La ciudad de Budapest es una fantástica sucesión de sorpresas. La unión de las antiguas Buda y Pest (junto con Óbuda) es uno de los 50 destinos más visitados del mundo y su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. El imponente edificio neogótico del Parlamento, la basílica de San Esteban, el castillo de Buda, el Museo Nacional, la Ópera, la Gran Sinagoga, los baños termales…, todo ello y mucho más hace de esta ciudad un lugar fascinante para todo tipo de viajeros.
Y precisamente entre Buda y Pest, como flotando sobre las aguas del Danubio, se encuentra estemaravilloso rincón insular que ofrece naturaleza, cultura, ocio, deporte…¡todo por igual!La antigua “Isla de los Conejos” es, en todo caso, una visita obligada para todos aquellos que decidan acercarse a la capital húngara para disfrutar de una escapada o unas buenas vacaciones.
- Dónde se encuentra la Isla Margarita y cómo se puede llegar a ella
- Qué puedes ver en tu visita
- Cómo recorrer la isla
- Dónde alojarse en Budapest
Dónde se encuentra la Isla Margarita y cómo se puede llegar a ella
Buda (al oeste), Pest (al este), el puente Margarita (al sur), el puente Árpád (al norte) y el cauce del propio Danubio enmarcan esta pequeña porción de tierra, en forma de una hoja alargada, o de piragua, más amplia en el centro y estrechándose hacia las puntas. La Isla Margarita (Margit-sziget en húngaro)es, en definitiva, un auténtico oasis urbano a tan solo unos minutos del centro de Budapest.
El tráfico rodado, en general, está prohibido en la isla, pero se puede acceder en coche particular/alquiler hasta el parking (de pago) ubicado en la parte norte, entrando por el puente Árpád. Por supuesto, también se puede llegar en taxi, andando o en bicicleta(incluyendo el sistema público MOL Bubi; hay 4 estaciones para coger/dejar las bicis dentro de la propia isla).
También hay distintas opciones de transporte público. Por ejemplo, el autobús número 26 recorre toda la isla, de punta a punta, y la conecta con ambas riberas. Las líneas 4 y 6 de tranvía paran sobre el puente Margarita, justo en el punto de entrada a la isla. Además, también hay autobuses (34, 106, 226) que paran sobre el puente Árpád, en la punta norte. Otra buena opción es utilizar la línea fluvial circular (MAHART–BKK) que para en Isla Margarita (solo de martes a domingo), porque además de visitar el lugar se puede disfrutar de un agradable paseo en barco por el río (y unas vistas únicas).
Desde luego, también hay distintos tours y visitas guiadas por la ciudad que incluyen una parada en los principales atractivos de este maravilloso parque insular de Budapest.
Qué puedes ver en tu visita
Popular entre locales y visitantes, la Isla Margarita apenas mide 2,5 km de largo y no llega a los 500 m en su parte más ancha. Sin embargo, esta balsa de piedra en medio del Danubio concentra un buen número de posibilidades.
Isla natural
Uno de los principales encantos de la Isla Margarita es, por supuesto, su naturaleza. A todo lo largo y ancho del lugar, grandes arboledas, jardines, praderas, floridos parterres, estanques y fuentes invitan a disfrutar de la belleza y tranquilidad del entorno. Simplemente, pasear por sus calles y sendas, disfrutando de la vegetación, es medicina para el alma.
Y si el lugar es una belleza en cualquier momento del año, en primavera y en otoño es un auténtico espectáculo de la naturaleza. Además, el Jardín Japonés, en el extremo norte, y la Rosaleda, en el corazón de la isla, son dos rincones totalmente imprescindibles.
Isla histórica
La Isla Margarita es un paraíso natural, sí, pero este fantástico lugar también cuenta con una buena colección de tesoros históricos de distintas épocas. Sitios como la Torre del Agua, una singular edificación Art Nouveau(1911), octogonal, de 57 m de altura y hoy convertido en un espléndido mirador(la entrada cuesta menos de dos euros y las vistas panorámicas del Danubio y el resto de la ciudad son maravillosas) y sala de exposiciones. O como el Pozo de la Música, un pequeño pabellón para conciertos con una fuente musical, y el Memorial del Centenario, que conmemora la unificación de la ciudad, ubicado en la zona sur de la isla.
Mención especial merecen las ruinas de un convento dominico de época medieval(en el que vivió Santa Margarita de Hungría, a quien la isla debe su actual nombre), una iglesia franciscana del siglo XIII y una capilla premonstratense del siglo XII(de cuya torre cuelga la campaña más antigua de Hungría). Todas ellas son muestras claras del rico pasado de la isla, que en realidad no abrió sus puertas al público hasta 1908 (antes fue un espacio privado que pasó por todo tipo de manos, desde órdenes religiosas hasta príncipes y gobernantes húngaros).Alrededor de la capilla discurre el Paseo de los Artistas Húngaros (Művészsétány) con bustos de los poetas, escritores y otros artistas destacados del país.
Isla cultural
Conciertos, exposiciones y espectáculos de todo tipo forman parte de la atractiva agenda artística y cultural de la Isla Margarita, sobre todo en la temporada estival. Su gran auditorio al aire libre, con capacidad para 3.500 espectadores, es el epicentro de la programación, pero también se puede disfrutar de distintas propuestas en otros puntos de la isla. Del mismo modo, la Torre del Agua presenta cada año exposiciones de pintura, dibujo, fotografía…, y ofrece a artistas jóvenes la oportunidad de presentar su trabajo.
Otra curiosidad es la enorme Fuente de la Música, ubicada en la zona sur, cerca del puente Margarita, que despliega habitualmente grandes chorros de agua, de hasta 25 m de altura, acompañados por música de distintos géneros, de Vivaldi a los Rolling Stones (según horario).Además, en las sesiones de tarde/noche, al agua y la música se suman bellos juegos de luces.
Isla activa y de ocio
En su calidad de gran parque urbano, la isla es un lugar en el que el deporte está siempre presente. En toda ella se distribuyen distintas instalaciones deportivas, desde un gran centro de atletismo y un complejo de piscinas de competición (abierto al público si no hay eventos profesionales) hasta una pista que rodea todo el perímetro de la isla(5,35 km, goma sintética), ideal para correr o andar. Además, uno de los lugares más emblemáticos de la isla es el conjunto de baños termales y piscinas al aire libre del balneario Palatinus (de olas, con chorros, toboganes, etc.), que abrió sus puertas en 1919 (su edificio principal, de clara influencia Bauhaus, es una joya de la arquitectura moderna).
Bares, restaurantes, cafés, incluso algún club nocturno y pequeños puestos de comida de todo tipo –desde especialidades húngaras hasta pizzas–, así como distintas áreas de juegos infantiles, terminan por redondear las opciones para disfrutar de una experiencia más que memorable en la Isla Margarita de Budapest.
Cómo recorrer la isla
Por supuesto, andar siempre es una buena opción para explorar cualquier lugar; el ritmo de nuestros pasos nos pone en perspectiva, en relación con el mundo que nos rodea. Pero también hay otras alternativas:
- En bicicleta.- Disfrutar de la Isla Margarita dando un paseo en bici es una auténtica gozada. Se puede llegar a ella en bicicleta propia o alquilada, pero también se puede alquilar una en distintos puntos dentro de la isla.
- En Bringóhintó.- Estos carros de cuatro ruedas, a pedales, son una manera muy típica de explorar la isla; también se alquilan ahí mismo y hay de diferentes tamaños/capacidades.
- En vehículos eléctricos.- Otra opción para recorrer el lugar es alquilando pequeños vehículos eléctricos, desde carritos de golf hasta patinetes eléctricos y Segways.
- En tren turístico.- Un típico mini tren turístico también recorre la isla en un itinerario circular, de unos 30 minutos. Tiene dos paradas: una a la entrada del parking del puente Árpád y otra en el Memorial del Centenario.
Dónde alojarse en Budapest
Para disfrutar de una estancia excepcional en la capital húngara, nada mejor que el Barceló Budapest. Ubicado en pleno centro histórico de la ciudad, a un paso de todo tipo de museos, galerías de arte, cafés y monumentos históricos, este moderno hotel de cuatro estrellas ofrece 179 cómodas habitaciones y suites, todas ellas totalmente equipadas.
Además, el Barceló Budapest cuenta con un agradable lobby bar y un restaurante a la carta, así como un completo gimnasio abierto las 24 horas. En definitiva, un alojamiento ideal para disfrutar de unos días inolvidables en la capital húngara