Es la galería comercial más famosa de Milán y posiblemente de Europa, junto con las de Nápoles, Bruselas, San Petersburgo y Budapest. La célebre Galleria Vittorio Emanuele II (Galería de Víctor Manuel II, en español) es un hermoso centro comercial que fue inaugurado en 1877. Se esconde detrás de dos grandes arcos de acceso que miran, uno hacia la Piazza del Duomo y el otro, hacia la Piazza della Scala. Su construcción es obra del arquitecto boloñés Giuseppe Mengoni, quien, curiosamente, murió al caer de un andamio la víspera de su inauguración. Hay quien sugiere que alguien le ayudó a tropezar antes de caer al vacío.
¿Quieres saber algunas cifras relacionadas con la construcción de la Galería de Víctor Manuel II? Pues aquí van: 1.000 trabajadores, 700.000 días de trabajo, 353 toneladas de hierro y 40 millones de euros de la época. El resultado es que hoy en día esta joya arquitectónica sigue despertando la admiración de propios y extraños, pues son muchos los turistas que a diario se quedan con la boca abierta al contemplar este majestuoso edificio.
- Una bóveda de cristal y acero cubre la Galería de Vittorio Emanuele II
- Galleria Vittorio Emanuele II, un viaje en el tiempo
- “El Salón de Milán”
- Una curiosidad y una sugerencia
- Subir al techo de la Galería Vittorio Emanuele II
- Qué ver cerca de la Galería Vittorio Emanuele II
Una bóveda de cristal y acero cubre la Galería de Vittorio Emanuele II
Se trata de una edificación en forma de cruz que está cubierta por una bóveda de cristal y acero de casi 50 metros de altura que le otorga frescor al ambiente en verano y un frío exagerado en invierno. Pero el termómetro no parece importar a los muchos visitantes que transitan a diario por sus estancias y que ocupan los cafés, los restaurantes y los elegantes comercios de lujo de su interior: Prada, Gucci, Louis Vuitton…
La Galería Vittorio Emanuele II acoge también uno de los establecimientos más antiguos de Milán, el Café Biffi, que fue fundado en 1867 por Paolo Biffi, chef pastelero de Su Majestad. Otros locales centenarios de este espacio emblemático son el selecto restaurante Savini, un local gastronómico no apto para todos los bolsillos; el bar modernista Zucca, situado a la entrada de la célebre galería, o el increíble y viejo Bar Camparino, que fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial pero que fue reconstruido inmediatamente para seguir ofreciendo su irresistible vermut.
Galleria Vittorio Emanuele II, un viaje en el tiempo
Así que visitar la galería de Víctor Manuel II es como sumergirse en un viaje en el tiempo y contemplar cómo eran los establecimientos elegantes del siglo XIX en Milán. Además, es como desembarcar en un ambiente de buen gusto, delicadeza y armonía que no desentona con ninguno de los comercios que se han ido incorporando paulatinamente con el paso del tiempo. Uno de ellos es la popular tienda de música Ricordi, que ocupa tres pisos y donde se puede encontrar de todo: ópera, música de cámara, música académica, música popular italiana, músicas del mundo… Pero esta galería de cuatro pisos tiene otras tiendas que ofrecen desde diseños de alta costura y joyas hasta libros, obras de arte, etc.
Construida entre 1865 y 1877, la galería Vittorio Emanuele II inspiró la bellísima torre Eiffel de París. Si te fijas, está formada por dos arcadas perpendiculares que se cruzan formando un octágono. Es un espacio, en cualquier caso, muy particular, que conecta la Piazza del Duomo con la Piazza della Scala, por lo que está ubicada junto a dos de los grandes atractivos turísticos de Milán: la catedral y el Teatro alla Scala.
Cada uno de los puntos cardinales de la galería Vittorio Emanuele II tiene un escudo de una importante ciudad italiana: Turín, Florencia, Roma y Milán. Y en el techo de la bóveda central hay un mosaico que representa los continentes de Asia, África, América y Europa. No se sabe por qué razón, pero falta Oceanía.
“El Salón de Milán”
También conocida como “El Salón de Milán” al ser un punto de encuentro para compras y almuerzos, el nombre de la galería Vittorio Emanuele II procede del primer rey de la Italia unificada. En tiempos pasados era frecuente que los notarios y abogados de la ciudad tomaran aquí un café expreso mientras que, por la tarde, eran las damas de la buena sociedad milanesa las que les tomaban el relevo y disfrutaban de un buen panettone.
En el centro de la galería, en la piazza del Ottagono, también podrás ver un mosaico de un toro, emblema de la ciudad de Turín, que representa el escudo familiar de los Savoia. Existe la creencia de que si pones el pie sobre el animal y giras sobre ti mismo tres veces con los ojos cerrados, se cumple un deseo. Y si lo haces el 31 de diciembre, tendrás suerte durante todo el año. Así que si ves a alguna persona realizar extrañas piruetas sobre el pavimento, ya sabes por qué es y no debes preocuparte por su salud mental. De hecho, este ejercicio se realiza tantas veces al día que hay que restaurar el mosaico periódicamente.
Una curiosidad y una sugerencia
¿Una curiosidad reciente? En 2012, McDonald’s no pudo renovar su contrato de alquiler después de 20 años de permanencia en la Galleria Vittorio Emanuele II y demandó a la ciudad de Milán por 24 millones de euros por daños y perjuicios. Su espacio había sido adjudicado a Prada. Finalmente, la cadena de restaurantes de comida rápida acabó retirando la denuncia tras aceptar la oferta de abrir un nuevo local frente a la vecina Piazza del Duomo.
Subir al techo de la Galería Vittorio Emanuele II
Aunque no es algo que se haya publicitado demasiado, debes saber que existe la posibilidad de subir al tejado de la Galería Vittorio Emanuele II para admirar una hermosa panorámica de Milán. Es muy sorprendente observar las bóvedas de la galería desde arriba, y también los pináculos de la cercana Catedral de Milán. Si puedes hacer la visita al atardecer o cuando la ciudad comienza a iluminarse, la experiencia es aún más gratificantes. El coste es un poco elevado pero es un capricho que hay que darse para poder decir que se conoce la Galería Vittorio Emanuele II por completo, de arriba a abajo.
Qué ver cerca de la Galería Vittorio Emanuele II
La céntrica ubicación de la Galería Vittorio Emanuele II permite continuar la jornada turística a pie para disfrutar de monumentos, y del animado ambiente del centro milanés. Entre las visitas que, sí o sí, deberías llevar apuntadas en la agenda está el famoso Duomo de Milán. La Catedral, con su bellísima fachada de mármol, es uno de los ejemplos góticos más elegantes de Italia. Uno de los aspectos que más sorprende en su arquitectura son los 135 pináculos que apuntan al firmamento. Muy cerca de este referente religioso se alza el llamado Palazzo Reale Milano, donde antaño se situaba el Consistorio milanés y que ahora alberga exposiciones muy interesantes. Otro plan cultural es visitar el moderno Museo del Novecento, con sus controvertidas colecciones artísticas del siglo XX.
A escasos minutos, en la plaza de la Scala, se sitúa uno de los lugares favoritos de los amantes de la música. Se trata del Teatro della Scala que no sólo tiene una impronta interesante o una acústica increíble sino que guarda los recuerdos de todos los grandes que han pasado por allí. Entre ellos, Verdi, Puccini, Maria Callas o Pavarotti.
El paseo puede continuar por el barrio de Brera, adonde se llega en unos diez minutos a pie. Este vecindario es uno de los más especiales de Milán, allí encontrarás decenas de galerías, anticuarios, animados bares y la gran Pinacoteca de Brera. Como las instalaciones de este museo son de gran tamaño te recomendamos seleccionar previamente las obras o autores que quieras ver. Reserva tiempo para admirar los lienzos de Caravaggio, Andrea Mantegna, Rafael y Piero della Francesca.