Con una historia que hunde sus raíces en los pueblos etruscos, Viterbo es un municipio situado a unos kilómetros al norte de Roma que tuvo su momento de gloria en la Edad Media. Pasear por sus calles es retrotraerse a un pasado medieval marcado por la Curia Romana. En el siglo XIII fue elegido el lugar de residencia de los papas. Hoy su centro histórico es uno de los núcleos medievales mejor conservados de Italia.

Además, cuenta con una serie de fuentes termales terapéuticas a las que llegan ciudadanos de todo el país transalpino. En los alrededores de Viterbo también se encuentran lugares pintorescos como la majestuosa Villa Lante, el misterioso y extraño Parque de los Monstruos o el inaccesible pueblo de Bagnoregio. Todos ellos, lugares que bien merecen conocerse, especialmente recomendable para quienes huyen del bullicio turístico de Roma y desean pasear serenamente por unas tierras ricas en mitos y en historia.

Qué ver en Viterbo, población cercana a Roma

La localidad de Viterbo, que da nombre a toda su provincia, cuenta con más de 62.000 habitantes. Su principal atractivo es su casco histórico amurallado con un trazado medieval excelentemente conservado. Pasear por los recovecos de sus callejuelas y deleitarse con sus coquetas plazas se convierte en una experiencia especialmente placentera si se ha pasado los días anteriores realizando extenuantes tours por Roma.

 

 

Conjunto histórico alrededor del palacio papal dei Papi, en Viterbo

En la zona occidental del casco histórico se encuentra el centro religioso de la localidad, en el que destaca el palazzo o palacio dei Papi. En el siglo XIII, este lugar se eligió como la residencia de los papas, cansados de las intrigas de Roma. Se trata de un edificio gótico que también se usaba para que el colegio cardenalicio eligiera nuevo sumo pontífice.

Palacio dei Papi
Palacio dei Papi

En 1271 se vivió un curioso periodo de tensión cuando, reunidos en este lugar los cardenales asignados para elegir nuevo Papa, no terminaban de ponerse de acuerdo. El hartazgo de las autoridades y de la ciudadanía propició que se encerrase a los indecisos curas en estas estancias sin ningún tipo de avituallamiento. Cuando las tripas de los sacerdotes empezaron a dar señales de alarma rápidamente decidieron el que sería el nuevo Papa, Gregorio X. Habían pasado 2 años y 276 días de deliberación.

El conjunto religioso está pivotado por la plaza San Lorenzo, antesala de la catedral de San Lorenzo, construida en el siglo XII según el estilo románico imperante en la época, aunque reconstruido durante el siglo XIV, ya en estilo gótico. Este edificio quedó seriamente dañado durante los bombardeos aéreos de la Segunda Guerra Mundial, en especial la techumbre de la nave central, que tuvo que reconstruirse.

Plaza San Pellegrino
Plaza San Pellegrino

Las coquetas plazas de Viterbo

Como si de la caza de un tesoro se tratara se puede plantear la visita por el centro histórico de Viterbo, intentando llegar a sus plazas más destacadas. Por ejemplo, si comenzásemos nuestro itinerario en la plaza de San Lorenzo, el “reto” sería tratar de alcanzar desde ahí la plaza San Pellegrino. Se trata de una pequeña y pintoresca placita medieval perfectamente conservada, a la que se accede a través de intrincadas callejuelas algo claustrofóbicas, sensación subrayada por los arcos bajos de algunos tramos de las calles.

Desde allí se puede tratar de alcanzar la plaza della Morte, un bello espacio arbolado presidido por una fuente de la que brota chorros de agua de lo que parecen ser bocas de calaveras. Otra alternativa es llegar a la plaza Fontana Grande, cuya fuente, de estilo gótico, es la más antigua de Viterbo.

Ya sea para entrar o para salir del casco viejo de Viterbo es casi obligado pasar por la renacentista plaza del Plebiscito, al noroeste. Se trata de la plaza central de la localidad, donde se encuentra el imponente palacio dei Priori, un edificio construido en 1460 que hoy es la sede del Ayuntamiento del municipio.

Museo Nacional Etrusco

En la extensa plaza della Rocca, situada en la entrada norte de la ciudad, se encuentra el Museo Nazionale Etrusco Rocca Albornoz. Cuenta con una completa colección de objetos de arte y de la vida cotidiana de los pueblos etruscos que dominaron la región desde el siglo IX a.C. hasta la dominación romana. La entrada  para visitar las instalaciones cuesta 6 euros.

Las termas de Bulicame y la terme dei Papi

Estas termas sulfurosas, a un par de kilómetros de Viterbo, son las más conocidas de la zona. Este manantial ya fue mencionado por el poeta Dante en su ‘Divina comedia’. Cerca de allí también están los manantiales de Carletti. En estas dos termas, que tienen aguas con propiedades terapéuticas, el acceso es gratuito. En todo caso hay que tener cuidado con la temperatura de las aguas, que en ocasiones pueden superar los 60 ºC. Algo al sur está la piscina municipal terme dei Papi, cuyo vaso se nutre también de aguas termales y cuenta con instalaciones de todo tipo como vestuario, bar  restaurante, hotel, etcétera.

Qué ver en los alrededores de Viterbo

Villa Lante, uno de los jardines más bellos de Italia

A tan sólo 4 kilómetros al este de Viterbo, en la localidad de Bagnaia, se encuentra Villa Lante, una joya del Renacimiento cuyo parque está considerado uno de los jardines más bellos de Italia. Se trata de un complejo construido entre 1511 y 1566 de estilo manierista, conformado por bellas terrazas, delicadas cascadas de agua, elegantes estatuas y fuentes rodeando la villa. Se puede llegar en autobús hasta el lugar desde Viterbo por un módico precio.

Villa Lante
Villa Lante

Parque de los Monstruos o la Italia onírica

Algo más alejado, a 20 kilómetros de Viterbo, podemos visitar uno de los lugares más extraños y fascinantes de la región. Es el parco dei Mostri (parque de los Monstruos), en el municipio de Bomarzo. Rodeado de misterio, durante siglos ha sido un lugar de peregrinación para los amantes del esoterismo. En el parque se encuentran casas torcidas cuya visión por sí misma marea, extrañas esculturas de animales fantásticos y colosales figuras que causan admiración. Todas estas formas oníricas salen a nuestro encuentro desde detrás de árboles o montículos. 

El bello pueblo fantasma de Civita di Bagnoregio

Sobre una fabulosa y escarpada colina a la que sólo se puede acceder a pie por un vertiginoso viaducto se accede al pueblo prácticamente abandonado de Civita di Bagnoregio. Para entrar a esta localidad hay que pagar previamente una entrada. Se sitúa a 26 kilómetros al norte de Viterbo, prácticamente en los límites de la región del Lacio y de la Toscana. Pasear por las calles, prácticamente desérticas, de este vetusto pueblo, considerado uno de los más bellos de Italia, para contemplar las montañas que la encajonan son razones más que suficientes para visitarlo.

Bagnoregio