Casablanca es un singular mezcla entre lo que bien podría ser una moderna ciudad francesa y una antigua medina norteafricana; es un lugar ecléctico, diverso, en el que dialogan matices de distintos orígenes culturales, así como la propia identidad del Marruecos contemporáneo. Y una clara muestra de ello es, precisamente, la Plaza Mohammed V.
Trazada a principios del siglo XX para convertirse en el corazón de la “Ciudad Europea” concebida por el Protectorado francés, esta gran plaza flanqueada por esplendidos edificios de época es hoy el corazón administrativo de Casablanca y, para muchos, el punto central de la ciudad.
- Historia de la Plaza de Mohammed V
- Una joya arquitectónica: qué puedes ver en la Plaza de Mohammed V
- Qué puedes ver en las inmediaciones de la plaza
Historia de la Plaza de Mohammed V
En 1916 el Protectorado francés estaba plenamente asentado en buena parte del territorio marroquí y el Residente General (gobernador francés) Louis Hubert Lyautey y los arquitectos Henri Prost y Joseph Marrast se embarcaron en un gran plan urbanístico que transformaría el rostro de la Casablanca más tradicional para convertirla en una nueva ciudad “a la europea”.
En este sentido, el corazón indiscutible del nuevo proyecto, que se abría paso hacia el sur de la antigua medina, sería una gran plaza –se dice que inspirada en la Plaza Stanislas de la ciudad francesa de Nancy, lugar de nacimiento del propio mariscal Lyautey– flanqueada por importantes edificios de la administración pública colonial.
Así, durante las décadas de los años 20 y 30 del siglo XX, el conjunto terminó por adquirir su fisionomía definitiva, marcada por una singular combinación de tradición y modernidad, expresada a través de fachadas, arcadas y demás estructuras influenciadas, al mismo tiempo, por la arquitectura hispanomusulmana y el Art Déco. En todo caso, la originalmente conocida como Grande Place, Place de France o Place de la Victoire se convirtió eventualmente en la Plaza de Mohammed V y, precisamente, en el corazón de la “Ciudad Blanca”.
Una joya arquitectónica: qué puedes ver en la Plaza de Mohammed V
Conocido también como la Plaza de la Palomas, este gran espacio urbano está flanqueado por una colección de edificios que en los que se mezclan elementos Art Déco con matices de origen hispanomusulmán, andalusí o neo-morisco, y que acogen algunas de las instituciones más importantes de la ciudad, como la Prefectura, inaugurada en 1930 por el entonces sultán Mohammed V y uno de sus edificios más notables. La Oficina de Correos, el Banco Central Marroquí, el Palacio de Justicia, la Delegación regional del gobierno (Wilaya de Casablanca-Settat) y el Consulado General de Francia, entre otros edificios históricos, también forman parte de la plaza.
La gran fuente circular ubicada frente al Palacio de Justicia, en la cabecera de la plaza, es otro de los elementos distintivos del lugar y ocasionalmente ofrece un bonito espectáculo con chorros de agua y música. Además, tras la amplia reforma de la plaza en 2020, una nueva versión moderna de la misma fuente fue instalada en la parte oeste de la explanada, nada más cruzar el Bulevar Hassan II.
Además, en el extremo oeste de la plaza, el moderno Gran Teatro de Casablanca se ha convertido ya en el nuevo icono del entorno. Diseñado por el arquitecto francés Christian de Portzamparc –premio Pritzker en 1994–, en colaboración con el arquitecto marroquí Rachid Andaloussi, el edificio está compuesto por varios pabellones que recuerdan a una antigua medina. El espectacular teatro se convertirá, tras su próxima apertura, en un punto de referencia para las artes escénicas en la ciudad, y uno de los espacios artísticos y culturales más importantes de todo el continente africano.
Qué puedes ver en las inmediaciones de la plaza
Enclavado en el corazón de la ciudad, este gran espacio urbano también es un excelente punto de partida para explorar la zona, y en sus proximidades se encuentran todo tipo de atractivos.
- Parque de la Liga Árabe.- Un oasis de paz en pleno centro de la bulliciosa Casablanca. Así se podría definir este gran pulmón verde de casi 30 hectáreas (el parque más grande de la ciudad), habitado por distintas especies de árboles y plantas, grandes áreas de césped, zonas deportivas y de juegos, cafés y atravesado por una larga y estrecha fuente, a manera de pequeño canal flanqueado por palmeras, que lo recorre de una extremo a otro. En cualquier caso, se trata de un lugar muy agradable, frecuentado por los propios habitantes de la ciudad, recientemente reformado e ideal para dar un paseo y descansar a la sombra de la vegetación.
- Antigua Catedral del Sagrado Corazón.- Dentro del enorme Parque de la Liga Árabe, muy próximo al flanco sur de la Plaza de Mohammed V, se encuentra también este gran edificio de estilo neogótico y matices Art Déco y andalusíes, construido en la primera mitad del siglo XX. Iglesia católica durante los años del Protectorado francés –en realidad, nunca fue catedral–, fue desconsagrada y convertida en centro cultural tras la independencia de Marruecos, en 1956. Además de su innegable valor arquitectónico, es sede habitual de exposiciones y eventos culturales de distinto tipo.
- Museo de la Fundación Abderrahman Slaoui.- Desde que abrió sus puertas en 2012, este espacio que exhibe la colección privada del empresario y coleccionista marroquí Abderrahman Slaoui (Fez, 1919 – Casablanca, 2001) se ha convertido en una pieza clave de la oferta artística y cultural de la ciudad. Delicados objetos tradicionales, arte moderno y contemporáneo, piezas de maestros joyeros marroquíes, cartelería y artes gráficas, y un extraordinario “gabinete de curiosidades” dan fondo y forma al singular acervo de este interesante museo. Además de la colección permanente, su programa de exposiciones temporales, así como los distintos talleres artísticos que se llevan a cabo habitualmente terminan por hacer del MAS un lugar muy atractivo.
- Plaza de las Naciones Unidas.- Cuatro calle hacia el norte de la plaza, justo antes de atravesar las murallas de la antigua medina, se encuentra esta otra explanada, un espacio emblemático de la historia de la ciudad que ha cambiado su fisionomía en varias ocasiones. Ampliamente renovada hace más o menos una década, hoy en día el lugar es un concurrido punto de reunión en pleno corazón Casablanca, una vía de conexión entre la ciudad antigua y la moderna, y una importante parada de la moderna red local de tranvías. El famoso edificio BMCI, de mediados del siglo XX, y la reproducción de la antigua Torre del Reloj son solo dos de los iconos de la plaza y, por lo tanto, de la ciudad.