Si sólo disponemos de un sólo día, lo mejor es dedicar toda una mañana a dejarse llevar por el ritmo de Fes el Bali, la zona antigua, para descubrir el pulso de una ciudad que parece no descansar nunca.
No podemos dejar de visitar las puertas y el Palacio Real, pero tampoco dejar de vivir la experiencia de comprar babuchas, cajas de metal o especies en algunos de los zocos que se ordenan según el gremio. Recuerda que la norma es regatear mucho y sonreír más para abaratar el precio y dejar contento al vendedor.