En el monasterio de la Rábida se hospedó Cristóbal Colón antes de partir hacia el Nuevo Mundo, cuando todavía no había echado a andar su histórico proyecto en busca de las Indias. También aquí se encuentra enterrado Martín Alonso Pinzón, que murió poco después de regresar del primer viaje colombino. Y por sus estancias pasaron también, en alguna de sus expediciones, Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval y
Francisco Pizarro. Por estas razones, el monasterio de la Rábida es uno de los lugares emblemáticos de la ya reconocida Ruta por los lugares colombinos.
Con unos 2.000 metros cuadrados de superficie, el monasterio de Santa María de la Rábida es un edificio monumental, de planta irregular, que fue levantado en estilo gótico-mudéjar entre los siglos XIV y XV por la Orden Franciscana. A lo largo de la Historia ha sufrido diversas remodelaciones, especialmente tras el terremoto de Lisboa de 1755, antes de que en 1856 fuera declarado Monumento Nacional.
Historia del monasterio de la Rábida
Según los estudiosos, el lugar que hoy ocupa el monasterio de la Rábida, en Palos de la Frontera, siempre fue un espacio espiritual. Primero para los fenicios, que colocaron aquí un altar dedicado a su dios Baal. Después para los romanos, que veneraron en este espacio a Proserpina. También los árabes levantaron aquí un morabito o ermita. Hasta que en el siglo XIII, después de la conquista de los cristianos, el lugar pasó a manos de los caballeros templarios, que se pusieron bajo la advocación de Nuestra Señora de los Milagros. Y hay quien asegura que fue el propio San Francisco de Asís quien llegó hasta aquí para fundar un humilde monasterio franciscano.
Situado en Palos de la Frontera, en la orilla izquierda del río Tinto, el monasterio de la Rábida presume de haber sido el refugio de Cristóbal Colón entre 1485 y 1486, cuando se gestaban los preparativos de un viaje que acabó nada menos que con el ‘Descubrimiento de América’. Aquí recibió hospitalidad, apoyo espiritual y logístico de los monjes, que le pusieron en contacto con la Corona y los marineros de la zona. También con el poderoso Martín Alonso Pinzón, que le proporcionó ayuda económica y que, después de regresar de América gravemente enfermo, fue enterrado a los pies de la Virgen de los Milagros.
Un viaje a tiempos de Colón
Muchos de los espacios del edificio se conservan prácticamente intactos desde entonces, así que el visitante de hoy, con un poco de imaginación, puede realizar un viaje en el tiempo y evocar cómo era la vida en un convento franciscano en tiempos de Colón.
Merece la pena visitar este monasterio de la Rábida, en Huelva, y descubrir su magnífico claustro mudéjar del siglo XV, donde el tiempo parece haberse detenido desde que pasaron por aquí los expedicionarios que tenían el sueño de descubrir una tierra desconocida. Dicen que fue en este claustro donde Colón le contó los detalles de su viaje al Nuevo Mundo a Fray Juan Pérez. En los laterales del mismo se encuentran la sala de las Conferencias, el refectorio histórico y el museo, que conserva numerosas piezas conmemorativas del ‘Descubrimiento de América’.
Pinturas de Daniel Vázquez Díaz
Otro elemento singular del monasterio de la Rábida son las pinturas al fresco que, bajo la denominación de Poemas del Descubrimiento, hizo el artista Daniel Vázquez Díaz, natural de Nerva, en 1930. Están distribuidas por paneles temáticos, con escenas relativas a la llegada de Colón a La Rábida y su relación con Fray Juan Pérez, su expedición a América, la marinería de Palos de la Frontera y de Moguer, la partida del puerto de Palos, las tres carabelas, etc. Y en los jardines exteriores del monasterio se puede ver un monumento dedicado a Colón, levantado en el 500 aniversario de su muerte.
Pero si hay una imagen importante en este monasterio franciscano, ésta es la de la Virgen de los Milagros, ante la que se postró Cristóbal Colón para rezar poco antes de comenzar su aventura americana. Se conoce también como Santa María de la Rábida y es la patrona tanto del monasterio como de la localidad de Palos de la Frontera. Se trata de una figura de alabastro de estilo gótico, de apenas medio metro y fechada en el siglo XIV, que se puede contemplar en la iglesia del monasterio.
Qué ver cerca del monasterio de la Rábida
El viajero que llega hasta La Rábida (Huelva) tiene que visitar también la iglesia de San Jorge Mártir, del siglo XV, y el Muelle de las
Carabelas, una instalación museística con las reproducciones de las naves La Pinta, La Niña y La Santa María que atravesaron el Atlántico en busca de un sueño.
Además de Palos de la Frontera, otro de los lugares colombinos emblemáticos es Moguer. En su monasterio de Santa Clara, del siglo XIV, Cristóbal Colón consiguió recibir el favor de su abadesa, Inés Enríquez, tía a su vez de Fernando el Católico. También merece la pena visitar el convento de San Francisco y el puerto de Moguer, donde se construyó en 1488 la carabela La Niña. Hoy Moguer también es célebre por ser la cuna del escritor Juan Ramón Jiménez, autor del libro Platero y yo, y Premio Nobel de Literatura.
Así que, si te gusta la Historia con mayúsculas, no lo dudes: recorre los lugares colombinos y quedarás fascinado con la experiencia.