Si te gusta la música clásica y la ópera, el Teatro alla Scala es un destino indispensable en tu escapada turística a Milán. Se trata de uno de los teatros líricos más famosos del mundo, y hasta hay quien asegura que es el mejor que existe con diferencia.

Edificado en estilo neoclásico y con una fachada bastante anodina, el Teatro alla Scala es una de las grandes glorias de las que se enorgullece Milán. Se inauguró en 1778 con una ópera de Salieri (L’Europa riconosciuta) y muy pronto su sala principal, en forma de herradura, se convirtió en la favorita de los grandes maestros, debido a su impresionante acústica. Primero fue Rossini y después le siguieron Donizetti, Bellini, Verdi, Puccini y Toscanini. Porque cantar en la Scala de Milán, para cualquier artista, es toda una consagración.

También conocido como La Scala, a secas, este teatro se encuentra junto a la célebre Via Manzoni, una de las calles más ‘chics’ y codiciadas de Milán. Debes saber que en el número 29 de esta arteria urbana está el hotel en el que vivió y murió Giuseppe Verdi. Hay quien dice que el genial compositor cubría la calle con paja para que no le molestasen los ruidos que ocasionaban los carros y los caballos sobre el empedrado.

El Teatro alla Scala de Milán, una curiosa historia

El Teatro alla Scala de Milán se levantó en el espacio que antes ocupaba la iglesia de Santa Maria alla Scala, que dio su nombre al coliseo. Fue inaugurado con el nombre de Nuovo Regio Ducal Teatro alla Scala y, como muchos teatros de la época, también fue casino. Sus arquitectos fueron Pietro Marliani, Pietro Nosetti y Antonio Giuseppe Fe.

El edificio del teatro de Milán quedó muy dañado en 1943 por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, por lo que hubo de someterse después a una intensa restauración, y el coliseo volvió a abrirse, “como estaba y donde estaba”, el 11 de mayo de 1946 con un concierto dirigido por Arturo Toscanini.

Teatro ala Scala
Teatro alla Scala

Toscanini, precisamente, fue uno de los grandes directores que ha tenido el Teatro de la Scala de Milán a lo largo de su historia, en la que figuran también nombres tan importantes como los de Claudio Abbado, Riccardo Muti o Daniel Barenboim. Debido a su prestigio, aquí se han estrenado muchas óperas memorables, como ‘Otello’, ‘Nabucco’ o ‘Madame Butterfly’.

El teatro estuvo cerrado al público durante casi tres años, de 2002 a 2004, para someterse a una cura de rejuvenecimiento, cuyo proyecto arquitectónico fue responsabilidad de Mario Botta. Durante ese tiempo, la compañía del teatro se mudó al Teatro degli Arcimboldi y la reapertura se celebró con la ópera de Salieri con que se inauguró el teatro.

Anécdotas de La Scala, el gran teatro de la ópera de Milán

La historia del Teatro de la Scala está plagada de anécdotas, pero sólo citaremos tres. Una está relacionada con Giuseppe Verdi, quien estuvo muy vinculado al Teatro alla Scala durante varios años. Sin embargo, no quería representar allí sus obras porque acusaba a la orquesta de modificar su música.

Piazza della Scala
Piazza della Scala

Por otro lado, María Callas debutó en la Scala el 12 de abril de 1950 con ‘Aida’, pero la acogida del público fue tan fría que la cantante salió de escena sin terminar la interpretación. Menos mal que en la segunda actuación, unos meses más tarde, tuvo un gran éxito y conquistó el sobrenombre de ‘La Divina’.

La temporada de ópera del Teatro alla Scala suele comenzar el 7 de diciembre, fecha en la que se celebra el santo patrón de Milán, San Ambrosio. Como curiosidad, hay que decir que todas las óperas deben terminar antes de las 12 de la noche, por lo que si se trata de composiciones largas, la representación debe comenzar más temprano.

Un museo en la Ópera de Milán

En el mismo edificio de la Ópera de Milán, se encuentra el Museo Teatrale alla Scala, que muestra una importante colección de trajes y máscaras que pertenecieron en su día a los personajes más célebres de la historia de la lírica y el teatro italianos. También hay pinturas, bocetos y otros documentos vinculados con la ópera. Podrás encontrar e identificar los bustos de los grandes compositores y un valioso conjunto de instrumentos de música. Una verdadera delicia para los amantes del bel canto y de la música clásica.

Un museo de arte en una entidad bancaria

En la misma plaza donde se encuentra el Teatro alla Scala, en la que se puede ver una estatua de Leonardo da Vinci, están también las Galerías de Italia (Gallerie d’Italia), el museo de arte moderno italiano que conserva y exhibe la colección del Banco Intensa Sanpolo. El edificio, que hasta hace bien poco funcionaba como entidad bancaria,  conserva aún las ventanillas y la sala de las cajas fuertes, situadas en el sótano. Este espacio bien merece una visita por su singularidad.