. Se trata de un establecimiento de cinco estrellas muy acogedor situado en el paseo marítimo de Sliema y con unas fantásticas vistas al Mediterráneo y a La Valeta. Cuenta con 183 habitaciones con terraza, modernas, equipadas y muy confortables. Tiene un restaurante internacional, donde podrás disfrutar también de la gastronomía típica maltesa, y un equipado spa para que puedas relajarte con algún tratamiento, sauna o hamman. En definitiva, un verdadero oasis para sentirse como en casa (o mejor).