Milán es una ciudad que cautiva a los adultos con su glamour y su perfil de ciudad de la moda. No es uno de los destinos en los que habitualmente se piensa para viajar con niños, pero a poco que se investigue se llega a la conclusión de que la capital lombarda ofrece muchas ventajas para un viaje en familia. Una condición muy a tener en cuenta es que se trata de una urbe de tamaño reducido y muy cómoda para recorrer a pie.
Visitar sus célebres monumentos y sus zonas más exquisitas no resulta tan agobiante como en otros entornos históricos. Y la compañía de los más pequeños supone un estímulo para improvisar nuevas rutas. Los niños impulsan a sus padres a descubrir territorios menos conocidos y frecuentados de la ciudad. En Milán hay parques al aire libre y museos interactivos que garantizan la diversión. Y no faltan deliciosas heladerías que satisfacen los paladares infantiles.
Milán con niños, un recorrido divertido por lugares célebres
Viajar con niños a cualquier ciudad supone siempre mirar con ojos renovados. Sólo hay que estar atentos a sus ritmos y responder a sus preguntas. En Milán los menores de la familia disfrutarán de las visitas turísticas habituales, pero es preciso que los mayores sepan orientarlos convenientemente.
El Duomo les sorprenderá con su espectacularidad. Y aún más si se les habla de Napoléon Bonaparte. Napoléon y sus prisas para que la fachada de mármol estuviese acabada a tiempo para su coronación como rey de Italia. Y estarán muy atentos a peculiaridades como los santos que coronan las 135 agujas de la catedral. O los signos del zodiaco en uno de los mosaicos del suelo en su interior.
Lo mismo sucede con otras célebres edificaciones. La Basílica de Santa María delle Grazie se puede acompañar de un relato sobre Leonardo da Vinci. Observar La última cena identificando a cada uno de los personajes, puede convertirse en un juego divertido. Y en la famosa Galería Vittorio Emanuele II la cúpula y los distintos mosaicos resultan especialmente llamativos. El centro comercial dispone, además, de distintas tiendas de juguetes. Entre ellas, una especializada en construcciones de Lego, que cautivarán a los pequeños. Entre las rutas que no fallan está la visita en barco por los canales de la ciudad.
Qué ver en Milán con niños, empecemos por los parques
¿Dónde van los niños milaneses? Esta es la pregunta que hay que hacerse cuando se viaja a la ciudad en familia. Si se quieren hacer planes alternativos, especiales para los más pequeños, las opciones son múltiples. Podemos empezar por los parques. En Milán hay amplios y hermosos espacios verdes donde los menores corren a sus anchas y disfrutan de actividades al aire libre. Entre ellos, destaca el Parque Sempione, uno de los más importantes pulmones de la ciudad.
Situado junto al Castillo Sforzesco, es un hermoso lugar que invita a descansar en sus zonas arboladas y sus jardines. Cuenta con una magnífica zona de juegos y con estanques donde habitan patos y tortugas. Los más pequeños se sienten atraídos por la zona de atracciones, en la que destaca un “mini tren” muy querido por los menores milaneses. Y, por supuesto, disfrutan de una visita al Acuario Cívico de Milán, ubicado en el el parque. Acoge más de cien tipos distintos de especies submarinas. Y cuenta con un túnel de cristal que siempre impresiona al público infantil.
Los Jardines de Indro Montanelli, una visita muy interesante
Otra alternativa a tener en cuenta son los Jardines de Indro Montanelli. Si se toma el Corso Venezia, en dirección a la Galería de Arte Moderno, se descubre este bello espacio arbolado, ubicado en el barrio de Brera. Se caracteriza por sus esculturas y cuidados jardines. Hay bicicletas a disposición de los visitantes y los niños pueden disfrutar en sus columpios y toboganes.
Dentro del recinto, en su parte norte, se encuentra el Museo de Historia Natural. No hay que dejar de visitarlo para ver los esqueletos de sus dinosaurios gigantes y disfrutar de una impresionante colección de rocas y minerales. Muy cerca está el Planetario Ulrico Hoepli, donde se organizan actividades diversas para acercar la ciencia y la astronomía al público más joven.
De museos en familia. Primero el de Leonardo da Vinci
El Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci de Milán hace las delicias de niños y mayores. Se encuentra en el Monasterio de San Vittore, construido durante el siglo XVI, y reconstruido en 1947 tras ser destrozado en la Segunda Guerra Mundial. Un buen plan es combinar su recorrido con la visita a la Basílica de Santa María delle Grazie. Los niños querrán saberlo todo de Leonardo da Vinci, genio del Arte y de la Ciencia. Harán mil preguntas sobre sus invenciones y sobre La última cena.
En el Museo hay muchas salas con estimulantes actividades. Destacan las maquetas de madera de algunos de los principales inventos de esta gran figura del Renacimiento italiano. Se puede interactuar con ellos y descubrir las claves de su funcionamiento y el proceso de su diseño. También se puede observar un submarino y la primera locomotora de Italia.
En este gran espacio, hay otras secciones dedicadas a especialidades tan variadas como los ingenios aeronáuticos, la genética o la biotecnología. La duración de la visita dependerá de los intereses de cada cual. El recorrido también ofrece interesantes acercamientos a áreas como el espacio, las tecnologías de la comunicación o el reciclaje.
Milán para niños. Otras alternativas a tener en cuenta
Son muchos los planes que se pueden realizar con niños en Milán. Es cuestión de conocer los gustos y aficiones de los más pequeños de la familia para elegir adecuadamente. Hay opciones como Leolandia, un parque temático ubicado a las afueras de la ciudad, a poca distancia de Bérgamo. Aquí, como es habitual en estos espacios, es posible navegar en lanchas, descender por un río o viajar en un barco pirata que se balancea. Pero hay una atracción que llama la atención. Se trata de “Mini Italia”, donde se representan 160 monumentos del país en miniatura.
Entre Milán y Bérgamo hay otro lugar, Le Cornelle Animal Park, que los amantes de los animales no pueden dejar de visitar. Se trata de un parque destinado a la seguridad y conservación de especies mamíferas, reptiles y pájaros en peligro de extinción. Abre durante todo el año, excepto los meses de diciembre, enero y la primera quincena de febrero. El área cuenta con restaurantes que facilitan prolongar la visita.
Ya en el centro de Milán, hay otro interesante museo para visitar con niños. Es el MUBA, Museo dei Bambini, muy cerca de la catedral del Duomo. Es un área permanente de proyectos culturales y artísticos. Dispone de muchas actividades y está destinado a promover el juego familiar. Los devotos del cómic no pueden dejar de visitar el Museo Wow, que reúne más de 9.000 volúmenes. Y los muy aficionados al fútbol tienen la oportunidad de acudir al Estadio de San Siro. Se permite recorrer los vestuarios y salir al campo a través del túnel de los jugadores. El estadio cuenta con un museo donde se exponen objetos destacados del Inter de Milán.