Agadir, como es habitual en las ciudades costeras, ha sido uno de los puertos deseados por los conquistadores a lo largo del tiempo. Por allí pasaron fenicios, cartagineses, vándalos, romanos, portugueses, holandeses… forjando una historia compuesta de diversas culturas, con sus costumbres y tradiciones. Una forma de profundizar en la historia de los destinos que visitamos es conociendo su arquitectura, civil, religiosa o militar. Y en el caso de esta ciudad, un lugar imprescindible por su simbolismo es la Kasbah de Agadir. Es recomendable reservar tiempo para visitar este recinto y para admirar sin prisa las bellas panorámicas que se obtienen desde este lugar.
Si organizas bien tus vacaciones en Agadir tendrás tiempo de disfrutar de su cultura, visitando las mezquitas, los museos, y los teatros. Dando algún que otro paseo por el entramado urbano de la nueva Medina, recorriendo el universo que se desarrolla en su zoco y gozando de su ambiente de playa. Dicen de esta ciudad que es la menos marroquí del país porque su ambiente surfero despista un poco. Sin embargo, basta hablar con sus habitantes, degustar su cocina tradicional o conocer sus tiendas artesanías para que aflore un Marruecos mucho más abierto. Cuando pasees al atardecer por la Corniche, notarás que la mezcla de nacionalidades y de idiomas que escuches es el verdadero Agadir, una ciudad costera y turística que se ha querido adaptar a los tiempos.
- Historia de la Kasbah de Agadir
- Qué se puede ver en la Kasbah
- Casco antiguo de Agadir
- Dónde comer cerca de la Kasbah
- Dónde dormir en Agadir
Historia de la Kasbah de Agadir
A unos kilómetros del centro de Agadir, presidiendo una colina, se sitúa la vieja Kasbah de la ciudad. Este nombre, kasbah, quiere decir fortificación, y eso es lo que era, una construcción de resistentes murallas erigida con el fin de servir de protección al ejército y al pueblo. Se encuentra en un lugar privilegiado para otear todo el entorno, a más de 200 metros de altura sobre el nivel del mar. Esta edificación fue mandada levantar por Mohamed Ech-Cheik en 1540 para acoger a su ejército y esperar el momento más adecuado para actuar contra los colonos portugueses que se protegían en una fortaleza de Agadir. En 1541 se les expulsó así que la kasbah dejó de ser útil. Cuando volvieron los tiempos convulsos con la llegada de holandeses, Moulay Abdallah la volvió a utilizar en 1752 para situar allí más de dos mil soldados.
Qué se puede ver en la Kasbah
De la Kasbah de Agadir no quedó mucho en pie tras el terrible terremoto de 1960, salvo algunas partes de la muralla, con sus torres y la puerta de la fortaleza con una inscripción que dice en holandés: “Teme a dios y respeta al rey”, y que recuerda una vieja factoría que tenían aquí en 1746. Hoy día, ya no resuenan caballos, ni disparos… sólo el silencio de un lugar que al atardecer parecer cobrar vida por los vecinos y viajeros que se acercan hasta este lugar para observar el atardecer y cómo se empiezan a encender las luces del puerto y del paseo marítimo.
Si quieres llegar andando para ver el ocaso, desde la Marina puedes tardar una media hora y luego tendrías que bajar con poca luz o esperar en la parada de autobús. Otra opción es hacerlo en camello, pero lo más sencillo es emplear un taxi y acordar un precio por la ida y la vuelta.
Casco antiguo de Agadir
Si quieres completar el día con otras visitas históricas te recomendamos recorrer la Medina de Agadir, ya que, prácticamente quedó todo arrasado con el seísmo. Esta “nueva” Medina levantada en la zona sur de la ciudad, y que puede hacer las veces de “casco antiguo” tiene mucho encanto. El arquitecto responsable, Coco Polizzi, trató de que el conjunto tuviese aspecto medieval e incluyese los motivos tradicionales marroquíes. Ocupa una extensión de 12.000 metros cuadrados y es un lugar agradable para pasear, hacer fotos, comprar artesanía y degustar en algún restaurante los sabores tradicionales marroquíes.
Dónde comer cerca de la Kasbah
Si después de visitar la Kasbah quieres ir a comer o cenar a algún sitio cercano, te recomendamos que te quedes por la zona de la Marina o por la Corniche, el paseo marítimo de Agadir. En estas zonas encontrarás buenos establecimientos como Pure Passion Restaurant, que ofrece comida marinera o con toques franceses en un ambiente muy agradable. También muy interesante es Les Blancs, en la Marina, un restaurante de estética moderna y minimalista con platos sabrosos internacionales (también españoles) y un servicio estupendo. Frente al mar también se sitúa Le Nil Bleu, con un trato exquisito y platos tanto marroquíes como internacionales.
Dónde dormir en Agadir
En esta interesante ciudad de Marruecos encontrarás un buen alojamiento como el hotel Allegro Agadir, un cuatro estrellas situado muy cerca de la playa. Desde sus 321 habitaciones se puede sentir el aroma de la brisa del mar y ese ambiente feliz habitual durante las vacaciones. Concebido como un resort playero ofrece a los viajeros unas instalaciones muy agradables para que también puedan relajarse dentro del hotel.
El Allegro Agadir cuenta con una gran piscina exterior con bar de aperitivos, un excelente restaurante buffet y un Mini Club para que los niños se puedan divertir con sus iguales (incluso con piscina y jardín exclusivos para ellos). Además, el centro de la ciudad está a sólo diez minutos por lo que en cualquier momento se puede cambiar la playa por un paseo más urbano. Es un hotel idóneo tanto para viajes de pareja como de familia o de negocios, ya que cuenta con una sala multifuncional ideal para eventos.