A 1.813 metros sobre el nivel del mar se encuentra el roque Nublo, una inmensa roca volcánica de 80 metros de altura que fue lugar de culto de los antiguos aborígenes. Se conoce que la isla de Gran Canaria se formó hace 14,5 millones de años a causa de un volcán. Tres grandes erupciones, con periodos de inactividad y erosión de por medio, fueron las responsables del abrupto relieve que se manifiesta hoy desde las cumbres hasta la costa.

  1. Parque Rural Roque Nublo y altitud del roque
  2. De ruta al roque Nublo de Gran Canaria
  3. Recomendaciones para visitar el Roque Nublo
  4. Dos poblaciones cercanas
  5. Dónde alojarse cerca del Roque Nublo

Los primeros pobladores de Gran Canaria, bereberes que provenían del norte de África, se establecieron en lugares elevados y basaron su economía en el cultivo de cereales. Se cree que su éxito agrícola se debe al conocimiento exacto de las estaciones y cambios en el calendario, posible gracias a la observación del sol, las estrellas y la luna. Lo que hoy se conoce como astronomía, antiguamente era considerado magia, e incluso confundido con religión. Los aborígenes se reunían en torno a lugares sagrados (conocidos como almogarenes) para celebrar rituales y adorar al dios Acorán, también conocido como “El Celestial”. Uno de estos lugares de culto era el roque Nublo. Quizás su forma caprichosa y elevación sobre el nivel del mar jugaron a su favor, o quizás lo hizo su buena ubicación para observar los lunasticios desde el roque Bentayga. Un fenómeno astronómico que se produce una vez cada 18,6 años donde la luna llena se sitúa en su posición más al sur en la esfera celeste.

 

Parque Rural Roque Nublo y altitud del roque

Roque Nublo es el tercer lugar más elevado de Gran Canaria, por detrás del Morro de la Agujereada y el Pico de las Nieves, y se encuentra en el centro geográfico de la isla, en el municipio de Tejeda. En 1987 fue declarado Espacio Natural, y en 1994 Parque Rural, convirtiéndose así en un símbolo canario. El paisaje que envuelve a este gigante de piedra, que parece sacado de otro planeta, está repleto de pinos, retamas y tajinastes, que cuando salen sus flores rojas ofrecen un espectáculo único.

En los días soleados, los rayos de sol se filtran a través de los pinares, dotando al bosque de una atmósfera cálida y agradable. En el cielo, algún guirre o cernícalo planea casi estático en el aire, acariciado por los suaves alisios (vientos templados que mantienen el buen clima del archipiélago todo el año). Para ver las nubes no hay que mirar hacia arriba, sino bajo nuestros pies. Gracias a los vientos, las nubes se dirigen hacia las laderas montañosas, creando un mar de nubes tranquilo y esponjoso que recuerda a un algodón de azúcar. Por encima de los 1.500 metros de altura se puede disfrutar de este paisaje, que al atardecer se vuelve, si cabe, aún más hermoso con tonos dorados y las primeras sombras nocturnas.

Roque nublo
Roque nublo

De ruta al roque Nublo de Gran Canaria

Si practicas senderismo, la ruta para llegar al Roque Nublo empieza en la misma carretera general, dejando el coche en el aparcamiento de La Goleta y caminando unos 3 kilómetros (ida y vuelta). El sendero está señalizado con carteles y la dificultad no es alta, por lo que se puede realizar con niños y personas mayores. Incluso se organizan excursiones nocturnas para observar el cielo estrellado. En el camino, además de unas espectaculares vistas de la caldera de Tejeda y el pozo de las Nieves, se encuentra el curioso roque del Fraile, una formación rocosa que parece rezar inclinada hacia el valle, vistiendo un hábito con capucha. Otro elemento natural que engaña a la vista es el roque de la Rana, fiel compañero del Roque Nublo, y cuya posición recuerda a una rana sentada sobre un nenúfar mirando al roque vecino.

 

 

 

El sendero serpentea entre bosques de pinos, antiguas coladas de lava y columnas de piedra hasta llegar a la cumbre, donde el paisaje se abre espléndido y generoso para recibir a los visitantes. Muchos consideran las vistas panorámicas desde este lugar las mejores de toda la isla, con el Teide a lo lejos y el océano Atlántico en medio. El aire fresco y limpio de la montaña contribuye a recuperar el aliento mientras los ojos se maravillan recorriendo valles, barrancos y pequeños pueblos salpicados entre las montañas. Sin duda alguna, vale la pena la subida y descubrir uno de los lugares más especiales de la isla.

En esta zona de la caldera de Tejeda también se encuentra el roque de Bentayga, el último bastión de los

Roque Nublo
Impresionante atardecer en Roque Nublo

indígenas canarios antes de la conquista por parte del Reino de Castilla, cuya lucha duró casi un siglo. En la isla de Gran Canaria había dos guanartemes (reyes): Bentejuí y Tenesor. El primero luchó contra la invasión del ejército real hasta el final, guiando al pueblo desde el roque hasta el barranco de Tirajana, donde finalmente se arrojó al vacío en lugar de entregarse. El segundo, tras ser capturado y llevado ante los Reyes Católicos volvió a la isla aliado con el enemigo, bajo el apodo de Fernando de Guanarteme, y con la intención de que su antiguo pueblo se rindiera. Para muchos fue un traidor, que hoy en día sigue causando polémicas, y para otros fue un pacificador que quería evitar la masacre de su pueblo.

No es de extrañar que el anciano monolito haya cautivado a miles de personas entre los que se encuentran numerosos músicos, pintores y escritores. Miguel de Unamuno se refirió al paisaje del roque Nublo como “una tempestad petrificada” y el cantante Néstor Álamo, que compuso en 1936 Sombra del Nublo (hoy himno de Gran Canaria), se refirió a él como “piedra lunar”, “altar de mi tierra amada” y “alma de fuego y lava junto al mar”. Palabras que resuenan como un eco del pasado, profundamente arraigadas en el corazón de sus habitantes.

Recomendaciones para visitar el Roque Nublo

El Roque Nublo es una visita obligada en Gran Canaria por lo que debes contemplarla en tu agenda de las vacaciones. Si viajas en familia y los niños son muy pequeños no te lo aconsejamos, si son mayorcitos puedes optar por la ruta corta, que tiene una longitud de 1,5 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Lo idóneo es que dejes el coche en el aparcamiento de La Degollada de la Goleta. Aunque parezca una ruta sencilla puedes tardar casi una hora en llegar al roque y una media hora en regresar. Tómatelo con calma, ve haciendo fotos de las vistas y disfrutando de la imagen del Roque Nublo, y de otros roques, recortadas contra el cielo.

 

 

La mejor hora para hacer la visita es por la mañana o al atardecer (que es una maravilla) ya que a mediodía, en verano, hace calor en este lugar. En caso de que hagas la visita en invierno necesitarás ropa de abrigo, ya que al estar muy elevado hará bastante frío. Y, por supuesto, guarda en la maleta unas botas de trekking ya que el terreno es irregular y pedregoso.

Dos poblaciones cercanas

En la zigzagueante carretera (GC-60) que lleva hasta cerca del punto de partida de la ruta senderista que conduce al Roque Nublo irás viendo que existen pequeños núcleos de población, pero ninguno tan bonito como el pueblo de Tejeda. Esta es una de las localidades más bellas de Gran Canaria, tanto por su ubicación entre pliegues montañosos como por su perfil repleto de casas blancas con tejas que contrastan con el paisaje. No necesitas mucho tiempo para verlo, así que disfrútalo con calma. Entra en la iglesia de Nuestra Señora del Socorro y asómate a sus miradores para ver el Roque Bentayga y el Roque Nublo.

 

 

A 20 kilómetros (por la GC-60 y GC-210) otro de los pueblos que merece la pena incluir en la agenda es Artenara desde donde se admiran unas preciosas vistas del Roque Nublo. También se encuentra encajonada entre montañas y cuenta con unos increíbles miradores (de la Esquina, de los Poetas, de la Cilla, de la Atalaya…) y una escultura del Sagrado Corazón presidiéndolo todo. Algunos lugares y monumentos que llaman la atención son la iglesia de San Matías, ermita Virgen de la Cueva, Museo Etnográfico Casas Cueva y el Monumento de Unamuno en el mirador homónimo.

Dónde alojarse cerca del Roque Nublo

A unos 40 kilómetros del Roque Nublo se sitúa la capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria, donde se localizan excelentes establecimientos desde los que organizar todas las excursiones por la isla. Entre los hoteles que destacan se encuentran el Occidental Las Palmas y el Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel. Son dos establecimientos que ofrecen todas las garantías de comodidad y servicios pero con algunos rasgos que los diferencian.

El primero de ellos, el Occidental Las Palmas, es un cuatro estrellas de carácter urbano con 70 habitaciones, bien comunicado con las calles comerciales y a sólo 5 minutos de la playa de las Alcaravaneras, y a 10 de la playa de las Canteras. Este moderno hotel dispone de un Stage Roof Top donde tomar el sol o relajarse en la bañera de hidromasaje con vistas de 360 grados de la capital grancanaria.

Por su parte, el Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel es un cinco estrellas Gran Lujo donde se cuida con mimo cada detalle. Este establecimiento histórico fue inaugurado en 1890, y ha acogido a personalidades de todo el mundo en su larga trayectoria. Hoy día ofrece 204 exclusivas habitaciones con vistas al jardín o a la ciudad, además de una excelente oferta gastronómica, y un centro Wellness donde relajarse tras las excursiones.