Visitar las bodegas de Mallorca es una buena manera de adentrarse y de profundizar en lo mejor de la esencia cultural e histórica de esta isla mediterránea. De hecho, para los mallorquines es un motivo de orgullo que buena parte del vino que se produce aquí se haga con la garantía y el control de sus dos denominaciones de origen (D.O:): Pla i Llevant y Binissalem. También bajo el amparo de las indicaciones geográficas Vi de la Terra de Mallorca, Vi de la Terra Illes Balears y Vi de la Serra Tramuntana i Costa Nord.

Esos lugares, con climatología, altitud y características orográficas realmente diversas, determinan la variedad de personalidades que caracterizan a los vinos que se producen en esta isla. Y el hecho de que, a lo largo de los siglos, hayan proliferado tantas y tan diferentes bodegas en Mallorca, hasta el punto de que hoy existan más de 70.

 

 

Origen de las bodegas de Mallorca

Buena parte de las bodegas mallorquinas ha surgido, sobre todo, en las últimas tres décadas. Sin duda, a rebufo de lo que ha ocurrido en el resto del país, donde se ha realizado una apuesta muy importante, más que por la cantidad, por la elaboración de vinos de calidad.

Pero muchísimo antes, los romanos del siglo II a. de C. ya habían introducido el cultivo de viñas y habían construido diversas bodegas en Mallorca. Tras el periodo musulmán (con la prohibición de elaboración del vino), a partir del siglo XIII y gracias al amparo del rey Jaime I se volvió a plantar de viñas buena parte de Mallorca. Así, entre los siglo XIV y XVIII la actividad de las bodegas de Mallorca supuso uno de los principales motores económicos para la isla.

 

 

Con diferentes altibajos, sobre todo provocados por las plagas (fundamentalmente la filoxera) y por las guerras, siempre se siguió produciendo vino en Mallorca. Pero con un cambio muy significativo: en los años 90 del siglo XX, muchos productores locales se dieron cuenta de la singularidad de las variedades locales y empezaron a potenciar su producción. Debieron hacer muy bien su trabajo, pues hoy a Mallorca se la reconoce dentro del panorama nacional vitivinícola por elaborar etiquetas de una gran calidad.

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Viñedos de Mallorca

Bodega José Luis Ferrer

Esta es, sin duda, una de las principales bodegas de Mallorca. No solo por la cantidad de su producción, sino porque a lo largo de las cuatro generaciones que esta bodega familiar lleva elaborando vino, ha marcado el paso a otros muchos productores locales.

José Luis Ferrer fue el visionario que, en los años 30 del siglo XX, puso en marcha este negocio en la zona de Binissalem.

Entre sus etiquetas más destacadas están:

  • Pedra de Binissalem Negre 2011: a base de uvas Manto Negro y Cabernet Sauvignon, es un vino tinto orgánico con un bouquet muy expresivo y que, en boca, brinda un sorprendente toque picante.
  • Reserva Veritas 2007: se realizó con uvas Manto Negro, Cabernet Sauvignon y Callet. Un vino clásico que, por lo general, gusta a todo el mundo y que es muy equilibrado en aromas y sabores.
  • Gama José L. Ferrer: engloba cinco tipos de vino (Añada, Crianza, Reserva, Blanc de Blanc y Rosat). Todos ellos y en conjunto consiguen definir la personalidad clásica de esta bodega.

 

 

Bodegas Macià Batle

Su producción anual roza el millón de botellas de vino, por lo que se puede considerar a Macià Batle como una de las más grandes bodegas de Mallorca. Pero, como en el caso anterior, la importancia de este productor no estriba solo en la cantidad, sino también y sobre todo en la singularidad de las etiquetas que se producen aquí.

También asentada en la zona de Binissalem, esta bodega realiza desde 1856 una fuerte apuesta por la combinación entre vino y arte. Algo muy evidente en las etiquetas de sus botellas y también en la visita a la propia bodega, decorada con varias obras.

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Viñedos de Mallorca

Algunos de sus vinos más reseñables son:

  • Reserva Privada 2010: se elabora con uvas Manto Negro, Callet, Cabernet Sauvignon y Syrah. Un vino muy mimado, que tiene un sabor especiado y que se caracteriza por su gran perdurabilidad en boca.
  • Macià Batle 1856 (2014): realizado con uvas Manto Negro, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah y Callet. Un tinto potente, sabroso, de gran intensidad y con una gran complejidad de aromas.
  • Negre Dolç 2011: es un monovarietal, hecho con uvas Manto Negro. Una singularidad dentro del universo de blancos y tintos tan característicos de esta bodega. Este vino dulce destaca por su untuosidad y por sus notas ahumadas y torrefactas.

Otras bodegas de Mallorca

Pero, como ya hemos dicho, hay decenas de bodegas mallorquinas, muchas de ellas con producciones, prácticamente, de autoconsumo.

Algunas de las más populares y conocidas son:

  • Jaume de Puntiró: dentro de la denominación de origen Binissalem, ha realizado una fuerte apuesta por los vinos ecológicos y está considerada entre la bodegas más a la vanguardia de la isla.
  • Bodegas Binigrau: fundada por una parte de los descendientes de Macià Batle que, evidentemente, aprendieron mucho de las técnicas utilizadas en la bodega madre. Se nota en la calidad de los vinos. Parte de la producción es ecológica.
  • Miquel Oliver: sus vinos se venden en la isla y más allá. De hecho, es una de las bodegas de Mallorca con mayor mercado internacional. Es muy conocida por su etiqueta Aia y está en la localidad de Petra.
  • Jaume Mesquida: es una de las bodegas que más ha hecho por afianzar la revolución vitivinícola de la isla de finales del siglo XX. Con una clara apuesta por la biodinámica, su centro de producción está en la localidad de Porreres.
  • Bodegas Son Prim: la especialidad de esta marca es la producción de vinos monovarietales, sobre todo de Cabernet Sauvignon, Merlot y Sirah.
  • Can Ribas: esta bodega es muy conocida por su etiqueta Ribas de Cabrera, pero tampoco desmerece su Sió, que es probablemente uno de los mejores vinos tintos elaborados en Mallorca.
  • Vinyes Mortix: pese a ser una bodega relativamente reciente, sus etiquetas han recibido ya varios premios en importantes certámenes internacionales. Está en el corazón de la Sierra de Tramuntana y las particularidades climáticas de esta zona otorgan a sus vinos una gran personalidad.