Rodeada por cerca de 20 kilómetros de murallas, la antigua Medina de Fez es uno de los lugares más interesantes y pintorescos no solo de Marruecos, sino del norte de África. Un pequeño universo de callejuelas laberínticas en el que igual se encuentra un bullicioso zoco que el mausoleo de una de las figuras históricas más importantes de Marruecos; una curtiduría que sigue trabajando como hace siglos y una de las instituciones educativas más antiguas del mundo. Y Bab Bou Jeloud, la Puerta Azul, es su principal punto de entrada.

  1. El umbral de la medina
  2. Entre el bullicio y la historia: qué ver cerca de la Puerta Azul
  3. Cómo llegar a Bab Bou Jeloud

El umbral de la medina

Desde su fundación en el siglo VIII, el corazón de la antigua Fez ha estado amurallado. Una larga y caprichosa línea de gruesos muros de tierra apisonada –»pisé», en francés, o «tabia»,en árabe– que se fue alargando y modificando a lo largo del tiempo, de acuerdo con la constante expansión de la ciudad y las aportaciones de sus gobernantes (idrisíes, almorávides, almohades, meriníes…). Obviamente,la extensa muralla contaba con distintas puntos de acceso (bab, significa puerta en árabe), de diferentes épocas y unas más monumentales que otras.

En este sentido, las puertas más antiguas aún en pie, e históricamente las más importantes de la zona deFès el-Bali (el núcleo más antiguo de la medina), son las deBabMahrouk (al oeste), BabGuissa (al noreste) y BabFtouh (al sureste). Por su parte, en la zona de Fésel-Jdid(más pequeña y reciente que la anterior) se encuentran algunas tan relevantes comoBabDekkakin, BabSemmarine y Bab al-Amer. Por supuesto, con el paso del tiempo aquellos grandes portalones perdieron su función defensiva, pero no por ello dejaron de mantener cierto valor estético, histórico y simbólico.

Y precisamente como un elemento estético y simbólico es que surgió la puerta de Bab Bou Jeloud, una construcción que muestra al detalle la riqueza de la arquitectura tradicional marroquí aunque fue construida en 1913, por instrucción de la administración colonial francesa.

Si bien es cierto que en esta zona occidental de la muralla se encuentra la antigua puerta de BabMahrouk, e incluso una pequeña puertaya nombrada Bab Bou Jeloud, más antigua y modesta(que aún se mantiene en pie), no fue sino hasta los primeros años del Protectorado francés de Marruecos que se decidió construir una nueva, y espectacular, entrada a la vieja medina. Así, en 1912 se establecieron los planes para demoler un segmento de la muralla, incluyendo las casas y talleres adyacentes, para construir la nueva puerta, cuyas obras se llevaron a cabo al año siguiente.

Diseñada bajo los lineamientos de la arquitectura tradicional marroquí, la nueva puerta ofrece un auténtico despliegue de excelencia artesana: sobre su triple arcada en herradura(un gran arco central y dos más pequeños a cada lado), tanto la fachada interior como la exterior están cubiertas con azulejos o zelliges,arabescos y motivos geométricos típicos marroquíes; predominantemente azul hacia el exterior y en tonalidades verdes por la parte interna. El conjunto está rematado en la parte superior por una crestería almenada que recuerda el carácter defensivo de las puertas. Una joya arquitectónica que aún marca la entrada principal a Fès el-Bali por el oeste.

Entre el bullicio y la historia: qué ver cerca de la Puerta Azul

Como ya se ha mencionado, Bab Bou Jeloud es hoy en díala puerta de entrada más importante a la zona más antigua de la Medina de Fez. En este sentido, el lugar, frecuentado por todo tipo de turistas y locales, es un punto siembre bullicioso y lleno de vida. El ir y venir de personas y mercaderías invita a imaginar otros tiempos, en los que las riquezas de medio mundo entraban y salían de Fès el-Bali.

Así, nada más atravesar los arcos de herradura, una pequeña plaza con tiendas y restaurante marca el inicio de las dos calles principales al interior de la propia medina: Tala’aKebira yTala’aSghira. La primera atraviesa la ciudad hasta la Mezquita de al-Qaraouiyyîn.La segunda, parte de Bab Bou Jeloud y se va adentrando hacia el este, hasta fundirse con incontable callejuelas en pleno corazón de la medina.En ambos casos, estas intrincadas arterias urbanas están flanqueadas por monumentos, bonitos rincones e innumerables cafés, tiendas y talleres. Su estrecho curso se abre al cielo en partes del recorrido, está techado en otras, e inclusoatraviesavariosedificios.

También muy cerca de la Bab Bou Jeloud, la madrasa de Bou Inania, del siglo XIV (¡y aún en funcionamiento!) es un extraordinario ejemplo de arquitectura merínida y una de las antiguas escuelas coránicas mejor conservadas de la ciudad. Los trabajos en estuco y madera, los azulejos y las celosías, son una auténtica maravilla. Y justo frente a la madrasa, en la misma calle de Tala’aKebira, la clepsidra (reloj de agua) de Dar al-Magana, también del siglo XIV, es otra de las joyas históricas próximas a la Puerta Azul.

Hacia el exterior de la Puerta Azul, el Museo Al Bathade Artes y Costumbres Populares Marroquíes se aloja en unfantástico palacio de estilo árabe-andaluz construido a finales del siglo XIX por el sultán Hassan I. Su sucesor, Muley Abd al-Aziz, terminaría por completar y embellecer este magnífico edificio queen 1915 fue transformado en museo y, unos años más tarde, en 1924, catalogado como Monumento del Patrimonio Nacional.Desafortunadamente, el museo se encuentra actualmente en proceso de renovación y, por lo tanto, cerrado al público hasta nuevo aviso.

Y si el Museo Al Batha se encuentra hacia el sureste de la Bab Bou Jeloud, en sentido opuesto, al noroeste, la antigua puerta de BabMahrouk, un gran arco de herradura, almenado, del siglo XIII, mucho más austero,robusto y antiguo que la Puerta Azul, también merece una visita.

Cómo llegar a Bab Bou Jeloud

La Puerta Azul se encuentra en el flanco occidental de la zona conocida como Fès el-Bali, a un costado de la enorme Plaza Bou Jeloud. Por supuesto, se puede llegar andando desde casi cualquier punto dela ciudad (las áreas más o menos turísticas de Fez no están tan lejos una de la otra), aunque según la época del año (por el calor) o el tiempo disponible, esta puede ser una opción poco práctica. En todo caso, el recorrido en taxi es cuestión de minutos desde zonas como la VilleNouvelle, y aún menos desde Fès el-Jdid.

Por supuesto, la mayoría de las visitas guiadas (privadas o en grupo) incluyen una parada en Bab Bou Jeloud dentro de sus itinerarios. En este caso, si es la propia excursión la que se encarga de los traslados, llegar hasta ahí (en microbús, en coche, en furgoneta…) seguramente formará parte del recorrido.