Roma es una ciudad con tanta representación histórica y artística que te enamorará desde el primer instante. Una de las visitas que los viajeros deben incluir en su itinerario por la Ciudad Eterna son las termas de Caracalla. Como otras termas del país, fueron construidas para uso y disfrute de los romanos, allá por el año 216. En su origen eran conocidas como termas Antoninas y era uno de los centros de bienestar favoritos de los romanos.
Fueron construidas por Marco Aurelio Antonino Basiano, el emperador Caracalla. Éste fue un emperador guerrero, ferviente seguidor de las hazañas de Alejandro Magno. Es recordado, sobre todo, por una de sus aportaciones a la ciudadanía romana: en el año 212, impulsó la creación de la Constitutio Antoniana o edicto de Caracalla.
¿Cómo funcionaban las termas de Caracalla?
Las termas de Caracalla servían no sólo de lugar de retiro y descanso, sino también de estudio y meditación. Fueron construidas en forma rectangular, como la mayor parte de las termas, y se podía disfrutar de un agradable baño mientras se conversaba con otras personas o se recibía algún tratamiento de salud. El edificio de las termas estaba compartimentado en distintas estancias que tenían funciones diferentes: el caldarium, el tepidarium y el frigidarium –o natatio–. Los usuarios, además, solían dar largos paseos por los jardines del complejo, reforzando así las relaciones sociales.
Las termas de Caracalla han sido reconstruidas fielmente y se ha cuidado mucho la decoración. Cabe destacar en el conjunto: los mosaicos de pasta de vidrio, la grandiosidad del mármol en las paredes, la pintura de estuco y la colección de estatuas distribuidas por el edificio.
Como era necesario disponer de un acueducto que abasteciese las termas, se creó en su día el conocido como Aqua Antoniana, que servía para llevar el agua. Finalmente, las termas tuvieron que cerrar en el 573 d.C., ya que los bárbaros destrozaron los acueductos con los que se abastecía.
Una visita a las termas de Caracalla
Las termas ya no se encuentran en funcionamiento; sin embargo, es posible visitarlas para disfrutar de sus grandes espacios y decoración. Debido a los saqueos y a las consecuencias de un terremoto en el año 847, se conserva sólo la planta del edificio y parte de las paredes.
Lo que más sorprende de este lugar es que, pese a las escasas infraestructuras, contaba con un buen sistema de abastecimiento y calefacción. Disponía de grandes hornos de leña que se encargaban de proporcionar calor al suelo y a las paredes, y calentaba el agua de las piscinas.
Descubre los alrededores de las termas de Caracalla
Cuando caminas por las calles de Roma te das cuenta de que realmente se respira Historia a cada paso. Puedes llegar a imaginarte como parte de la sociedad romana de la época. Sin duda, es la ciudad perfecta para adentrarte en un mundo de luchas, diversión, amor y desamor a partes iguales.
Visitar las termas de Caracalla te aporta una idea aproximada de cómo vivían y se divertían los romanos, pero en las inmediaciones podemos encontrar numerosos monumentos de interés. Entre ellos destacan el Circo Máximo, que es el edificio más grande construido específicamente para la realización de espectáculos de ocio. Además, esta zona acoge el área arqueológica más antigua de la ciudad, el Palatino, y forma parte de la Roma Imperial.
Si nos alejamos un poco podremos llegar hasta el famoso Coliseo y el Foro Romano.
Dónde comer cerca de las termas
No cabe duda de que la gastronomía italiana es una de las más ricas y afamadas del mundo. Cuando caminas por Roma descubres el verdadero aroma de Italia. No dejes de probar la pasta fresca acompañada de sus elaboradas y reconocidas salsas como el pesto, la carbonara o la boloñesa. ¿Quién no se dejaría tentar por el aroma de una pizza recién hecha? Por no hablar del olor a café que embriaga la ciudad. Te recomendamos algunos lugares cercanos a las termas de Caracalla por si tu visita coincide con alguna comida o cena.
Restaurante Max Roma
Si lo que buscas es una excelente combinación entre comida italiana y mediterránea, el restaurante Max Roma es, sin duda, la elección perfecta. El local presume de una decoración cuidada, alegre y con zonas de sofás y descanso. Su carta es variada: hamburguesas, rica pasta italiana, deliciosos cócteles y refrescos. Un lugar ideal donde poder descansar y recargar pilas para continuar conociendo la ciudad.
Ristorante di Orazio a Caracalla
Comer en este restaurante es adentrarse en una experiencia gastronómica italiana única. Se encuentra a poco más de cinco minutos de las termas de Caracalla y se trata de un local tradicional con comida casera típica de la zona. Su principal característica es el enorme y vistoso jardín que rodea el restaurante y que tan difícil resulta encontrar en el centro de Roma. La amabilidad y hospitalidad del equipo que allí trabaja te sorprenderá. Te sentirás como en casa.
Ristorante La Renardiere
Roma dispone de multitud de restaurantes de inspiración clásica, bonitos y con mucho encanto. El ristorante La Renadiere cumple todas esas características. Si quieres disfrutar de la buena gastronomía francesa en el corazón de Roma, no lo pienses y escoge tu mesa. Menú de calidad a precios asequibles en un local decorado con mimo.
Como has podido comprobar, las termas de Caracalla esconden mucho más que una simple construcción encargada por el emperador de Caracalla. Son ‘Historia’ en el corazón de Roma, un lugar donde poder admirar la vida, cultura y ocio de los romanos en épocas pasadas, así como las infraestructuras de las que disponían. Además, su cercanía a grandes monumentos hará que puedas disfrutar de un aperitivo, una buena comida o un fantástico café sin moverte del centro. ¡Descubre cada rincón de esta espectacular ciudad!