El circuito de Monza es una de las catedrales mundiales del motor, uno de esos circuitos míticos que los aficionados a las carreras se conocen al dedillo y que encumbran a los grandes pilotos del automovilismo y el motociclismo. Como muchos otros circuitos de carreras, Monza es visitable y ofrece varias experiencias para auténticos fans de los deportes del motor.
¿Sabías que el circuito de Monza se encuentra muy cerca de Milán? Viajar a la capital de Lombardía es la mejor manera de llegar al autódromo de Monza, ya sea para una visita, para hacer una experiencia de conducción o para ir a ver una carrera.
En este artículo descubrirás un poco más sobre Monza y qué debes saber si quieres visitarlo.
El Autodromo Nazionale di Monza
Monza es un circuito legendario en el mundo del motor y en particular en la Fórmula 1. El trazado, vertiginoso, ha dejado momentos inolvidables, triunfos legendarios y mucha pasión por las cuatro ruedas. Ha albergado carreras de Fórmula 1 desde el primer año de este deporte (1950), solo con la excepción de una temporada (1980), cuando cerró por remodelación.
Además, Monza es la otra casa de Ferrari, la escudería más mítica del Gran Circo. Cuando llega el Gran Premio de Italia, los coches del cavallino rampante sienten que corren en casa con las gradas repletas de auténticos forofos del equipo rojo.
El Autodromo Nazionale di Monza se inauguró en septiembre de 1922. La pista original, de 10 kilómetros de longitud, combinaba un óvalo peraltado más un trazado muy similar al actual. Sin embargo, los accidentes mortales llegaron muy pronto y en los años 30 el trazado se modificó para incorporar nuevas curvas, hasta que se decidió correr solo en la parte del óvalo. En toda su historia han muerto 35 espectadores y 52 pilotos, entre ellos, el mítico Alberto Ascari, primer campeón del mundo con Ferrari.
Monza, características del circuito de Fórmula 1
El trazado actual pertenece al año 2000 y cuenta con un total de 11 curvas. Su silueta con forma de L es inconfundible y esconde un recorrido muy rápido con velocidades punta que superan los 330 km/h.
La otra característica de Monza son sus chicanes, llamadas variantes, en las que los pilotos deben frenar desde velocidades punta hasta ritmos inferiores a los 100 km/h. Una de estas chicanes es la variante del Rettifilo, al final de la recta de meta, y que siempre ha dejado la piel de gallina a los aficionados tras apagarse el semáforo de salida.
La curva más famosa de Monza es la Parabólica, último giro antes de la recta de meta. Su forma recuerda al viejo óvalo de Monza, situado prácticamente detrás de la curva. Apurar la Parabólica frenando lo mínimo posible es fundamental para ganar aquí.
Qué hacer en el circuito de F1 de Monza
Los circuitos de velocidad atraen a aficionados de todo el mundo que buscan vivir alguna experiencia sobre el asfalto. Conducir un deportivo, correr junto a un piloto profesional o hacer cursos de conducción segura, son algunas de las actividades que ofrecen circuitos como el de Monza.
¿Habías soñado alguna vez con ir a toda velocidad en un coche conducido por un piloto? En Monza es posible. Puedes contratar una de estas track experience y poner tu adrenalina al límite de forma segura. Además, es una excelente forma de conocer qué se siente desde el asfalto del circuito, experimentar la velocidad extrema de las rectas y vivir el riesgo sobre sus famosas chicanes.
Si prefieres ser tú el protagonista, en Monza encontrarás experiencias de conducción a bordo de marcas como Ferrari, Lamborghini o Porsche. Un sueño para cualquier aficionado al motor.
Si prefieres no asumir riesgos, también puedes hacer una visita guiada al circuito. Esta incluye las principales y más exclusivas áreas de Monza, como el paddock, los boxes, la dirección de carrera o el podio. Es posible añadir una vuelta al circuito, tanto en furgoneta como en bicicleta.
Los circuitos son también buenos aliados de la seguridad vial y ofrecen cursos de conducción segura en distintas condiciones. Es una excelente manera de aprender técnicas ante riesgos que pueden suceder cualquier día en la carretera.
Consejos para asistir al GP de Italia de Fórmula 1
Si hay una carrera por antonomasia en el circuito de Monza, esa es el Gran Premio de Italia de Fórmula 1. Se celebra en torno a finales de verano y congrega a miles de tiffosi, en su mayoría aficionados del equipo Ferrari.
Al igual que en cualquier otra carrera de Fórmula 1, se recomienda adquirir las entradas con mucha antelación, ya que la afluencia a los circuitos es máxima. Los tickets pueden incluir solo la carrera del domingo o todo el fin de semana, para presenciar entrenamientos, calificación y el resto de carreras paralelas que se celebran durante el Gran Premio.
El día de la carrera (domingo) se recomienda acceder al circuito en transporte público a primera hora de la mañana, para evitar atascos y aglomeraciones. Si decides ir, no te preocupes por las horas de espera hasta la carrera ya que se celebran numerosas actividades y el entretenimiento está más que asegurado.
Qué ver en la ciudad de Monza
El circuito de Monza está pegado a la ciudad homónima. De hecho, el trazado se integra en el Parque de Monza que alberga la Villa Real, que llegó a ser residencia real durante el Imperio austrohúngaro y el Reino de Italia. De estilo neoclásico, la villa tiene unos bonitos jardines y acoge numerosas exposiciones. El parque es uno de los más grandes de Europa, un recinto de más de 700 hectáreas.
En el centro de Monza encontrarás también varios lugares de interés como la catedral (siglo XIV), que alberga la corona de hierro de Lombardía, una de las reliquias más antiguas de la Cristiandad (siglo V) con la que se coronaban a los emperadores del Sacro Imperio Germánico, como Carlos V.
También hay algún otro edificio de interés, como el Arengario (siglo XIII), que vendría a ser el equivalente a los ayuntamientos actuales, así como varias iglesias interesantes, como Santa María in Strada.