Las decenas de kasbahs que pueblan el sur de Marruecos tienen una auténtica capital a 30 kilómetros de Ouarzazate. A las puertas del desierto, el impresionante ksar de Ait Ben Haddou eleva sus casas de adobe por las faldas de un risco creando en el visitante una sensación de vivir un viaje en el tiempo.
Un ksar es un pueblo fortificado de origen bereber y compuesto por numerosas kasbahs en su interior, la típica construcción del norte de África hecha con materiales tradicionales como adobe o madera. Ait Ben Haddou es el ksar más conocido de Marruecos y, probablemente, uno de los monumentos más impresionantes y fascinantes del país.
Adentrarse en este fuerte es perder por un instante la orientación. Las callejuelas y los pasadizos de este laberinto urbano se cuelan entre unas casas con varios siglos de historia y que resisten, prácticamente deshabitadas, al paso de los años.
Al igual que en otros casos, Ait Ben Haddou ha sido llevado al cine en numerosas producciones cinematográficas de primer orden. Como veremos, su arquitectura es el plató perfecto para rodar películas y series.
- Historia del Ksar del Ait Ben Haddou
- Qué ver en el Ksar de Ait Ben Haddou
- Apariciones en series y películas
- Dónde se encuentra y cómo llegar
- Actividades en la zona
- Dónde comer
Historia del Ksar de Ait Ben Haddou
El lugar toma el nombre en honor a su fundador, Ben Haddou, que según la leyenda estableció aquí una tribu en 757. Se cree que su tumba está enterrada bajo la ciudad. Las construcciones del ksar actual pertenecen al siglo XVII, cuando la ciudad cobra importancia estratégica en el norte de África.
La clave de Ait Ben Haddou es que se trataba de una parada muy importante en la ruta de los comerciantes entre Marrakech y el Sáhara. Caravanas que transportaban oro, plata y especias en las rutas comerciales transaharianas que desde hace mil años unían los territorios que hoy son Marruecos, Ghana, Malí, Níger o Sudán.
La ciudadela proporcionaba un lugar de acogida para estos comerciantes, con posada, mezquita, granero y otros servicios donde poder hacer una parada en un recorrido de meses de trayecto.
La clave de Ait Ben Haddou es que se trataba de una parada muy importante en la ruta de los comerciantes entre Marrakech y el Sáhara. Caravanas que transportaban oro, plata y especias en las rutas comerciales transaharianas que desde hace mil años unían los territorios que hoy son Marruecos, Ghana, Malí, Níger o Sudán.
La ciudadela proporcionaba un lugar de acogida para estos comerciantes, con posada, mezquita, granero y otros servicios donde poder hacer una parada en un recorrido de meses de trayecto.
Qué ver en el Ksar de Ait Ben Haddou
¿Qué hay dentro del ksar de Ait Ben Haddou? Pese a su popularidad multiplicada por el cine, y su antigüedad, la fortaleza continúa habitada por algunas familias que resisten intramuros.
Esta ciudad amurallada es un verdadero laberinto de calles y casas de adobe que se eleva en torno a un cerro donde se sitúa la ciudadela. Para acceder desde la actual ciudad nueva, hay que cruzar un puente sobre el río Ounila, aunque también hay quien lo atraviesa caminando, gracias a su escaso caudal.
El ksar tiene tres puertas de entrada. Una vez dentro, podremos admirar las diferentes zonas que componían la vida de la ciudad. Una parte, la más cercana al río, estaba vinculada a las clases más pudientes, cerca de la mezquita, donde las casas alcanzaban las cinco plantas de altura. Todavía es posible percibir esos matices pese a encontrarnos en un lugar casi vacío.
Las murallas protegen todavía el conjunto monumental. La torre del homenaje de la kasbah sirve para tomar referencias de la magnitud del lugar. Desde ella se obtiene una visión incomparable de este territorio desértico sobre el que solo las cumbres del Atlas rompen la monotonía del paisaje.
Una de las grandes virtudes del ksar de Ait Ben Haddou, y que valió en buena medida su reconocimiento por la Unesco, es el nivel de conservación y autenticidad con el que ha llegado hasta nuestros días, manteniendo construcciones con los materiales originales, adobe, tierra, paja y madera. Y es que aquí el cemento y el hormigón están prohibidos.
Apariciones en series y películas
¿Quién no ha estado en algún lugar real que ha sido escenario de una película? La lista es interminable y el ksar de Ait Ben Haddou es uno de esos espacios que ya forman parte de la historia del cine, como telón de fondo y protagonista a la vez de muchas películas que se han convertido en grandes éxitos de Hollywood.
En Ait Ben Haddou, Maximus Decimus Meridius (Russell Crowe) se convirtió en esclavo ante un coliseo de romanos (Gladiator). Pero también, Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) llega a las puertas de Yunkai para conquistar la ciudad y liberar a los esclavos (Juego de tronos). O, décadas atrás, cuando T. E. Lawrence (Peter O’Toole) pasan por aquí en Lawrence de Arabia.
Repasemos algunos títulos de la enorme lista de películas y series rodadas en Ait Ben Haddou:
- Lawrence de Arabia (1962)
- Sodoma y Gomorra (1963)
- Jesús de Nazareth (1977)
- La joya del Nilo (1985)
- 007: Alta tensión (1987)
- La última tentación de Cristo (1988)
- La momia (1999)
- Gladiator (2000)
- Alejandro Magno (2004)
- El reino de los cielos (2005)
- Babel (2006)
- Prince of Persia (2010)
- Juego de tronos (2011)
- La reina del desierto (2015)
Dónde se encuentra y cómo llegar
El Ksar de Air Ben Haddou se sitúa al pie de la cordillera del Atlas, en pleno desierto del Sáhara y a unos 30 kilómetros de Ouarzazate. Desde esta localidad se llega en taxi, vehículo propio o de alguno de los receptivos locales a través de las carreteras N9 y P1506 en un trayecto de, aproximadamente, una media hora de duración.
Por su parte, de Marrakech, que se encuentra al otro lado de la citada cordillera, la separan unos 180 kilómetros. Para llegar desde esta vibrante ciudad imperial marroquí, se puede ir en los buses de excursiones organizadas por los touroperadores locales o contratar un vehículo con conductor. En este caso, lo recomendable es pactar previamente el precio para evitar sorpresas.
Para quien decida ir por su propia cuenta, en vehículo propio o de alquiler, conviene saber que la ruta tiene unas tres horas y media de duración total, discurriendo en buena parte por carreteras de montaña bastante estrechas y serpenteantes.
Actividades en la zona
Entre las actividades más demandas en la zona en torno al Ksar de Air Ben Haddou están las rutas en quad y vehículos todo terreno. Gracias a ellas se pueden conocer de una forma relativamente cómoda (y divertida) los paisajes desérticos que rodean a esta localidad histórica y el propio valle donde se sitúa.
Son los mismos paisajes, aunque con sensaciones radicalmente diferentes, que recorren las empresas que organizan rutas en dromedario en torno a esta localidad y los pueblos y aldeas vecinos. Algunas de estas excursiones son de varios días, por ejemplo las que tienen su origen en Ouarzazate e, incluso, ofrecen la posibilidad de dormir en tiendas de campaña, en pleno desierto. Una experiencia tan evocadora como recomendable.
Además, hay varias rutas senderistas con salida y final en Ait Ben Haddou. En este sentido, conviene recordar que las temperaturas alcanzan fácilmente en verano más de 40 grados, por lo que es aconsejable evitar las actividades al aire libre durante la mayor parte del día.
Dónde comer
En el propio Ksar Ait Ben Haddou hay varios negocios en los que comer y disfrutar de lo mejor de la gastronomía local y nacional. Estos son algunos de los más recomendados:
Kasbah Valentine
Quienes visitan Ait Ben Haddou y acaban viniendo a comer en este local coinciden: cocina muy auténtica servida con una gran amabilidad y simpatía. Y los precios, aunque algo más elevados respecto a los de la otros restaurantes de la zona, son realmente buenos, sobre todo en relación con los europeos.
Bagdad Café
Con un nombre tan evocador lo normal es esperar un restaurante estilo “Las mil y una noches”. Pero lo cierto es que la decoración de este negocio resulta bastante funcional. Eso sí, su carta de platos marroquís (si se va en viernes hay que pedir cuscús, sí o sí) es una muy buena opción. También tienen algunos platos (pizzas, pasta…) de cocina internacional, incluso vegetariana.
La Fibule d’Or
Exquisita cocina, una gran amabilidad por parte del personal y, sobre todo, las mejores vistas del ksar, situado al otro lado del río pero fácilmente accesible a pie desde este lugar. En la carta se produce una agradable fusión entre la cocina marroquí y varios platos de la cocina mediterránea europea.