Lo más importante cuando se organiza la agenda para un viaje de tres días a Budapest es hacerlo con un plano de la ciudad delante ya que las distancias pueden ser elevadas y se emplea mucho tiempo yendo de monumento en monumento. Nuestra recomendación es centrarse cada jornada en una zona, es decir, si quieres recorrer Pest debes conocer sus principales monumentos por la mañana o a primera hora de la tarde porque luego estarán cerrados. Cuando caiga el sol, siempre puedes ir de compras o a miradores para ver la ciudad iluminada. Y lo mismo el día que vayas a la monumental Buda, ya que los museos, palacios, etc. cierran pronto. Por supuesto, hay que dejar tiempo libre para disfrutar de, al menos, dos balnearios durante la estancia y también para gozar del placer de degustar la cocina húngara.
Por último, algunos consejos muy obvios: calzado cómodo, alguna prenda de abrigo para la noche y durante el crucero, y muchas ganas de disfrutar.