No cabe duda de que uno de los iconos de Milán es el Castello Sforzesco. Un plácido paseo desde la Piazza del Duomo a través de las avenidas Orefici y Dante desemboca en este robusto castillo con más de 600 años de historia. Por esta fortaleza han pasado las familias más importantes de la Lombardía llegando a convertirse en el magnífico símbolo del otrora todopoderoso ducado de Milán o Milanesado.

Como si de un Ave Fénix se tratara, la fortaleza ha sido destruida hasta sus cimientos y vuelta a resurgir, plasmando su huella artistas universales como Leonardo da Vinci. Hoy, el complejo alberga nada menos que seis relevantes museos con auténticas joyas artísticas.

Pero el Castello –o Castillo– Sforzesco de Milán es mucho más. Recorreremos su historia, su arquitectura y todos los secretos que alberga este imponente complejo hasta hoy “inexpugnable”.

Historia del Castello Sforzesco, el castillo de Milán

El castillo comenzó a construirse como fortaleza a partir de 1358 por orden de Galeazzo II Visconti, señor de Milán. Las obras de la fortificación duraron 10 años. Sin embargo, la caída de la familia Visconti en Milán y el advenimiento de la llamada República Ambrosiana conllevaron la destrucción total de la fortaleza original en 1447. Como homenaje a esta primera saga que levantó la primera fortaleza, en la gran torre que sirve de entrada al castillo se encuentra el mítico escudo de armas de la familia Visconti. Observa en el mismo una enorme serpiente, conocida como ‘biscione’, ingiriendo a un ser humano.

Tan solo tres años después de su destrucción, el condotiero Francesco Sforza, fundador de la todopoderosa dinastía Sforza que gobernó Milán durante todo el Renacimiento, ordenó levantar un nuevo castillo. Su hijo Ludovico Sforza, que ha pasado a la historia por ser mecenas de grandes artistas italianos renacentistas añadió numerosos elementos decorativos en su interior y lo transformó, de facto, en una suntuosa residencia, convirtiéndose en palacio ducal. En sus paredes pintaron frescos Leonardo da Vinci y Bramante. De hecho, da Vinci diseñó las propias defensas del castillo.

Descubre el espectacular Castello Sforcesco
Descubre el espectacular Castello Sforcesco

Siglos después, a principios del XIX, en su campaña por el norte de Italia, Napoleón Bonaparte hizo secar el foso y eliminar los puentes levadizos, reservando lo que quedaba del palacio ducal como cuartel para sus soldados.

En 1884 la ciudad de Milán se planteó demoler “de nuevo” el medio derruido castillo, pero finalmente se decidió su transformación en museo. El arquitecto Luca Beltrami fue el encargado de su restauración.

La arquitectura del castillo de los Sforza en Milán

Este imponente castillo de ladrillo rojo con clara estructura medieval y de planta cuadrada tiene unas enormes dimensiones. Cada lado de la fortaleza mide 200 metros y cada uno de los vértices está rematado con bellas torres. Las dos de la fachada principal son torres circulares robustas cuya misión consistía en reforzar las murallas.

La magnífica torre cuadrada del Homenaje, situada en el centro de esta fachada y que sirve de acceso monumental al castillo, se realizó por encargo de Francesco Sforza al arquitecto Filarete en 1452. La intención del señor de Milán, erigiendo la hermosa torre Filarete, era suavizar el aspecto de fortaleza “pura y dura” y mostrar una apariencia de elegante residencia. Más de la mitad del complejo alberga la impresionante plaza de Armas tras la entrada de la torre Filarete.

Patio interior del Castillo Sforcesco
Patio interior del Castillo Sforcesco

Años después, Galeazzo Maria Sforza ordenó embellecer los patios interiores de la residencia Sforza: la Rochetta y el Patio Ducal. Se erigieron galerías porticadas renacentistas rematadas con una esbelta arquería de medio punto y decoradas bóvedas de crucería.

Algo más tarde, las estancias ducales también fueron refinadamente decoradas con bellas bóvedas e inigualables frescos de la mano de artistas como Leonardo.

Los museos del Castello Sforzesco

Las estancias de lo que era propiamente el Palacio Ducal albergan una serie de interesantísimos museos que repasan la vida cultural y social de Milán y de la región de Lombardía.

Civite Raccolta d’Arte Antica: el Museo de Arte Antiguo

Se trata de una magnífica colección de esculturas y pinturas que abarca nada menos que doce siglos de historia: desde un sarcófago del siglo IV a.C. hasta la ‘Piedad Rondanini’, obra maestra inacabada de Miguel Ángel y joya del museo.

Destacables son también los frescos paleocristianos que pueden contemplarse, así como el espléndido sepulcro ecuestre de Bernabé Visconti, uno de los primeros señores de Milán. También sobresalen los relieves que narran el determinante triunfo de la Liga Lombarda sobre el emperador Barbarroja en el siglo XII y que daría origen al primer señorío de Milán.

Las propias salas de este museo son en sí una obra de arte, pues fueron decoradas por Leonardo da Vinci. Incluso se pueden contemplar históricos escudos de armas, además del estandarte del rey de España Felipe II, que a mediados del siglo XVI asumió el título de duque del Milanesado.

Entorno del Castillo Sforcesco
Entorno del Castillo

Pinacoteca del castillo de los Sforza

En la planta superior, sobre las estancias del Museo de Arte Antiguo, se encuentra esta pinacoteca, una galería de arte dedicada a la pintura de entre los siglos XII y XVIII. Atesora más de 1.500 cuadros de la Edad de Oro de la pintura italiana con obras de artistas como Mantegna, Giovanni Bellini, Antonello da Menssina, Filippo Lippi, Canaletto, Tintoretto y Tiepolo, entre otros.

Las obras más destacadas son ‘Trivulzio Madonna’, de Mantegna; ‘Noli me tangere’, de Bramantino; y ‘San Sebastián’, de Vincenzo Foppa.

Museo del Mueble

Adyacente a la pinacoteca está el Museo del Mueble, que cuenta con objetos domésticos y mobiliario que data del siglo XV en adelante.

Museo Arqueológico

En los sótanos del palacio pueden contemplarse los interesantes objetos arqueológicos de este museo que acoge una exhaustiva colección de piezas del Antiguo Egipto. Si bien, lo más destacado es la sección que se dedica a la Prehistoria en la región de Lombardía.

Monumento a Giuseppe Garibaldi
Monumento a Giuseppe Garibaldi

Museo de Artes Decorativas

En las dependencias del castello también hay espacio para algunas salas dedicadas a las Artes Decorativas. La colección muestra objetos artesanos de cerámica, tejidos y tapicería de los siglos XI al XVIII. Los excepcionales tapices Trivulzio, diseñados por Bramantino, se encuentran entre los más sobresalientes no sólo de la exhibición, sino también de todo el castillo.

Museo de Instrumentos Musicales

Esta última colección ofrece un nutrido número de instrumentos procedentes de todas las épocas y lugares del mundo. Todo melómano o aficionado a la música puede comprobar de primera mano cómo han ido evolucionando sus instrumentos musicales favoritos a lo largo de los siglos.

Qué elegir si se tiene prisa

Tanto por las dimensiones del castillo como por la oferta cultural de sus estancias puede resultar desbordante tratar de visitar todo lo que ofrece el Castello Sforzesco. Si se dispone de poco tiempo, tal vez lo mejor sea recorrer el exterior y los patios interiores del castillo disfrutando de las bellas vistas que se ven desde este lugar hasta el lejano Duomo.

Tampoco se debería dejar de pasear por el magnífico Parque Sempione, situado detrás de la fortaleza. Este enorme parque de estilo inglés es perfecto para hacer un agradable picnic, si el tiempo lo permite. Una vez dentro del castillo, la colección imprescindible para visitar si vamos con prisa es el Museo de Arte Antiguo, que al fin y al cabo permite ver los mejores tesoros del complejo cultural y recorrer las estancias ducales decoradas con frescos.