Visitar las principales iglesias de Roma es de obligado cumplimiento en la capital italiana. Y una de ellas es la basílica de Santa María la Mayor (Santa Maria Maggiore), el templo dedicado a la Virgen María más grande de Roma y más importante del mundo.
Esta imponente iglesia es una basílica papal y en ocasiones es utilizada por el sumo pontífice. Así lo hace oficiando la misa en el día de la Asunción de la Virgen (15 de agosto) o encabezando la procesión del Corpus que termina en esta basílica que, pese a estar fuera del territorio de Ciudad del Vaticano, pertenece a la Santa Sede.
Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas mayores del catolicismo, junto a San Pedro, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros. Visitar estas cuatro iglesias es una de las condiciones necesarias para ganar el Jubileo romano.
Santa María la Mayor, la gran iglesia de Roma
Santa María la Mayor esconde una particularidad que la vincula con la monarquía española. La estrecha relación entre España y el Vaticano supera ya los 500 años, como sucede con la embajada española ante la Santa Sede, situada en la plaza de España de Roma. En el caso de Santa María, fue Felipe IV (1605-1665) quien se convirtió en benefactor del templo, a cambio de una serie de honores para la monarquía.
Desde entonces, todos los reyes españoles son protocanónigos honorarios de la basílica.
Un milagro, el origen de la basílica de Santa María la Mayor
Los orígenes de Santa María la Mayor se remontan al siglo IV, cuando se comienza a construir un templo en este lugar, en la cima de la colina del Esquilino. Según la leyenda, la Virgen María se apareció aquí al papa Liberio y señaló este lugar haciendo caer una nevada sobre la colina en verano, indicando así el lugar de construcción de una nueva iglesia. El papa indicaría sobre la propia nieve el perímetro de la futura basílica.
De esta forma surge el milagro de la Virgen de las Nieves, adorada en muchos lugares del mundo. De hecho, cada 5 de agosto se celebra la ceremonia del milagro de la nieve, en la que se lanzan miles de pétalos de dalias blancas a la plaza de Santa María la Mayor.
Estilos arquitectónicos en el templo
La actual Santa María se construyó sobre dicho templo de origen paleocristiano, del que todavía se conservan varios coloridos mosaicos del siglo V y el arco del triunfo, así como la planta y estructura del edificio. De hecho, es la única basílica romana que mantiene su estructura original.
La basílica conforma un conjunto variado de estilos arquitectónicos, según las diferentes modificaciones que ha ido incorporando con el paso de los siglos, desde la Edad Media hasta el Barroco. Todavía conserva algunos elementos medievales, como el suelo de mármol cosmati situado a la derecha del altar. De época renacentista es el artesonado del techo de la nave, que cuenta con oro traído de América por los españoles, un regalo de Carlos V al papa español Alejandro VI.
La parte exterior es muy reconocible, con su impresionante fachada barroca del siglo XVIII, obra de Ferdinando Fuga. Junto a ella todavía sobrevive el campanario románico renacentista de 75 metros, el más alto de Roma.
Puntos de interés de la iglesia de Santa María la Mayor
Como hemos visto, uno de los aspectos más interesantes de la basílica de Santa María la Mayor es su consecución de estilos arquitectónicos, que parten de esta característica planta rectangular que marca la iglesia actual. Sin embargo, el templo tiene muchos más elementos que explican su importancia en la historia del cristianismo y del Vaticano.
Capillas de Santa María la Mayor
La sencillez de la planta de Santa María la Mayor debido a su origen paleocristiano, no impide que se le hayan incorporado algunas capillas laterales durante los siglos posteriores. Fueron varios los papas que quisieron marcar el devenir de este importante templo cristiano.
- Capilla Sixtina. Construida entre 1587 y 1589 en honor del papa Sixto V no debe no confundirse con la Capilla Sixtina de la basílica de San Pedro. Se diseñó originalmente para acoger el Santo Pesebre, que fue situado en la cripta. Alberga las tumbas de Sixto V y de San Pío V.
- Capilla Borghese o Paulina. De principios del siglo XVII, alberga las tumbas de Clemente VIII y Paulo V, quien decidió construirla. Custodia la imagen de la Virgen Protectora del Pueblo Romano (Salus Populi Romani). También acoge la tumba de Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón. Esta capilla está dispuesta frente a la Sixtina, de forma simétrica.
- Capilla Sforza. Situada a continuación de la capilla Paulina, fue la última obra de Miguel Ángel. Está considerada un anticipo del Barroco.
Obras de arte de la iglesia
Además de las capillas y los diferentes estilos arquitectónicos, Santa María la Mayor cuenta también con notables obras de arte que merecen la pena observar.
- Monumento funerario de Clemente IV (1671).
- Estatua de Felipe IV de España. Diseñada por Bernini y realizada por Girolamo Lucenti.
- Tumba de Bernini.
- Monumento funerario de Nicolás IV.
Reliquias y sepulturas
Debajo del altar se encuentra la cripta de Belén, donde se guarda una reliquia de la cuna del Santo Pesebre en el que habría nacido Jesucristo.
Como hemos conocido a través de este artículo, en Santa María la Mayor también hay varios papas enterrados, como Clemente VIII, Pablo V y Pío V, junto al gran Gian Lorenzo Bernini, arquitecto de la plaza de San Pedro y autor del baldaquino de dicha basílica.
La tumba de Bernini, situada a la derecha del altar, humilde y discreta, cuenta con un sencillo epitafio que reza: “La noble familia Bernini en este lugar, espera la Resurrección”. Curioso, que quien ha dado tanto arte y lustre a los demás y a la Humanidad, cuente con una sencilla losa y dicha inscripción grabada sobre el mármol en tan importante basílica.
Conocer Santa María la Mayor es una tarea fundamental para quien visita Roma. La capital italiana es el centro del mundo católico y, como tal, sus iglesias mantienen un legado incomparable.