Para muchos puede que en la zona alpina italiana la fama se la lleve el lago di Como. Pero la lana la carda el lago di Garda. Primero, porque no solo es la superficie de agua dulce natural más extensa de esta zona, sino también del resto del país.
De hecho, el lago baña tres regiones diferentes: Lombardía, Trentino-Alto Adige y el Véneto.
Segundo, porque la naturaleza que alberga el propio lago di Garda y la que lo rodea es uno de los principales emblemas de biodiversidad en esta zona de Italia. Muy relacionado con ese componente natural está el hecho de que el lago di Garda es también uno de los lugares favoritos de los milaneses para practicar deportes como senderismo, bicicleta de montaña, deportes de vela o natación.
Tercero, porque las localidades que rodean el lago, sobre todo Sirmione, tienen una gran significación histórica y artística para la región y el resto del país. Y esto se traduce en la existencia de numerosos monumentos y villas en las que residieron algunos de los más grandes personajes de la historia de Italia.
Sirmione, una joya junto al lago de Garda
A Sirmione se la conoce como la joya del lago di Garda. Y no es exagerado. Desde luego esta localidad ribereña está llena de monumentos de interés y su urbanismo es una auténtica maravilla estética. Sin duda, es la localidad más escenográfica de cuantas flanquean el lago di Garda, en la zona norte del mismo y situada sobre una península que se adentra unos 4 kilómetros en el lago.
Desde hace siglos, Sirmione ha sido también una de las más reputadas localidades balnearias prealpinas de Italia. Muy conocida por el que probablemente sea su monumento más emblemático: las cuevas de Catulo. Aunque lleve ese nombre, en realidad se trata de los restos de una antigua villa romana del siglo I de nuestra era.
Otros lugares que merece la pena visitar en Sirmione son:
- Roca Scaligera: la fortaleza de la localidad se construyó hacia el siglo VIII, pero es muy probable que se hiciera sobre una antigua fortificación romana. Se trata de uno de los castillos medievales mejor conservados de toda Italia y supone el acceso a la zona histórica de esta pequeña ciudad.
- Playas de Sirmione: en verano, poco tienen que envidiar a las de las costas mediterráneas de otras zonas de Italia. La mayor parte cuenta con completos equipamientos tanto para el baño como para la práctica de los más diversos deportes náuticos.
- Islas de los Conejos y de Garda: visitar estas dos islas es una de las excursiones de medio día más agradables en el lago di Garda. La primera está deshabitada y la segunda es una isla privada con una villa construida en un llamativo estilo gótico veneciano.
- Termas de Sirmione: más de 125 años contemplan este centro balneario que, no obstante, se ha renovado en parte para adaptarse a las necesidades y gustos de los termalistas del siglo XXI.
Qué ver en el lago di Garda
El lago di Garda tiene un perímetro de unos 160 kilómetros y una superficie de 368 kilómetros cuadrados. Cifras suficientes para entender el gran tamaño de esta masa lacustre. Por tanto, es fácil deducir que hay mucho y muy bueno que ver en el Lago di Garda. Estos son algunos ejemplos:
Riva del Garda
Es, con Sirmione, probablemente la localidad más llamativa de todo el lago di Garda. Justo al pie de los Alpes, tiene un trazado urbanístico laberíntico. Desde la torre Apponmale, con sus 34 metros de altura, se divisa una bonita panorámica del lago y su entorno.
Limone sul Garda
Localidad de difícil acceso hasta los años 40 del siglo XX, hoy es bastante visitada por sus bonitos jardines y playas. También por los campos de cítricos que llenan de color (y aroma) el entorno del pueblo.
Monte Baldo
Con sus 2.218 metros de altura, la excursión a pie hasta la cima de esta montaña prealpina regala la que, sin duda, es la vista más espectacular del lago di Garda. Justo a sus pies se encuentra la localidad de Malcesine, que preserva su trazado medieval.
Torbole
También junto al monte Baldo. Esta localidad encajada entre los impresionantes acantilados del propio monte que se hunden en el lago di Garda impresiona. De ahí que sus casas estén dispuestas en forma de anfiteatro.
Bardolino
Antigua localidad de pescadores que mantiene en parte esa fisonomía. Hoy también es muy apreciada por el vino tinto que se produce en sus campos y que tiene su propia Denominación de Origen Controlada.
Gardaland
Este parque temático es el lugar ideal para una excursión con niños. Permanece abierto durante buena parte del año y programa actividades específicas en función de cada temporada. Está en la no menos interesante localidad de Peschiera del Garda.
Lago di Garda: vivir la naturaleza
Por su situación geográfica, el lago di Garda supone un complejo ecosistema. Un privilegiado espacio entre los Alpes, el macizo de los Dolomitas y la Llanura Padana, en el que conviven miles de especies de animales, vegetales y hongos.
Una de las particularidades de esta antigua zona glaciar es que, al estar protegida de los vientos del norte por la propia cadena montañosa alpina, se trata de un hábitat relativamente templado, casi mediterráneo.
Eso explica la existencia de ciertas especies acuáticas inexistentes en otros lagos de influencia montañosa. Es el caso del carpione (Salmo carpio), un pez endémico que vive solo en el fondo del lago di Garda.
Las riberas están plagadas de árboles mediterráneos como cipreses, cedros, olivos (silvestres y de cultivo), adelfas y también algunas palmeras (obviamente, éstas introducidas por el hombre a lo largo de la Historia).
Es muy importante el capítulo de avifauna, aunque algunas especies que nidificaban en el lago hayan dejado de hacerlo (como los flamencos y los pelícanos). Sí sigue habiendo importantes colonias de patos silvestres, garzas, fochas, pollas de agua, cisnes y gaviotas comunes.