El Monasterio de Santa Clara de Moguer es por sí mismo una valiosa joya de la historia de la arquitectura y el arte, pero a esta evidencia se añade la de ser uno de los lugares colombinos, al haber acogido entre sus muros, en varias ocasiones, a Cristóbal Colón cuando preparaba, en el siglo XV, su viaje al Nuevo Mundo.

Es, posiblemente, el monumento más importante de la provincia de Huelva.

 

 

  1. Una larga historia de más de seis siglos
  2. Vínculos con Cristóbal Colón
  3. Visitas al Monasterio de Santa Clara

Una larga historia de más de seis siglos

La historia de este monasterio es muy larga, tanto que supera con creces ya los seis siglos. Hay que recordar que fue fundado nada menos que en 1337 por Alonso Jofre Tenorio, almirante mayor de Castilla, y por su mujer, Elvira Álvarez. Eran los primeros señores de Moguer, título que les concedió Alfonso XI, y ambos decidieron que esta edificación, con cerca de 10.000 metros cuadrados de extensión, fuera destinada a las monjas franciscanas clarisas.

El lugar donde se levantó el Monasterio, a las afueras de Moguer, es conocido hoy como Campo de Santa Clara y, con el paso del tiempo, se ha ido integrando en el casco urbano debido al auge demográfico de la población.

 

 

Hoy es uno de los testimonios más importantes de la arquitectura mudéjar en Andalucía, pero, en su tiempo, el Monasterio de Santa Clara fue un foco importante del poder social, cultural, económico y eclesiástico de la comarca. Y, además, fue el motor que permitió crear otros conventos de la misma orden en Andalucía, como el convento de Santa Inés de Sevilla (1374), y reformar otros, como los conventos de Santa Clara de Córdoba y Jaén.

En su época de máximo esplendor, en el siglo XVI, el Monasterio de Santa Clara de Moguer llegó a reunir hasta medio centenar de religiosas entre sus muros, una cantidad que fue disminuyendo paulatinamente hasta llegar a tres en 1884. Finalmente, las clarisas desaparecieron y su lugar lo ocuparon las esclavas concepcionistas que instalaron en el mismo, desde 1930 hasta 1955, un colegio femenino y el noviciado. Hasta que se hicieron cargo del monasterio los padres capuchinos en 1956, que recuperaron el espíritu franciscano de sus orígenes y establecieron en él su Colegio de Filosofía de 1956 a 1975.

 

 

Vínculos con Cristóbal Colón

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Monasterio de Santa Clara

Pero en esta resumida historia, falta algo muy importante, que es el vínculo que el monasterio de Moguer tiene con Cristóbal Colón y que resultó decisivo a la hora de emprender la conquista de América. Por eso el Monasterio de Santa Clara forma parte, junto con el Monasterio de La Rábida y el Muelle de las Carabelas, de los denominados Lugares Colombinos, que han sido propuestos para formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Hay que decir que la abadesa del monasterio, Sor Inés Enríquez, era familiar de Fernando el Católico y que jugó un papel esencial para que los reyes aceptaran la propuesta del viaje de Colón. Hay cartas que así lo demuestran y se sabe, por documentos de la época, que el almirante hizo decir una misa de acción de gracias en la iglesia del convento la madrugada del 16 de marzo de 1493, tras regresar de su primer viaje de América y salir ileso de una tormenta que, por poco, hunde la carabela “Niña”  a la altura de las Azores. Otra curiosidad: Colón insistió sin éxito que esta embarcación se denominara Santa Clara, que en realidad fue su nombre de pila, aunque pasó a la Historia con el atributo “Niña”.

Otro de los visitantes ilustres que tuvo el Monasterio de Santa Clara, mucho más tarde, fue el norteamericano Washington Irving, quien, en 1826, dejó un bonito relato como testimonio de aquella visita.

Visitas al Monasterio de Santa Clara

En la actualidad, el Monasterio de Santa Clara admite visitas de martes a domingos, salvo festivos. Se trata de un espacio muy recomendable para disfrutar de un gran edificio monumental, recorrer sus magníficos espacios y claustros y evocar la gesta de Cristóbal Colón. No en vano fue declarado Monumento Nacional en 1931. Además, está a sólo 15 kilómetros de Huelva y a 40 kilómetros escasos de las magníficas playas onubenses.

El visitante del Monasterio de Santa Clara podrá descubrir también en su interior el Museo Diocesano de Arte Sacro de Huelva, además de su magnífica iglesia gótica-mudéjar de tres naves y el impresionante claustro de las Madres, cuya arquería baja, del siglo XIV, constituye el claustro más antiguo de Andalucía. Hay que fijarse, además, en la sillería nazarí del siglo XIV del doble coro, alto y bajo, y en los sepulcros de mármol y alabastro de los Portocarrero, señores de Moguer, por su excepcional factura.

 

 

Dentro de las instalaciones del Monasterio de Santa Clara de Moguer, se halla otro museo, el dedicado a Teresa Peña, una de las máximas representantes del arte sacro contemporáneo y la primera mujer que obtuvo el prestigioso premio Roma, que le permitió estudiar durante cuatro años en la Academia Española de Bellas Artes de Roma. Nacida en 1935, Teresa Peña centró sus pinturas en la figura humana y en el paisaje, pero siempre con una luz y un propósito trascendentes que tienen que ver con su intensa experiencia religiosa. Teresa Peña falleció en el año 2002 en Entrambasaguas de Mena (Burgos).

Para quien lo desee, el Monasterio de Santa Clara ofrece al visitante unas “cenas colombinas”, en las que la gastronomía se funde con la historia y la música para trasladar al viajero al tiempo de los descubridores del Nuevo Mundo. Una experiencia culinaria en las que se sirven platos del recetario de la época de Colón y que son el resultado del intercambio de productos que se produjo entre ambos mundos.