Situada en el golfo del mismo nombre y bañada por el Atlántico, Agadir es una opción ideal para quienes quieran disfrutar de un bello entorno de playa en Marruecos. Protegida por la cadena montañosa del Anti Atlas de los vientos y la aridez del desierto, cuenta con una playa muy céntrica, que lleva su nombre y es uno de sus principales atractivos.
Fundada por portugueses durante el siglo XVI, toda la ciudad fue destruida por un terremoto en 1960. A partir de entonces hubo de rehacerse desde cero y muchas de sus principales construcciones se levantaron cerca del mar. En lo alto de la colina donde se encuentra la Kasbah, aún se pueden ver algunos vestigios de la antigua ciudad amurallada. Hoy, el paisaje urbano resulta moderno y animado, sin perder las características propias de un país musulmán, con sus zocos y sus mezquitas.
- La Playa de Agadir, en el corazón de la ciudad
- Marina de Agadir, glamour y entorno de pescadores
- La Mezquita Mohamed V y la Loubnane
- Malacatín
- La Medina, un enclave de nueva construcción
- La antigua Kasbah, mirada al pasado
- El Zoco de Agadir, ambiente popular
- Crocodile Park y Birds Valley, visitas en familia
- Dónde comer en Agadir, lo mejor de la cocina marroquí
- Consejos para viajar a Agadir
- Dónde Alojarse, el Allegro Agadir, a pie de playa
La Playa de Agadir, en el corazón de la ciudad
La playa de Agadir, inmensa, de dorada arena lisa y mar en calma, cautiva a los visitantes. Tiene nueve kilómetros de extensión y está situada en pleno corazón de la ciudad. Turistas locales y extranjeros se mezclan en este entorno que cuenta con buen tiempo durante casi todo el año. En él disponen de todas las comodidades para disfrutar del baño y el relax: sombrillas, hamacas, y una buena oferta de cafés cercanos y restaurantes en el paseo marítimo.
La playa es conocida por la práctica de deportes náuticos como el esquí, el parascending, la vela, el kitesurf, el windsurf… Como es tan grande, en ciertas áreas de arena –sin molestar en absoluto a quienes toman el sol– se celebran partidos de fútbol y se realizan actividades como quads, buggies de dunas, paseos en caballo y en camello.
Aunque está resguardada de los vientos, Agadir es conocida por su corriente de resaca, por lo que se recomienda precaución al nadar en sus limpias aguas atlánticas. La puesta de sol cada atardecer también atrae a muchos paseantes que se acercan a la playa y recorren el paseo marítimo. Su trayecto abarca desde el puerto deportivo hasta el sur, donde se encuentra la más moderna zona turística. Muy cerca de la playa de Agadir se encuentran las de Tamraght y Taghazout, muy conocidas por los surfistas.
Marina de Agadir, glamour y entorno de pescadores
La Marina de Agadir, en el extremo norte de la bahía, es un destacado punto de encuentro de la ciudad. El glamour caracteriza este rincón destinado a los barcos y yates de lujo. Pero aquí también se ubica un gran número de tiendas, restaurantes y cafeterías. El puerto deportivo, muy transitado durante todo el año por su buen clima y ubicación, ofrece ofrece 300 amarres para embarcaciones de hasta 30 metros de eslora. Pero lo que más atrae a los viajeros es el famoso y tradicional puerto pesquero, que se encuentra muy próximo.
Por las mañanas las subastas de pescado son habituales. Merece la pena acercarse a observar el ambiente, conocer la lonja y disfrutar de las vistas del entorno y de la llegada de las embarcaciones, una vez acabada la faena. En el lugar hay una zona de locales de comida donde se puede disfrutar de pescado fresco y de marisco de calidad.
La Mezquita Mohamed V y la Loubnane
En la fisonomía urbana de Marruecos las mezquitas son un elemento muy importante. Sus siluetas destacan en todas las ciudades y su número es muy elevado. Se calcula que existen más de 50.000 en todo el país y no dejan de añadirse nuevas construcciones.
En Agadir las más significativas son la Mezquita de Mohamed V y la Mezquita Loubnane. La primera, la más grande de la ciudad, se encuentra en el concurrido barrio de Nouveau Talborjt, concretamente en la avenida Kennedy, en el entorno de una gran plaza y al lado de un tranquilo jardín. Su origen está fechado en 1960, ya que la antigua mezquita fue destruida por el terremoto que arrasó la ciudad.
Destaca su exterior, con detalles decorativos de madera en su fachada blanca. Su alto minarete se puede contemplar desde lejos y es un indudable punto de referencia para quienes visitan la ciudad. El interior está lleno de hermosos mosaicos, pero, como sucede en prácticamente todas las mezquitas, sólo pueden ser contemplados por quienes profesan la religión musulmana.
La Mezquita Loubnane se encuentra en el centro de Agadir, muy cerca de la playa, entre la avenida des Fars y la avenida de Príncipe Moulay Abdallah. En medio del ambiente turístico, sorprende la edificación, también de grandes proporciones, que fue inaugurada en septiembre 1969 por el rey Hassan II. Durante el día hay mucha animación en ambos lugares, ya que los hombres más devotos suelen acercarse a rezar hasta cinco veces al día. El viernes al mediodía es cuando más gente acude a las mezquitas.
La Medina, un enclave de nueva construcción
La Nueva Medina de Agadir, en la zona sur de la ciudad, es un indudable punto de atracción. Frente al al sabor a pasado de estos lugares, aquí todo traslada a la modernidad. El barrio antiguo fue arrasado por el terremoto de 1960. A finales del siglo XX se decidió recordar la existencia del desaparecido entorno con la construcción de un novedoso enclave que ocupa 12.000 metros cuadrados.
Obra del arquitecto Coco Polizzi, la Nueva Medina, también conocida como Medina Polizzi, llama la atención de los visitantes por su singularidad, su aspecto monumental y su belleza. Tiene aspecto de ciudad medieval, algo nada corriente en la zona. La construcción respeta los más significativos elementos tradicionales de lo que fue la antigua medina. Aunque hay que pagar para entrar, el lugar es el espacio perfecto para conocer la gastronomía y artesanía de la zona. La visita puede hacerse a lo largo de todo el año desde primera hora de la mañana hasta media tarde, como en casi todos los edificios en Marruecos.
La antigua Kasbah, mirada al pasado
A media hora andando desde la Marina de Agadir se encuentra el viajero con la antigua Kasbah, uno de los pocos lugares que no arrasó completamente el terrible terremoto. Quedaron en pie los paños de la muralla y la puerta de entrada. En ésta se puede leer una inscripción en holandés, fechada en 1746, que dice: “Teme a Dios y respeta al Rey”. Por esa época los holandeses tenían en la ciudad una factoría y su huella se ha convertido en uno de los pocos resquicios del pasado de Agadir antes de ser el núcleo turístico en que se ha convertido.
Situada en la cima de la colina, se trata de uno de los rincones más bellos de la ciudad. Desde una altura de 236 metros, domina el puerto y ofrece una impresionante vista del océano y de todo el entorno. Sin duda es el lugar idóneo para contemplar la puesta de sol sobre la bahía.
La fortificación fue construida en 1540 por Mohamed Ech-Cheikh (fundador de la dinastía Saadi), como base para su ejército sitiador y más tarde sirvió para proteger la ciudad contra el ataque portugués. Dos siglos más tarde, en 1752, el lugar se vio reforzado por Moulay Abdallah.
El Zoco de Agadir, ambiente popular
Si se quiere disfrutar de un ambiente popular de compras y observar el discurrir de la vida diaria en Agadir hay que acudir al Zoco El Had. Es el mejor sitio para captar el ajetreo de la gente del lugar y sus costumbres. Se encuentra a unos 45 minutos dando un paseo desde la playa, junto a una mezquita en la calle 2 Mars.
Consta de 13 puertas de entrada y está compuesto de cientos de pequeñas tiendas, es el mejor rincón de la ciudad para conocer los productos típicos de la zona. Como es habitual en estos espacios, llama mucho la atención la variedad de especias aromáticas, que cautivan con sus llamativos colores. Destacan, asimismo, los artículos de artesanía, la ropa tradicional y las piezas de marroquinería. Y no se puede olvidar el típico té de Marruecos y el aceite de Argán. También hay una zona donde venden productos cárnicos frescos (muchos de los animales aún se encuentran vivos antes de comprarlos), verdura, frutas y encurtidos.
Como en todos los zocos, aquí el regateo es esencial para adquirir los productos y artículos a un mejor precio. La visita se puede realizar de martes a domingo de 9 a 18 horas, aunque el horario puede variar según los puestos.
Crocodile Park y Birds Valley, visitas en familia
El tiempo de la relajación y el entretenimiento en familia está garantizado en Agadir. La ciudad cuenta con dos lugares que conjugan el disfrute de la naturaleza con el ocio y la visita educativa: Crocodile Park y Birds Valley. El primero se encuentra en Drarga, una comunidad rural a 835 kilómetros de la ciudad, zona de los árboles de argán, con los picos del Anti Atlas detrás.
Se trata de un espléndido jardín botánico, donde admirar diferentes especies de plantas y donde las estrellas son los reptiles. Este espectacular entorno, de aproximadamente cuatro hectáreas, está habitado por casi 300 cocodrilos, algunos de ellos, provenientes del Nilo, de entre 80 a 150 kilos de peso.
Recreaciones de paisajes tropicales y acuáticos y pequeñas cascadas, acompañadas de pájaros cantores, hacen las delicias de los visitantes. Y los niños cuentan con una cueva con tesoros, áreas de descanso y actividades que les permiten conocer mejor a los cocodrilos.
Y de los cocodrilos a los pájaros en el Bird Valley o Valle del Pájaro, el enclave favorito de los amantes de las aves y de los animales en general, pues el área es también zoológico. Se encuentra muy cerca del Paseo Marítimo de la ciudad, en el Boulevard du 20 Aout, a cinco minutos del Jardín de Olhao. Aquí agapornis, loros, coloridos guacamayos y flamencos atraen la curiosidad de toda la familia. Y en otra zona se pueden ver ciervos, gacelas, carneros y otras especies de mamíferos.
Dónde comer en Agadir, lo mejor de la cocina marroquí
La cocina marroquí destaca por los sabores sutiles y variados de sus platos. El cuscús es lo más típico, pero también se pueden degustar los tajines de buey, de pollo o de cordero. Como entrante no pueden faltar los brick o la chorba. Y para finalizar, los tradicionales pastelitos, sin olvidar la degustación de un té a la menta.
En Agadir hay tres zonas donde acercarse a disfrutar de la buena mesa. En el concurrido barrio de Nuevo Talborjt se encuentran los restaurantes más baratos de Agadir. En la zona de la playa, la más cara y turística, destacan buenos establecimientos para comer pescado, pero también locales de comida rápida y carta internacional. Y en tercer lugar está el área del Uniprix, de precio medio, donde los restaurantes turísticos se mezclan con los más frecuentados por la gente del lugar.
Si lo que se quiere es conocer la mejor cocina marroquí una buena opción es el Restaurante Bab Agadir, en la avenida Hassan II. Es pequeño, con mucho encanto y frecuentado por los vecinos de la ciudad. Si lo que se busca es una buena comida en un ambiente más sofisticado hay que anotar el Pure Passion Restaurant. Cuenta con terraza con vistas a la Marina y está especializado en platos europeos, elaborados con buenos productos de temporada. Para degustar un buen pescado es recomendable Le Jardin d’Eau, en Boulevard du 20 Aout, cerca de la playa. También dispone de terraza y música en directo.
Consejos para viajar a Agadir
Cuando se viaja a Agadir, y a otras ciudades de Marruecos, hay que tener en cuenta detalles como las fechas de celebración del Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, que en cada ocasión varía según el calendario. Hay que tenerlo en cuenta porque mientras dura numerosas tiendas cierran o acortan sus horarios y en muchos establecimientos no se sirven bebidas alcohólicas.
Otros aspectos a tener en cuenta son los horarios de las tiendas e instituciones, que cierran los sábados y domingos. La práctica del regateo, muy habitual, es casi obligada para obtener precios justos. La ciudad no es peligrosa, pero, como es frecuente en los núcleos turísticos, hay que tener cuidado con los carteristas. Y si se alquila un coche, hay que ser cautelosos a la hora de conducir por lo caótico del tráfico. También conviene saber que la cortesía es importante en Agadir, por lo que si un lugareño invita a un té no debe decirse que no. En los restaurantes locales y cafeterías se debe dar la propina directamente al camarero, no dejarla en la mesa.
Dónde Alojarse, el Allegro Agadir, a pie de playa
El Hotel Allegro Agadir, del grupo Barceló, es una opción ideal para un viaje en pareja o en familia a esta ciudad costera de Marruecos. Su localización es inmejorable. A diez minutos del centro urbano y a treinta del aeropuerto Agadir-Al Massira, está situado junto a la playa de arena de 12 kilómetros, corazón del enclave turístico. Un entorno cercano a todo tipo de restaurantes, beach clubs, cafeterías y tiendas.
Cuenta con zonas ajardinadas y una gran piscina exterior. Entre sus puntos fuertes, destaca su gastronomía internacional, que cobra protagonismo en su restaurante principal tipo buffet y sus dos bares de aperitivos, uno de ellos junto a la piscina. En sus instalaciones se organizan numerosas actividades deportivas y diferentes espectáculos que garantizan la diversión para toda la familia. Los más pequeños se lo pasan en grande en el Mini Club, con piscina y jardín exclusivos.
El Allegro Agadir (cuatro estrellas) también dispone de una amplia sala multifuncional, con capacidad de hasta 200 personas, equipada con las últimas tecnologías, para celebrar todo tipo de eventos sociales y corporativos. Por su cercanía a las playas de Tamraght y Taghazout, es idóneo para los amantes del surf y se encuentra cerca de privilegiados campos de golf.