Su nombre viene del río que delimita uno de los extremos del barrio, junto al Ponte Garibaldi. El Trastevere (su nombre significa “sobre el Tevere”) es uno de los enclaves más seductores que hay que visitar en una escapada a Roma, por muy breve que ésta sea. Sus tranquilas calles adoquinadas están repletas de pequeños restaurantes con encanto, deliciosos comercios de diseño, plazoletas que invitan al descanso y pequeños museos que complementan el carácter festivo del barrio con el más tradicional y pintoresco.

La plaza o piazza Sidney Sonnino representa el corazón del Trastevere y desde aquí se accede, en pocos minutos, hasta los espacios más singulares de este barrio algo laberíntico. Por ejemplo, a 5 minutos caminando por la vía della Lungaretta, nos encontramos con la bellísima iglesia de Santa María in Trastevere, el lugar más imponente de la plaza de Santa María. Un poco más adelante, más cerca del río, con la porta Settimiana (siglo III) y con la villa Farnesina, que contiene frescos realizados nada menos que por Rafael. Y también dentro del Trastevere se encuentra el Jardín Botánico u Orto Botanico.

 

 

Qué ver en el Trastevere de Roma

En cualquier caso, el Trastevere es un territorio ideal para callejear, pasear y dejarse sorprender por bonitos y pintorescos rincones y plazas, especialmente en la zona que va de la vía Garibaldi hasta el viale di Trastevere. Enumeramos a continuación lo que no hay que perderse en una visita al Trastevere:

Trastevere
Rione Trastevere

Basílica de Santa Maria in Trastevere

En algún momento de nuestro recorrido por este céntrico barrio, tendremos que visitar la iglesia de Santa Maria in Trastevere, una de las más antiguas de Roma. Hay referencias documentales de este templo desde el año 337, cuando el papa Julio I mandó construir una iglesia en el mismo sitio donde comenzó a manar aceite, de forma milagrosa, el día que nació Cristo. Sin embargo, la actual basílica de Santa María de Trastevere, como también se la conoce, data del siglo XII y destaca por los mosaicos de su fachada, que reproducen escenas de la vida de la virgen. También merece la pena observar el pavimento medieval de marquetería y las columnas de la nave, que proceden de las termas de Caracalla.

Villa Farnesina

Si caminamos desde Santa Maria in Trastevere por la via della Scala y más tarde por la via della Lungara, llegaremos hasta villa Farnesina, un hermoso palacio renacentista que fue levantado en 1511 por Agostino Chigi, un banquero natural de Siena. Lo más impresionante de esta villa es la Loggia de Cupido y Psique, en la planta baja, que está decorada con frescos diseñados por Rafael. Y en el piso superior, la sala delle Prospettive, totalmente cubierta por frescos que reproducen vistas de Roma y singulares trampantojos.

El Orto Botanico  y la colina de Gianicolo

A 3 minutos caminando desde villa Farnesina, llegamos al Orto Botanico, que fue inaugurado en 1883. Tiene doce hectáreas y ocupa los antiguos jardines del palazzo Corsini que llegan hasta el Gianicolo.

Podemos seguir callejeando hasta el monte Gianicolo, una de las siete colinas de Roma. Muy cerca de aquí, apenas a cinco minutos en dirección a la via Garibaldi, nos encontraremos con la fontana dell’Acqua Paola, una fuente monumental del siglo XVII que mandó construir el Papa Pablo V. Y, a apenas 200 metros, la iglesia de San Pietro in Montorio (siglo XV), que fue levantada teóricamente donde San Pedro fue crucificado. Al lado se levanta el Tempietto, una joya arquitectónica diseñada por Bramante, uno de los arquitectos de la iglesia de San Pedro.

Basílica de Santa Cecilia
Basílica de Santa Cecilia en Trastevere

Parque Villa Doria Pamphilj

Otro de los lugares que bien merece una visita es Villa Doria Pamphilj, seguramente el parque más grande de Roma, en el que abundan los lagos y los grandes espacios abiertos con pinos y senderos.

Basílica de Santa Cecilia en Trastevere

Si tenemos oportunidad, merece la pena acercarse a la basílica de Santa Cecilia in Trastevere, que fue edificada, al parecer, en la casa donde vivía la patrona de la música con su esposo en el siglo IV.  Hay que contemplar la estatua de Santa Cecilia, de Carlo Maderno, un escultor que, dicen, asistió a la apertura del sepulcro de la santa. Sobre el altar de la iglesia, hay un baldaquino gótico, del siglo XIII, que representa al papa Pascual I presentando a Santa Cecilia y a su esposo Valerio ante Cristo.

Restaurantes en el Trastevere

Abundan los pequeños restaurantes, trattorías y pizzerías en el Trastevere de Roma, por lo que no te preocupes si tienes inquietud por no saber donde comer en Roma. La Trattoria da Augusto es una de las más veteranas y, además de deleitarte con la comida típica de Roma, está en una bonita plaza y la relación calidad-precio es francamente buena. Y en verano, sacan fuera unas mesas y se puede comer en el exterior. Reserva un rato también para ir a una de las muchas heladerías (link interno) que se encuentran desperdigadas por el barrio.

Qué comprar en el Trastevere

Son numerosos los establecimientos comerciales y pequeñas tiendas con encanto que irás encontrando en tu deambular por el barrio del Trastevere. Hay bastantes comercios de artesanía, anticuarios y tiendas especializadas. También hay un colorido y animado mercado de alimentos en la piazza San Cosimato todas las mañanas. Y si tienes la suerte de estar en Roma en domingo, visita el mercado de Porta Portese. Es toda una experiencia.

Salir de noche en el Trastevere

El Trastevere es uno de los barrios más animados de Roma para salir de noche. Hay muchos locales pensados para disfrutar y uno de los más populares es el Caffé della Scala (via della Scala, 4), situado junto a la iglesia de Santa Maria in Trastevere. El Café San Cosimato (piazza San Cosimato, 61) tiene un ambiente más tranquilo y mesas en el exterior. Y en el Big Mama Live Music & Bar (vicolo San Francesco a Ripa, 18) podrás escuchar música de jazz y blues.

Así que no lo dudes, dedica una mañana o una tarde completas para disfrutar del Trastevere, un barrio con mucho encanto que te gustará recorrer despacio.