Bañada por el majestuoso y espectacular río Danubio, Esztergom es conocida como la capital de la Hungría medieval, ya que tuvo el privilegio, durante los siglos X al XIII, de ser la capital del país. También se la conoce como “la Roma de Hungría” debido a la abundancia de monumentos, palacios y templos. Está ubicada a 50 kilómetros de Budapest, por lo que es un destino muy atractivo y cómodo para visitar en una escapada o excursión de un solo día. Incluso, si se cruza el puente sobre el Danubio, se puede pasar a Eslovaquia, concretamente a la ciudad de Párkány, que, curiosamente, está habitada en su mayoría por húngaros.
El principal atractivo turístico de Hungría es su Basílica, que también es el gran símbolo de la ciudad, pero Esztergom cuenta con otros grandes puntos de interés que bien merece la pena descubrir. Hablamos del Castillo, que fue construido en el año 1070 sobre los restos de un castro romano; el barrio de Vizivaros y su Museo de Arte Cristiano; o el Pequeño Danubio, un romántico canal para dar un inolvidable paseo entre árboles y mansiones y acabar disfrutando de la famosa plaza Szeczeny, rodeada de edificios históricos.
- Qué ver y hacer en Esztergom
- Basílica de Esztergom
- Castillo de Esztergom
- Vizivaros
- Dónde comer en Esztergom
- Dónde dormir en Esztergom
Qué ver y hacer en Esztergom
Además de recorrer los lugares imprescindibles e icónicos de Esztergom, hay una gama infinita de posibilidades para disfrutar de esta ciudad de 28.000 habitantes. Tienes que visitar la Basílica de Esztergom, la Iglesia de Santa Ana y el templo de San Pedro y San Pablo. También tienes que relajarte dando un paseo tranquilo por la plaza Central de Esztergom, el parque Duna Sétány o el parque Erzsébet. También merece la pena cruzar el Puente María Valeria y poner, al menos, un pie en la fronteriza Sturovo, ya en Eslovaquia.
Basílica de Esztergom
El gran símbolo de Esztergom es la Basílica donde nació el rey fundador del Estado húngaro, San Esteban I, quien la elevó al rango de arzobispado y convirtió la ciudad en el centro de la iglesia católica húngara. Tiene nada menos que 118 metros de largo por 48 de ancho y el majestuoso edificio está rematado por una gran cúpula de 33 metros de diámetro. Situada en la zona más elevada de la ciudad, está considerada una de las basílicas más grandes de Europa y la más grande de Hungría.
Como dato curioso, conviene saber que para la consagración de la basílica en 1856 Liszt escribió su célebre “Misa Solemnis” que dirigió personalmente en la ceremonia. Durante la Segunda Guerra Mundial, cayeron sobre ella 95 granadas y bombas que causaron daños en la columnata y en la cúpula que hubo que restaurar. Si te animas, puedes subir 400 escalones y disfrutar del Mirador y de sus excelentes vistas.
Castillo de Esztergom
El Castillo de Esztergom fue construido en 1070 por Géza I de Hungría sobre los restos de un castro romano, si bien lo que se puede observar ahora son bastiones, torres y muros defensivos en el borde mismo de los acantilados que parecen despeñarse sobre el Danubio. En el castillo se puede apreciar una mezcla de estilos artísticos, desde el románico y el gótico, hasta el renacentista y el otomano. Y en medio del laberinto de callejones, pasillos, arcos y puertas que han sobrevivido al tiempo, existe un museo que documenta la historia del edificio y su relación con la vida cotidiana de Esztergom. La capilla del palacio, adornada con frescos de los años 1100 a 1300, es una visita obligada, así como una de las salas del palacio, que tiene valiosas pinturas del Renacimiento húngaro.
Vizivaros
Este encantador y céntrico barrio de Esztergom se extiende a orillas del río Danubio y es toda una tentación para dar un paseo tranquilo por sus calles y dejarse llevar hasta que aparezcan las dos torres de la iglesia que se encuentra al lado del Museo de Arte Cristiano. Este museo, curiosamente, bien merece una visita, ya que conserva una interesante colección de arte renacentista y la mayor colección de arte eclesiástico de Hungría.
El Museo de Arte Cristiano fue fundado en el siglo XIX por el arzobispo János Simor y cuenta con valiosas pinturas litúrgicas, esculturas y artes decorativas desde el siglo XIII al XIX y una de las piezas más importantes es el Retablo del Calvario del maestro Thomas de Coloswar. También cuenta con tapices, cerámicas, marfiles, orfebrería, relojes, tabernáculos, vidrieras y alfombras orientales medievales.
Dónde comer en Esztergom
A los húngaros no les gusta tanto como a los españoles salir a comer o cenar fuera. Ellos prefieren cocinar en su propia casa. Si quieres disfrutar de la gastronomía de Esztergom, te recomendamos Szalma Csárda, en la isla de Primás, donde encontrarás una amplia propuesta de la cocina tradicional húngara… y mucho ambiente. También te recomendamos Csülök Csárda, un local situado en el entorno de la basílica y el castillo real, donde preparan especialidades como la carrillera de buey con buñuelos de patata, el codillo de cerdo o la sopa goulash; Next Restaurant, un establecimiento que cuenta con una propuesta gastronómica con toques creativos; Mediterráneo, un local especializado en pescados y mariscos y otras propuestas mediterráneas, o Partedli Gyorsétterem, un establecimiento para comer de un modo más informal.
Dónde dormir cerca de Esztergom
La mejor opción para alojarte si quieres visitar Budapest y hacer una excursión a Esztergom es el Barceló Budapest. Se trata de un hotel de un diseño vanguardista y altas prestaciones ubicado en el distrito VI, Terézváros, en pleno centro histórico de la ciudad, rodeado de museos, cafés, restaurantes y próximo a la calle Kazinczy. Tiene 179 modernas habitaciones, algunas de las cuales están situadas en la azotea del edificio, con grandes terrazas y fabulosas vistas a la ciudad. Cuenta con un bar en el vestíbulo y un restaurante a la carta que permite al huésped disfrutar de diferentes propuestas culinarias y acercarse a los sabores húngaros tradicionales. Además, tiene un gimnasio abierto las 24 horas del día y un “skybar” durante los meses que van de mayo a octubre.