Una de las siluetas más características del skyline de Budapest es la que representa su castillo, el Castillo de Buda o Castillo Real, situado en lo alto de la colina de Buda. Este palacio tiene una importancia trascendental en la historia de Budapest y de Hungría, y hoy es un edificio público de interés turístico que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
El castillo goza de una posición privilegiada sobre la ciudad y el Danubio, marcando ese techo del lado de Buda tan fotografiado por los visitantes. De hecho, una manera muy popular de subir es tomando el funicular del castillo que parte del Puente de las Cadenas.
- Origen y actualidad del Castillo de Buda
- La colina de Buda
- Biblioteca Széchenyi
- Galería Nacional Húngara
- Museo de Historia de Budapest
- Dónde comer cerca del castillo de Buda
- Dónde dormir en Budapest
En este artículo recorreremos tanto la historia del castillo como la del barrio que lo rodea, y conoceremos las diferentes instituciones que alberga hoy en día.
Origen y actualidad del Castillo de Buda
Los orígenes del Castillo de Buda nos llevan hasta mediados del siglo XIII, cuando el rey Bela IV de Hungría decide construir nuevos castillos por todo el territorio. Uno de ellos sería una fortaleza en Óbuda, muy cerca del castillo actual. Poco a poco, el nuevo núcleo se iría poblando y cobrando importancia a nivel político, aun cuando la corte estaba en la ciudad de Székesfehérvár.
Sería en 1361 cuando Buda se convirtió en la capital de Hungría. El castillo viviría sucesivas reformas y ampliaciones, acogiendo asambleas reales y justas, y alcanzando una época de gran esplendor bajo los reinados de Segismundo de Luxemburgo y de Matías Corvino. El lugar se había convertido ya en uno de los principales centros de poder de Europa Central. El Renacimiento había llegado y con él nuevos estilos arquitectónicos y decorativos, así como personas ilustradas como músicos, escritores o astrónomos que poblaron el lugar.
Con el paréntesis del siglo y medio de dominación otomana, el castillo sufrió importantes daños durante la liberación de Buda en 1686, lo que obligó a una profunda restauración con la recuperación del reino de Hungría, ya de manos de los Habsburgo. El renovado Palacio Real, ahora de estilo neobarroco, era uno de los más grandes de Europa.
Los daños volverían décadas después, durante el asedio de Budapest de la Segunda Guerra Mundial (1944-1945), cuando el Castillo de Buda fue el último bastión nazi de la ciudad hasta la derrota de manos del Ejército Rojo.
El bando aliado capturaría el castillo el 10 de febrero de 1945 tras la Batalla de Buda, que terminaría en ruinas. El posterior gobierno comunista húngaro reconstruyó el castillo ya con un estilo neoclásico, eliminando referencias a los anteriores monarcas y transformando espacios en salas de exposiciones a las que se trasladaron la Galería Nacional Húngara o el Museo de Historia de Budapest.
La colina de Buda
Como hemos visto, el hecho de ser una colina ha conferido al lugar un valor estratégico muy relevante, con batallas y asedios que tuvieron lugar a lo largo de la historia. Esta zona alta de la ciudad es un pequeño cerro que va desde la colina del Castillo hasta la colina Géllert, hacia el sureste, donde alcanza los 235 metros de altura. A sus pies, el balneario Géllert, de quien toma el nombre.
En lo alto de la colina se alza el Monumento a la Libertad, una columna en honor de los soldados soviéticos caídos en la liberación de 1945, todo un privilegiado mirador sobre la ciudad.
Al otro lado, al norte del castillo, encontramos el popular y hermoso Bastión de los Pescadores, otro de los eternos miradores sobre Budapest. A su vera, la histórica iglesia de Matías y el bonito y pintoresco barrio del Castillo, donde la piedra cobra un protagonismo superlativo.
Biblioteca Széchenyi
La Biblioteca Nacional de Hungría, o Biblioteca Széchenyi, es una de las instituciones que ocupan parte del Castillo de Buda. Toma su nombre de Ferenc Széchenyi, su fundador, y padre del político István Széchenyi, a quien se le dedica el nombre del famoso balneario.
La biblioteca se fundó en 1802 con la colección del propio Széchenyi, aunque fue trasladada al castillo en 1985. Conserva en torno a siete millones de obras, de las que un millón son manuscritos y 1700 son incunables. Entre sus joyas, el texto más antiguo en húngaro.
Galería Nacional Húngara
En otra ala del castillo se encuentra la Galería Nacional, que es uno de los principales museos de Hungría, dedicado principalmente a la cultura. Conserva obras que van desde el siglo XV hasta el XX pasando por todos los géneros, desde arte medieval hasta renacentista o contemporáneo.
Museo de Historia de Budapest
Otra de las grandes instituciones que ocupan el Castillo de Buda es el Museo de Historia de Budapest, uno de los mejores del país. En él encontramos un auténtico repaso a la historia de la ciudad, desde piezas de la prehistoria o la Edad de Bronce, objetos de la Budapest romana (Aquincum), u objetos de los diferentes reyes húngaros.
El museo esconde un sótano con una capilla gótica que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y pertenece al castillo anterior al Palacio Real actual.
Dónde comer cerca del Castillo de Buda
Junto al palacio encontramos el barrio del Castillo, una tranquila zona de callejuelas y casas de piedra con mucho encanto. Además de explorarla sin prisa, podemos aprovechar para comer en alguno de los restaurantes del lugar, como por ejemplo:
- Pest-Buda Bistro: comida casera en pleno barrio del Castillo. Gulash o salchichas entre sus opciones más populares.
- Mandragora: comida local a buen precio en una atmósfera muy acogedora, donde de vez en cuando hay jazz en directo. Especialidades húngaras como el venado o lomo de cerdo.
- Halászbástya: si prefieres algo especial, pásate por este restaurante. Cenar en su terraza con vistas te dejará sin aire. Entre sus especialidades destacan los medallones de jabalí con puré de castañas.
Dónde dormir en Budapest
Una ciudad como Budapest merece una estancia cómoda en confort y practicidad para salir a explorar todo lo que esconde cada día. Una magnífica opción es el Barceló Budapest, un hotel de cuatro estrellas situado muy cerca de la basílica de San Esteban y del Puente de las Cadenas, es decir, en pleno centro del lado de Pest.
Este moderno hotel de 179 habitaciones cuenta con todo lo necesario para pasar unos días únicos en la capital húngara, desde un restaurante a la carta, hasta un skybar o un gimnasio abierto 24 horas. Si estás buscando alojamiento en Budapest, echa un vistazo a este hotel porque su ubicación te convencerá.