Si buscas en Marruecos ese lugar que combina la fotogenia de una ciudad histórica con la de espectaculares playas atlánticas, debes visitar Essaouira (o Esauira). Alejada del desarrollado norte marroquí y de la zona interior del Atlas, Essaouira es la referencia turística de la costa atlántica de Marruecos, un enclave tranquilo y alejado del mundanal ruido de las medinas de las grandes ciudades del país alauita.
En este artículo vamos a conocer un poco más acerca de esta atractiva ciudad histórica.
Historia de Essaouira (Esauira)
Essaouira tiene pasado portugués. Durante los siglos XV y XVI, el país luso ocupó diferentes ciudades de la costa atlántica marroquí, entre ellas Tánger. En esta expansión, el rey Manuel I ordenó además la construcción de varias fortalezas costeras, entre ellas la del Castelo Real de Mogador, germen de la actual Essaouira.
El fuerte apenas duró cuatro años (1506-1510), pero sirve de pistoletazo de salida ante los diferentes intentos de conquista de españoles, ingleses, franceses y holandeses, que durante el siglo XVI intentaron tomar la antigua Mogador, hoy Essaouira.
Las características de la rada de Essaouira han permitido al lugar ser un histórico puerto desde tiempos pretéritos, tanto con fines militares como comerciales, con la exportación de azúcar, minería y otros bienes.
La moderna Essaouira arranca bajo el reinado de Mohammed III, rey de Marruecos, que establece en Mogador un puerto que sirva de salida a la ciudad de Marrakech. Comenzaba así la construcción de una nueva fortaleza, “Souira” (pequeña fortaleza). Ingenieros y arquitectos diseñaron la urbe, desde el puerto hasta los edificios. Para potenciar el emplazamiento, el rey ordenó desplazar los tráficos y la población a este nuevo puerto que se convertiría, en el siglo XIX, en el más importante de Marruecos.
Qué ver en Essaouira (Esauira)
Essaouira es un buen lugar para un par de días de vacaciones en los que combinar la visita a una pequeña e histórica ciudad costera con el turismo de playa.
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Medina de Essaouira
Sin duda, la medina de Essaouira es el principal lugar de interés de la ciudad. Un conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que conjuga los elementos de un fuerte militar costero del siglo XVIII con los de una antigua ciudad conservada intramuros.
Pasear por la medina de Essaouira es fundamental para empaparse del espíritu de esta ciudad. Sus tres puertas fortificadas de acceso (Bab Marrakech, Bab Sba y Bab Doukkala) anticipan la importancia que cobró esta plaza atlántica en los siglos XVIII y XIX. Las calles sin asfaltar nos desvelan la presencia de múltiples talleres de artesanos y otros comerciantes, entre arcos, soportales y concurridas plazas.
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Zoco
Dentro de la medina de Essaouira encontraremos el zoco de la ciudad. A diferencia de otros zocos marroquíes, el de Essaouira es más tranquilo y agradable de explorar, con numerosos puestos que aportan color y animación a la ciudad. ¿Qué comprar en Essaouira? Sin duda, destacan los productos de cuero, telas y babuchas, con muchísima variedad.
Aunque aquí el producto estrella es el aceite de argán, procedente de este árbol habitual en esta zona del Magreb. Es una excelente oportunidad para comprar, regateando por supuesto, y llevarnos alguno de estos productos de recuerdo.
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Castelo Real
El Castelo Real nos traslada a los orígenes de Essaouira, cuando los portugueses establecieron aquí un fuerte costero en 1506. Si bien el castillo original fue totalmente demolido en el siglo XVIII previo a la construcción de la nueva ciudad, la fortificación que hoy se eleva en el lugar nada tiene que ver con aquella. Solamente las piedras, que sirvieron para la denominada Sqala du Port, un bastión militar edificado en 1769.
Hay que reseñar que en la misma Sqala, Orson Welles rodó varias escenas de la película Othelo, como así recuerda la cercana plaza dedicada al director.
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Puerto de Essaouira
Otro elemento con encanto de Essaouira es su puerto, que conserva esos aires románticos donde aún perviven las pequeñas actividades tradicionales y las barcas de colores que se agolpan en los pantalanes, protegidas del azote de las mareas por el largo dique. Los pescadores siguen teniendo presencia aquí y el aroma a pescado y el sonido de las gaviotas protagonizan esta estampa marinera tan poco habitual ya en otros lugares. Continúan existiendo también los puestos de venta de pescado, donde los propios vendedores pueden prepararlo al momento.
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Plaza Mulay El Hassan
La plaza Mulay El Hassan es el epicentro de la vida en Essaouira, una plaza llena de cafés, restaurantes y otros puestos de comida que respira un gran ambiente salpicado por las habituales actuaciones de músicos callejeros. Es inevitable pasar por aquí.
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Museo Sidi Mohammed Ben Abdellah
El Museo Sidi Mohammed Ben Abdellah es uno de los principales centros culturales de Essaouira. Este museo tiene carácter histórico y etnográfico, con salas dedicadas a la evolución de la ciudad y la región desde la Prehistoria hasta la actualidad, así como numerosas colecciones de objetos de todo tipo, como joyas, vestidos, monedas o instrumentos de música tradicional.
Dos de las principales y más importantes son la colección de alfombras de producción local, así como las ánforas romanas encontradas en las profundidades de la costa, con unos 2.400 años de antigüedad.
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Muralla
Si hay algún elemento más que destaca en Essaouira es su majestuosa muralla. Los muros envuelven a la medina tanto por su lado interior como por el lado que da al mar, formando parte de la imagen de la ciudad desde el Atlántico. Una estampa bellísima, de una muralla almenada de color arcilloso que se baña en el mar y sobre la que reposan las casas blancas de la ciudad.
Es posible caminar por algunos tramos del adarve de la muralla de Essaouira, lo que permite al visitante explorarla al detalle. Unos muros que datan de la segunda mitad del siglo XVIII, al igual que buena parte de la ciudad.
Playas de Essaouira (Esauira)
Essaouira tiene algunas de las mejores playas de Marruecos, lo que es sin duda otra razón de peso más para visitar esta zona del país. Más de 15 kilómetros de arenas finas que miran al Atlántico más salvaje a las puertas de la ciudad. Una de las principales características de las playas de Essaouira es que se prestan a la práctica de deportes como el windsurf y el kitesurf, gracias a los vientos alisios que soplan en la zona. También podemos encontrar dromedarios para dar algún paseo, así como excursiones en barco a la isla de Mogador.
En Essaouira podemos distinguir las playas urbanas de las que hay fuera de la ciudad. Por un lado, la villa cuenta con la homónima playa de Essaouira, en pleno centro urbano y con la isla de Mogador enfrente.
Un arenal cómodo a los pies de la ciudad que tiene continuidad en la gran playa de Tagharte, que sale de la ciudad hacia el sur. Tagharte cuenta con una zona de dunas en su interior e incluso las ruinas de una formación defensiva en plena línea de costa, el Borj el Baroud, así como los restos del castillo del sultán Mohammed Ben Abdellah. Pegada a las dunas de Tagharte encontramos la aldea de Diabat, refugio hippie en los años 70.
Si recorremos la costa desde Essaouira hacia el norte encontraremos más playas. Ya desde los propios muros de la ciudad se empieza a vislumbrar un estrecho arenal. ¡Será como bañarse a los pies de las murallas! Sin embargo, en cuanto termina la ciudad comienza la gigantesca playa de Safi, un arenal salvaje abierto al Atlántico, vacío de turistas y rodeado por un campo de dunas. El acceso es un tanto complicado, ya que hay que explorar un poco los caminos que conducen hacia el centro de la playa, salvo que se acceda desde el extremo sur pegado a la ciudad.
Ya un poco más lejos, tanto al norte como al sur de la ciudad en dirección a Agadir, las playas se multiplican y podremos elegir entre numerosas opciones.
Dónde comer en Essaouira
Essaouira es puro océano Atlántico por lo que los pescados y los mariscos están a la orden del día, como se puede comprobar en un simple paseo por el zoco o por el puerto, donde es posible comer el género puesto allí a la venta. Sin embargo, si buscamos algún restaurante donde disfrutar en torno a una buena mesa, Essaouira presume de una buena oferta a precios muy reducidos.
Si tuviésemos que hacer una pequeña selección de los mejores restaurantes de Essaouira, optaríamos por:
- D’jazy: una auténtica referencia en la entrada de la medina. Este pequeño restaurante combina su excepcional cocina casera con la música en vivo que ameniza el ambiente. Un lugar perfecto para disfrutar de un buen pescado.
- Nomade: situado dentro de la medina, este pequeño pero elegante restaurante sorprende por su original menú donde encontraremos platos de la tierra y del mar, con el pescado del día o la tradicional sardina de esta zona.
- Elizir: un estilo retro-futurista de los años 70 esconde lo mejor de la gastronomía marroquí fusionada con toques italianos y españoles.