Si visitas Madrid y no sales a tomar el vermut –o vermú como dirían los castizos– te perderás una de las costumbres más arraigadas de la capital española. El mejor momento para tomar el vermut es a mediodía con el aperitivo previo a la comida. Es un momento que se puede compartir con amigos, colegas de trabajo o familiares pero que, si viajas solo, tampoco habrá problema porque lo importante es saborear ese trago acompañado de una tapa, a ser posible. Al ser un hábito tan extendido podrás pedir esta bebida en cualquier bar, desde las tabernas más pequeñas de barrio hasta los locales más elegantes. Además, encontrarás una extensa variedad de vermut, así que cada día podrás degustar uno distinto.
En este artículo te hablaremos de su origen pero también de los lugares que han ido ganando fama entre madrileños y visitantes, algunos muy tradicionales y otros con un toque bastante innovador.
Origen del vermut en Madrid
Cuando comienzas a interesarte por el vermut es cierto que la historia te suele llevar fuera de nuestras fronteras. En ese momento averiguas datos tan curiosos como que el origen de la palabra podría ser alemán, ya que Wermut, que significa ‘ajenjo’ es uno de sus principales ingredientes. Si bien, en cada lugar lo llaman de un modo, vermouth, vermout, vermut, vermú, etc. Como siempre, hay distintas versiones, incluso una señala que la palabra ‘vermut’ salió de un poemario de Goethe.
Si el origen de la palabra no está claro, el momento de la creación de la bebida tampoco. Una de las historias que explican cómo nació nos lleva a Grecia, al año 400 a.C., cuando Hipócrates buscaba una cura para los dolores de estómago. Él también hacía mezclas con botánicos, así que ¡quién sabe!… Por supuesto, hay que mencionar también a Italia como posible cuna ya que en 1786 disponían de una receta con vino blanco, más de 30 hierbas, azúcar y un toque de brandy.
Y ahora ya nos centramos en Madrid donde en 1940 se comienza a elaborar el Vermut Zecchini empleando una antigua receta con vino y una mezcla de hierbas medicinales. A esta marca le sigue otra con solera, el Vermut Zarro, que nació en 1968. Ambos cuentan actualmente con una gran variedad de vermut, ediciones limitadas, etc. Sin embargo, para disfrutar de tu primer vermut en Madrid solo necesitas saber que estarás tomando un vino donde se han macerado ciertos botánicos, y que puedes pedir vermut de grifo o de botella, que ha envejecido en barrica.
Las recetas de los fabricantes son secretas y cada vez se innova más. Te animamos a que pruebes varios hasta que encuentres el que más agrade a tu paladar, que no te sorprendan los toques de vainilla, florales, etc. Como curiosidad también podemos contarte que actores como Cary Grant, artistas como Dalí o escritores como Hemingway encontraban una saludable inspiración tomando vermut.
Los mejores sitios donde tomar el vermut en Madrid
Como te comentábamos al inicio, en Madrid sirven vermut en casi cualquier taberna pero no en todas lo tendrán de grifo, que es el más valorado por los madrileños. A continuación te hablaremos de algunas referencias donde además de realizar este ritual disfrutarás de un entorno muy especial y probarás aperitivos deliciosos.
La Hora del Vermut, 80 vermuts para elegir
Si hay un lugar donde descubrir si amas el vermut degustando una gran variedad, ese es La Hora del Vermut, que tiene dos locales, uno en el madrileño barrio de Ibiza (Fernán González, 48) y el otro en el mercado de San Miguel. En el primero, que está abierto desde 2017, ofrecen 80 referencias de vermut nacionales que se acompañan de aperitivos que maridan perfectamente, como ahumados, salazones, encurtidos y conservas. Y los buenos tragos vienen acompañados por un local con una decoración moderna y alegre.
Bodega La Ardosa, la más castiza
Pocos lugares tan castizos como Bodega La Ardosa (Colón, 13) para sentir el Madrid más auténtico ante un vermut de grifo. Esta taberna, con una tradición que se remonta a 1892, te trasladará con sus columnas de hierro forjado y sus toneles a otras épocas. También cuentan con una gran variedad de cervezas y un diploma que los eleva a “mejor local expendedor de cervezas Pilsen de España” concedido por Maestros Cerveceros Checos. Te animamos a que pidas también sus ricas tortillas de patatas, fabes con calamares, quesos de cabrales, croquetas o cecina. Su propietario, Ángel Monje, se desvive desde 1979 para que cada cliente se lleve la mejor experiencia en su local.
Mercado de San Miguel, sabores gourmet
El bonito mercado de San Miguel (plaza de San Miguel, s/n), inaugurado en 1916, es una visita obligada cuando se viaja a la capital por dos razones: por su singular arquitectura del hierro y por la oferta gastronómica que ofrece al visitante. En sus instalaciones se sitúan más de 20 puestos con productos variados que van desde los sabores más castizos hasta los orientales.
Anímate a disfrutar de la hora del vermut madrileño con un buen vermut de grifo o con algún reserva (blanco, rosado o rojo) de Galicia, Reus, Jerez, Zaragoza, Córdoba, o, ¡por supuesto, Madrid! Y el trago, además, puede ir acompañado de los mejores aperitivos: banderillas, gildas, salazones, etc. del mercado.
Vermutería Chipén, la tradición también es ‘cool’
Es una de las vermuterías madrileñas más recientes pero nos encanta su luz, su decoración, la gran variedad de vermuts (de grifo y de botella) que ofrecen y, por supuesto, su amplio surtido de aperitivos para acompañarlos. En su carta cuentan con las mejores referencias de Cantabria, Galicia, Jerez, Jumilla, La Rioja, León, Madrid, Reus, Rueda, Zaragoza e Italia.
La Vermutería Chipén (calle de Tutor, 1) está situada entre plaza de España y el templo de Debod así que puede ser una parada perfecta antes de continuar tu jornada turística.
Taberna Ángel Sierra
Esta taberna, con más de un siglo de existencia, muestra una belleza castiza donde prima la madera y sus barriles antiguos, aunque no pasan desapercibidos su grifos de vermut. Este local situado en plena plaza de Chueca abrió sus puertas en 1908, y fue vendido en 1917 a Ángel Sierra, que le puso su nombre. Ahora es Felipe Gallego el que está al frente pero sigue manteniendo la filosofía que la ha hecho merecedora del cariño de los madrileños.
Su vermut de grifo está reconocido como uno de los mejores de Madrid, aunque sus cervezas tampoco están nada mal. Pide un vermut y acompáñalo de unas berenjenas de Almagro, unas aceitunas o un escabeche de atún. Pocos placeres tan sencillos en la capital española.
La Probeta, un concepto distinto
La sorpresa cuando se visita La Probeta (Pérez Galdós, 2) comienza ya en el umbral del establecimiento porque compruebas que su nombre tiene una buena justificación. El local está decorado con numerosos elementos propios de un laboratorio, una mesa grande para compartir, camareros vestidos con batas…
En La Probeta, además de tomar un buen vermut y ricos aperitivos, gozarás de una experiencia diferente.
Taberna Alipio Ramos, años que suman
En Madrid existe un buen número de tabernas históricas que vienen deleitando a los madrileños desde hace más de un siglo, y Alipio Ramos (Ponzano, 30), en el barrio de Chamberí, es una de ellas. Este local con solera fue fundado en 1916, y eso se nota en su decoración, en sus rótulos y en esa tradición que transmite en todos sus rincones.
Este es, sin duda, el local perfecto para tomar un vermut de grifo con unas ricas croquetas de la casa o un pincho de tortilla. Y si te quedas con hambre después de los aperitivos, sus mejillones al vapor y el entrecot son casi un pecado.