En verano y primavera, las familias milanesas, parejas y grupos de amigos acuden al Parque Sempione para recargar las pilas y huir del bullicio de la ciudad. Las frondosas copas de los árboles ofrecen una agradable sombra donde tumbarse. En este pequeño oasis de casi 50 hectáreas, el tiempo se ralentiza y es común ver gente en el césped leyendo libros, escuchando música o tocando la guitarra. Como en casi cualquier parque de ciudad, las escenas de picnic, los paseos en bici o las parejas tomadas de la mano son un clásico.
Escenario de novelas inglesas románticas
Fue construido en 1890 sobre una antigua plaza militar junto al Castello Sforzesco, la espectacular fortaleza del siglo XIV situada en el casco histórico de Milán. El diseño del parque está inspirado en los jardines ingleses del siglo XIV, famosos por recrear paisajes pastorales idílicos. Lagos, vegetación pulcramente recortada, filas de árboles, una red de caminos trazada al detalle y edificios de arquitectura pintoresca son algunos de los elementos característicos que definen este estilo, tan propio de las narraciones de Mary Shelley o Charlotte Brontë.
En el interior del parque hay un pequeño lago artificial donde se refrescan patos y otros animalillos de la zona. Éste se puede cruzar a través de un puente de madera adornado con candados, símbolo del amor eterno de las parejas que visitan el lugar y una práctica amorosa muy común en las ciudades europeas. Además, hay espacios para perros, quioscos con terrazas donde tomar algo y, el requisito fundamental entre los millenials, wifi gratis.
Qué ver en el Parque Sempione: arco della Pace y otros elementos
Además de dar un largo paseo y disfrutar del ambiente tranquilo y relajado del lugar, te recomendamos algunos rincones imprescindibles del parque.
- La Trienal de Milán: ubicado en el Palazzo dell’Arte, al suroeste del Sempione, es un museo famoso por sus exposiciones de Arte Contemporáneo, así como por promover las artes italianas y el desarrollo de la arquitectura.
- Acquario Cívico: es el único edificio que se conserva de la Exposición Universal de Milán de 1906 y uno de los acuarios más antiguos de la Unión Europea. Su hermosa fachada Art Nouveau da la bienvenida a aquellos interesados en la vida submarina de las costas italianas. Además, cuenta con una biblioteca especializada en biología marina.
- Arena Cívica: inaugurado en 1806 en presencia de Napoleón, este anfiteatro fue, y es, un espacio multiusos para todo tipo de eventos, desde conciertos y pruebas de atletismo, hasta batallas navales en las que se llenaba el recinto de agua.
- Arco della Pace: su construcción comenzó en 1807 para conmemorar las victorias de Napoleón Bonaparte, aunque se interrumpió y se retomó más tarde, en 1826, con motivo de la paz conseguida en 1815. Se encuentra en la Piazza Sempione y antiguamente formaba parte de la puerta de entrada al parque.
- Torre Branca: esta torre de casi 109 metros de altura es la segunda más alta de Milán después de la Torre Pirelli. Desde el mirador cubierto de la cima, con forma de hexágono, se puede ver una vista de 360 grados de la ciudad. Aunque fue construida con motivo de una exposición de arte en 1933, hoy en día incluso hay quien alquila el lugar para celebrar fiestas y eventos privados. Además, aquí se encuentra el restaurante Just Cavalli Café, creación del famoso diseñador Roberto Cavalli y uno de los locales más chic de Milán.
Atardecer en el Parque Sempione
Gracias a la privilegiada ubicación del Parque Sempione a tan solo 10 minutos caminando de las principales atracciones turísticas del centro, como la Catedral de Milán, se puede disfrutar de este oasis verde en cualquier momento del día. Nuestra recomendación es acudir al atardecer, después de un día ajetreado de visitas turísticas, para reducir pulsaciones y disfrutar del entorno natural en el que se encuentra. Cuando el sol comienza a caer, los caminos que serpentean entre las arboledas ya están más frescos y los locales se reúnen para relajarse y desconectar después del trabajo. Además, es una visita perfecta si viajas con niños, pues se quedarán prendados de la simpática fauna que esconde el corazón verde de la ciudad.