La Plaza de Toros de Málaga, conocida de forma popular como La Malagueta, no solo es el epicentro de lo taurino en esta ciudad, también es uno de sus monumentos más representativos. De hecho, en medio del barrio del que toma su nombre, la perfección con que se trazó su ruedo destaca en la imagen clásica de la ciudad. Esa que los turistas se llevan en sus cámaras y/o teléfonos móviles desde las alturas de Gibralfaro.

Aquí han triunfado alguna de las más grandes figuras del toreo nacional e internacional. Pero tan llamativas como las corridas de toros que aquí se celebran cada año, lo es su arquitectura, firmada por Joaquín Rucoba. Es decir, el autor del Mercado de Atarazanas.

Una auténtica obra de arte de estilo Neomudéjar, que ha sido declarada como Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural.

Una breve historia de la Plaza de Toros en Málaga

El origen de la actual Plaza de Toros de Málaga hay que buscarlo en 1876. El 11 de junio de ese año tuvo lugar la apertura del actual coso, cuyas obras se iniciaron dos años antes. La corrida inaugural de esta plaza contó con la presencia de un torero mítico: Rafael Molina “Lagartijo”.

Como ya hemos dicho, el arquitecto encargado del proyecto de construcción de esta Plaza de Toros de Málaga, o La Malagueta, fue Joaquín Rucoba. Para ello, concibió un edificio con forma de hexadecágono, en su fachada, y de una circunferencia perfecta en su interior. Ésta tiene un diámetro de 52 metros y, en la actualidad, puede acoger a algo más de 9.000 espectadores.

 

 

Por sus características y por la importancia de la ciudad en el panorama taurino, la Plaza de Toros de Málaga está considerada como de primera categoría. Honor que comparte con solo otros diez cosos en el resto del país, entre los que se incluyen la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid; La Maestranza de Sevilla y la de Ronda.

En 2019 se desarrolló una importante obra de rehabilitación de buena parte del interior de la Plaza de Toros de Málaga. Lo que se pretendía era dotar al edificio de espacios habilitados para usos culturales y turísticos. Y el objetivo último es que la plaza pudiese ser utilizada a lo largo de todo el año.

En este sentido, conviene decir que, hasta el momento, el único espacio que tiene una utilidad permanente es el Museo Taurino de Málaga “Antonio Ordóñez”. Un centro expositivo dedicado a una de las leyendas del torero moderno, que contiene objetos de otros grandes espadas y que se inauguró en el año 1999.

 

 

Corridas de toros en Málaga

Quien quiera asistir a una corrida en la Plaza de Toros de Málaga debe saber, ante todo, que esta es una plaza de temporada. Es decir, los espectáculos taurinos tienen lugar en momentos muy concretos del año, no de forma permanente.

Así pues, estos son los eventos que implican la celebración de corridas de toros en La Malagueta:

  • Feria Taurina de Málaga: coincidiendo con la Feria (la fiesta grande la ciudad), a mediados de agosto, tiene lugar el calendario de corridas en la Plaza de Toros de Málaga. En función de la temporada, se celebran entre seis y ocho festejos.
  • Feria de Semana Santa: durante la Semana Santa tiene lugar la otra gran feria taurina de la ciudad. El cartel incluye dos corridas de toros. Una de ellas es la llamada Corrida Picassiana, en la que los toreros visten trajes alusivos a la obra de este gran artista malagueño.
  • Corrida de la Prensa: tiene lugar en el mes de junio, en concreto durante la festividad de San Ciriaco y Santa Paula, el 18 de junio.
  • De la Victoria: el 8 de septiembre se celebra una corrida de toros en honor a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Victoria.

Triunfadores de la Plaza de Toros de Málaga

Como coso de primera que es, la Plaza de Toros de Málaga ha supuesto la consagración de numerosas figuras del toreo. Matadores tan míticos como el propio Antonio Ordóñez, que vivió en La Malagueta algunas de sus principales tardes de gloria. Tal es el vínculo de este torero con Málaga, que hace años se le dedicó una estatua, que se situó en uno de los accesos principales a la plaza de toros. Además, del ya citado Museo Taurino.

Otros espadas triunfadores en la Plaza de Toros de Málaga a lo largo de su historia han sido:

 

 

  • Lagartijo: no solo estuvo en el cartel inaugural de la plaza, allá por 1876. También obtuvo numerosos trofeos en esta plaza a lo largo de su trayectoria.
  • Ricardo Torres “Bombita”: este torero, encabezó el palmarés taurino español durante cuatro años a principios del siglo XX, gracias también a sus triunfos en Málaga. Se le conocía como “el Papa blanco”.
  • Joselito “El Gallo”: hasta en dos ocasiones se “encerró a solas” el mítico torero en esta plaza para matar a seis toros.
  • Miguel Márquez: fue uno de los grandes toreros de la tierra, nacido en Benalmádena. Cortó numerosas orejas en esta plaza, también en festejos en los que él fue el único espada.
  • Luis Miguel Dominguín: cuñado de Antonio Ordóñez, protagonizó con éste una de las tardes más memorables de la Plaza de Toros de Málaga, en la que se cortaron diez orejas, cuatro rabos ¡y tres patas!
  • Curro Romero: el irregular torero de Camas (Sevilla) vivió en La Malagueta algunas de sus mejores tardes toreras.
  • Enrique Ponce: tiene una especial vinculación con la Plaza de Toros de Málaga. De su feria taurina ha salido como triunfador en varias ocasiones.
  • José Tomás: como el anterior, esta plaza supone uno de sus grandes fetiches y el lugar en el que ha triunfado en repetidos festejos.
  • El Juli: este torero ha salido varias veces a hombros de la Plaza de Toros de Málaga. Una de las últimas en la Feria de 2018.