La Plaza de las Naciones Unidas es un icónico lugar de Casablanca. Construida durante el periodo del Protectorado francés de Marruecos a las puertas de la Medina, hoy es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Vamos a descubrir qué podemos encontrar en ella y en sus alrededores.
Hasta la llegada de los franceses, la mayor parte de Casablanca terminaba en los muros de la vieja Medina. Fue el periodo del Protectorado el que abrió la visión urbana de la ciudad y comenzó a planificar nuevos espacios que expandiesen la ciudad.
Hoy, la plaza de las Naciones Unidas sirve de transición entre la propia Medina y el ensanche del siglo XX, a medio camino de otros lugares como la plaza de Mohammed V o el Parque de la Liga Árabe.
Historia de la plaza de las Naciones Unidas
El espacio que ocupa actualmente la plaza de las Naciones Unidas era el lugar donde se ubicaba el antiguo gran zoco (Souq Kbir), un gran espacio a las puertas de la Medina de Casablanca. La llegada de los franceses a principios del siglo XX supuso un reinicio en el crecimiento urbano de la ciudad y espacios como este cambiarían para siempre.
Así, en 1908, se construyó en la zona la torre del reloj, un símbolo muy característico de las ciudades francesas. El espacio tomaría el nombre de la plaza del Reloj (posteriormente, plaza de Francia) y sería el comienzo de un desarrollo urbano liderado por el arquitecto Henri Prost. Sirvan de ejemplo los nuevos edificios que se construirían en la plaza, como el hotel Excelsior o los grandes almacenes Paris-Maroc, primer edificio de la ciudad nueva.
La antigua y la nueva Casablanca convergían en aquel punto que perdería la torre del reloj en 1948 (recuperada posteriormente con una réplica, en 1993).
Con el paso de los años, la plaza iría viviendo sucesivas reformas, como el famoso cine VOX de los años 30, una estación de autobuses, el pasaje subterráneo y la cúpula de los años 70 o la llegada del tranvía, ya en el siglo XXI.
Qué se puede hacer en la zona
Hoy, la plaza es un espacio muy animado, de día y de noche. Un punto neurálgico del transporte, un lugar de paso en la ciudad y un eje de caminos por el que se cruzan algunos de los bulevares más importantes de la ciudad. También es un lugar donde podemos encontrar cierta exclusividad, con tiendas de lujo y hoteles de alta categoría.
Partiendo desde la propia plaza, puedes recorrer las calles adyacentes como los bulevares de Hassan II y de Mohammed V, la calle Tata o la avenida Houmane El Fetoua, donde encontrarás numerosas tiendas de moda o cosméticos, entre otros motivos.
Si continúas caminando, en escasos minutos llegarás a otros puntos icónicos de Casablanca. Hacia el norte, atravesando la avenida de las FAR, la Medina. Hacia el sur, en la ciudad nueva, la plaza de Mohammed V o el Parque de la Liga Árabe.
Restaurantes cercanos
La entrada en la ciudad nueva hace que el concepto gastronómico cambie respecto a otros lugares de Casablanca como la Medina. En el entorno de la plaza de las Naciones Unidas encontramos interesantes cafés y restaurantes de toque más europeo y un aspecto más lujoso.
Uno de ellos es Milk & Honey, un elegante restaurante donde se puede disfrutar desde platos internacionales hasta una amplia selección de postres y meriendas.
Otra opción es Dar Beida, otro elegante restaurante de gastronomía marroquí y mediterránea. En él destaca su amplia carta de tajines así como otras delicias marroquís como el cuscús o platos de parrilla.
No hay dos sin tres, así que otra recomendación en la zona es el Café M, una agradable brasserie francesa con amplia selección de vinos y una bonita terraza exterior.
Avenida Mohammed V y alrededores
La avenida o bulevar Mohammed V es una de las principales arterias de la nouvelle ville de Casablanca. Se trata de una larga avenida de 2,5 kilómetros de largo que conecta la plaza de las Naciones Unidas con la estación de tren de Casa-Voyageurs, la estación principal situada al este de la ciudad.
El bulevar de Mohammed V es una de las calles más elegantes de la ciudad, con algunos de los más bonitos edificios que combinan el Art Déco con el arte islámico. Fue abierto en 1915 para conectar la estación de tren con la ciudad y desarrollado durante las décadas de los 20 y los 30 del siglo pasado. En él encontraremos el Mercado Central de Casablanca, lo que podemos aprovechar para visitar mientras recorremos la zona.