Ubicada unos 25 kilómetros al norte de Casablanca, Mohammedia es una ciudad que subraya la riqueza y las peculiaridades de la costa atlántica marroquí. El sol y la playa, entre otras estampas típicamente veraniegas, se entrelazan con matices históricos que se desprenden tanto del pasado más remoto como del convulso siglo XX.
En todo caso, Mohammedia es un buen lugar para complementar una visita a Casablanca. Una escapada de medio día o un día completo da perfectamente para acercarse este pintoresco lugar y disfrutar de sus distintos atractivos, descubrir la gastronomía local o simplemente disfrutar de un paseo por sus parques y jardines, entre tantas otras posibilidades.
Historia de la ciudad: Mohammedia en el tiempo
Conocida hasta los años 60 del siglo XX como la antigua Fedala, en la ciudad aún se escuchan los ecos de la poderosa dinastía almorávide y el trajín de los barcos europeos que en la Baja Edad Media recalaban ahí buscando cereales y frutas secas.
Ya en el siglo XX, particularmente durante los años del Protectorado francés, el lugar fue testigo tanto del voraz expansionismo comercial e industrial europeo como de los avatares de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo el famoso desembarco norteamericano de la Operación Torch, bajo el mando del general Patton. En todo caso, una buena parte de la fisionomía de la ciudad, sobre todo en la zona centro, corresponde al legado de aquella época.
Renombrada en honor al rey Mohammed V en 1960, tras la independencia marroquí, Mohammedia es hoy en día un importante polo industrial y portuario, en el que se encuentra, por ejemplo, la principal refinería de Marruecos (Samir) y la central térmica más grande del país, así como un destino veraniego y de playa, con campos de golf y pistas de tenis, cafés y restaurantes, hoteles, villas y apartamentos de todo tipo, muy frecuentado tanto por locales como por visitantes internacionales.
Qué ver y hacer en Mohammedia
Sus parques y jardines les han ganado el sobrenombre de “Ciudad de la Flores”, y este es solo uno de los muchos ejemplos de la principal virtud de Mohammedia: es un lugar muy agradable para pasear, para tomarse las cosas con calma, para disfrutar de la playa, para vivir a ese ritmo más pausado que cada vez se echa más de menos en el ajetreo de la vida cotidiana.
Ya sea a lo largo de su paseo marítimo, también llamado La Corniche, como en Casablanca, o a través de sus barrios bien trazados, o incluso por su vieja mediana, Mohammedia invita a divagar, a dejarse llevar…, a recorrer sus calles para descubrir antiguas casonas y sitios históricos, como la Kasbah, construida por el sultán Sidi Mohamed Ben Abdellah en 1773, o la Mezquita Blanca, también del siglo XVIII, o la propia medina; como sus interesantes edificios de época colonial y art déco, incluyendo la iglesia de Saint-Jacques, de 1934, o el entorno de la Plaza Mohammed V; distintos monumentos y zonas verdes, como el bonito Parc de Mohammedia…
Además, por el lado más actual, el puerto deportivo y el club náutico, el Royal Golf y el Roya Tennis, y los distintos restaurantes y beach clubs que se encuentran en las distintas playas de la ciudad también le aportan un aire más cosmopolita a este singular destino turístico ubicado a un paso de Casablanca.
Playas de Mohammedia
Largas, cortas, anchas, estrechas, salvajes, urbanas… En las playas de Mohammedia hay un poco de todo y para todos:
Playa Miramar.- Ubicada en pleno centro de la ciudad, esta gran playa es la mejor equipada y un lugar ideal para disfrutar del sol, el mar y la arena, así como para practicar distintos deportes acuáticos. En su extremo oeste se encuentra el puerto y la zona industrial, que no son las vistas más agradables, pero hacia el lado opuesto la cosa mejora. Su paseo marítimo ofrece un agradable paseo.
Playa Manesmane.- Siguiendo hacia el este de Miramar, esta pequeña cala protegida por un islote ofrece un escenario natural muy peculiar y aguas calmas, así como buenos servicios para disfrutar de un día de playa. Un lugar perfecto para familias con niños.
Playa Mónica.- Dejando atrás Manesmane, este extenso arenal que recorre buena parte del flanco norte de la ciudad es muy frecuentado por los lugareños. La arena dorada se expone directamente a los embates de oleaje atlántico, acentuando la belleza del lugar.
Des Sablettes y Mimosa.- Ya en el extremo norte de Mohammedia, estas dos pequeñas bahía casi contiguas están flanqueadas por villas de verano, cafés y restaurantes. Sus playas están bien equipadas y, por supuesto, son una excelente opción para pasar el día.
Gran Zenata.- Por el lado contrario, hacia el sur, entre Mohammedia y Casablanca, la zona de Zenata también cuenta con grandes arenales que bien merecen una visita, aunque se trate de sitios un poco más agrestes e inhóspitos. Playa Paloma, Playa Zenata, Playa Petite Zenata y Playa Nahla, entre otras, forman parte del mismo gran corredor que une ambas localidades.
Más escapadas cerca de Casablanca
Por supuesto, Casablanca es una excelente base de operaciones para explorar toda la región circundante, ya se para disfrutar de apasionantes visitas culturales o para contemplar las hermosas playas y paisajes que caracterizan a la costa Atlántica de Marruecos; o, mejor aún, un poco de todo. Y para muestra basta un botón:
Rabat.- La capital marroquí se encuentra a poco menos de 90 km desde Casablanca así que es una escapada perfecta. Inundada de arte y cultura, esta ciudad a la vez histórica y moderna cuenta con joyas como su vieja medina, la antigua Torre de Hassan, el Mausoleo de Mohammed V, la gran Casba de los Udayas –declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO–, la Necrópolis de Chellah, el Museo Arqueológico y el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Mohammed VI, entre tantas otras.
Bosque de Bouskoura.- Para los amantes de la naturaleza y el deporte, este lugar ofrece una visita imprescindible. Se trata de una gran mancha forestal de unas 3.000 hectáreas, ubicada a las afueras de la ciudad y que se considera el verdadero pulmón de Casablanca. El bosque de Bouskoura acoge habitualmente a familias, deportistas, amantes de la naturaleza y aquellos que buscan simplemente un cambio de aires, y es un lugar ideal para todo tipo actividades al aire libre: picnics, senderismo, ciclismo de montaña… No es raro encontrarse cara a cara con un jabalí.
El Yadida.- Todo el litoral que se extiende hacia el sur de Casablanca está lleno de sorpresas, desde pequeños pueblos pintorescos hasta hermosas playas, y uno de los lugares más destacados es, sin duda, El Yadida. Ubicada a poco menos de 100 km de Casablanca, esta localidad portuaria y destino veraniego por excelencia se construyó sobre la antigua ciudad fortificada de Mazagán, levantada por los portugueses en el siglo XVI, y cuyos vestigios (la antigua fortaleza, la cisterna y la iglesia manuelina de la Asunción) están catalogados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Las playas de Dar Bouazza y Sidi Rahal, al sur de Casablanca, o las de Bouznika, algo más al norte de Mohammedia, así como lugares tan espectaculares como Fez, Marrakech, Mequines o la ruinas de la antigua ciudad romana de Volubilis son también algunos de los incontables sitios que se pueden visitar partiendo desde Casablanca.