Marruecos, con una cultura árabe que ya nos resulta familiar en arquitectura, cultura y gastronomía, es un país perfecto para visitar en familia. Además de ser seguro, la aventura y la diversión están más que aseguradas. Sus fuertes contrastes entre naturaleza y arquitectura milenaria, dejarán fascinada a toda la familia. La hospitalidad de sus gentes y su simpatía harán que vuestro viaje sea de lo más agradable.

Excursiones por el desierto, bellas playas o ciudades llenas de vida, a lo que sumar una gastronomía rica en verduras y sabores diferentes. Es una ocasión de primera para que los niños se abran a una cultura nueva, donde las costumbres, la religión o la forma de vestir les llamará mucho la atención. Aprenderán a la par que despejarán su mente de prejuicios. Marruecos se convertirá en uno de vuestros destinos favoritos, donde cada día viviréis una excitante experiencia.

Excursiones en Marruecos con niños: playas, paseos en camellos…

Es evidente que para organizar un viaje en familia por Marruecos hay que pensar en planes que se adapten a los niños. Tener en cuenta sus ritmos y pensar en diferentes actividades, en función de su edad, es fundamental para que el viaje funcione.

Los sorprendentes paisajes, la diversidad del país y las peculiaridades de las ciudades, ya resultarán atractivos por sí solos. Sin embargo, no está de más el hecho de planificar algunos itinerarios de manera más específica.

 

 

Ruta de las Kasbahs

Una de las excursiones más recomendables, que se puede hacer en varios días, es la Ruta de las Mil Kasbahs, en la que pasaréis por exuberantes oasis, singulares formaciones rocosas o arquitectura tradicional, hasta acabar en el desierto. Podéis alquilar un 4×4, algo que seguro volverá locos a los críos, o reservar un tour organizado con alguna agencia. Esta última puede ser una estupenda opción, si os juntáis varias familias, para que los niños vayan más acompañados. La ruta se inicia en Marrakech, pasando por la espectacular kasbah de Ait Benhaddou, las curiosas formaciones rocosas llamadas “dedos de mono” en la Garganta del Dadès, el impresionante cañón que se forma en la Garganta del Todra, hasta llegar a la entrada del desierto del Sahara. Un recorrido sin duda estupendo, en el que se mezcla historia y naturaleza, que dejará a los niños sin palabras.

Kasbah en Marruecos
La espectacular kasbah de Ait Benhaddou

Desierto de Merzouga

Continuando con las excursiones más sorprendentes para los pequeños en Marruecos está conocer el desierto. Será el momento más fascinante del viaje. El desierto de Merzouga y sus infinitas dunas de arena roja será todo un sueño hecho realidad. Montarse en camello para desplazarse e ir a ver la puesta de sol, es una de las actividades que más les gustará. Los niños disfrutarán como nunca y aprenderán a respetar a estos nobles animales. Compartir como se pone el sol mientras corréis entre las dunas será un momento mágico. Los campamentos de jaimas están perfectamente acondicionados, con baño, luz y agua caliente. La fiesta tras la cena, alrededor de una hoguera y con los tambores sonando, seguro que terminará de agotar a los peques. También podréis visitar un asentamiento nómada, tomar el té con ellos y conocer sus rituales. Descubrir su manera tradicional de vivir y como afrontan las duras condiciones del desierto resultará muy interesante para todos.

Camellos en el desierto de Merzouga
Camellos en el desierto de Merzouga

Cascadas de Ouzoud

Otra estupenda ruta para hacer en un día, desde Marrakech, es ir hasta las Cascadas de Ouzoud, el mayor salto de agua del norte de África. Esta se ha convertido, con el tiempo, en una de las excursiones más bonitas para hacer en Marruecos. No hay que andar demasiado tiempo para alcanzar las cascadas, por lo que puede ser un camino idóneo para realizar con niños. Una vez que se llega, seguro que todos os quedaréis más que impresionados con las enormes cascadas, de más de 100 metros de altura. Además de formar un paisaje único, los monos suelen reunirse cada día alrededor de esta caída, lo que será un atractivo añadido.

Una vista general de las Cascadas de Ouzoud
Una vista general de las Cascadas de Ouzoud

Agadir

La playa siempre entra en los planes más divertidos para hacer con niños, y en Marruecos la belleza de su costa no tiene comparación. Podéis pasar unos días estupendos en Agadir, que cuenta con algunas de las playas más extensas del país, con kilómetros y kilómetros de arena. Una buena opción es alojarse en el Allegro Agadir Barceló, un complejo ideal para familias. Además de su proximidad a la playa y sus enormes jardines, este hotel cuenta con piscina y club infantil, a lo que se suma un amplio programa de actividades para todas las edades.

Playa en Agadir
Playa en Agadir

Marrakech y otras ciudades

No podemos dejarnos en el tintero las principales urbes de Marruecos, sobre todo las ciudades imperiales de Marrakech o Fez, con sus ajetreados zocos y sus abrumadoras medinas. Es cierto que son lugares donde hay una alta concentración de gente, siendo el ritmo de las calles algo frenético. Pero teniendo a los niños vigilados y bien controlados, no hay ninguna razón por la que no podáis disfrutar en familia de las sensaciones más genuinas de Marruecos. Igualmente, es una ocasión fantástica para que los peques entren en contacto directo con su cultura, conociendo sus productos más típicos y eligiendo sus souvenirs favoritos. Tampoco dejéis de lado el sueño azul que supone Chefchaouen, seguro que los niños creerán que están dentro de un cuento.

Experiencias con niños en Marruecos

Las actividades y experiencias para realizar en Marruecos con los más pequeños son muy amplias y para todos los gustos: conocer una cooperativa de Argán, donde las mujeres fabrican aceites y cremas; organizar un viaje en globo para ver el paisaje desde el cielo; o gozar de la compañía de los monos en el Bosque del Cedro Gouraud. Solo tenéis que adaptar vuestras alternativas, según las edades de los niños y lo que prefiráis hacer. Será una aventura que nunca olvidaréis.

Consejos e información de interés

Marruecos es un país absolutamente seguro para viajar con niños, de eso no cabe ninguna duda. Debido a su cultura, adoran a los críos y probablemente les darán cualquier muestra de cariño. Así, se creará un ambiente que os dejará más tranquilos. Sin embargo, hay algunas medidas que hay que tener en cuenta, como siempre que se viaja con los pequeños de la casa.

El primer consejo es llevar un seguro de viaje. Es posible que cualquiera se pueda poner enfermo, y las tasas médicas fuera de España pueden ser bastante elevadas. Al contratar el seguro, podéis ir completamente relajados, no habrá lugar para los imprevistos.

Algunas precauciones como no beber agua del grifo ni consumir hielo en las bebidas tampoco están de más. Nuestro organismo no está acostumbrado a ese agua y puede sentarnos mal. Habrá que tener especial cuidado con los peques y beberla embotellada.

Con respecto a la comida, la gastronomía de Marruecos es deliciosa. En cualquier sitio, os darán una comida casera de calidad, con cuscús, tajine de pollo o cordero, pastela moruna, verduras y todo con una exquisita combinación de especias. En la costa, el pescado fresco esta a la orden del día. Es una oportunidad muy buena para que los niños prueben nuevos sabores. Sin embargo, si necesitáis comprar cualquier tipo de alimento infantil, como potitos o leche, en los supermercados encontraréis de todo.

Es recomendable, igualmente, llevar un botiquín. A pesar de que hay numerosas farmacias en todas las ciudades, nunca está de más llevar medicamentos de primera necesidad, como paracetamol, antihistamínicos, jabón antibacteriano, repelente de insectos, crema solar o tiritas. Nunca se sabe lo que puede pasar, por lo que es mejor estar preparado. No hace falta ninguna vacuna para visitar Marruecos.

En lo referente a los documentos necesarios para viajar a Marruecos, a los niños se les exige lo mismo que a los mayores de edad. En este caso, los ciudadanos españoles solo necesitan estar en posesión de un pasaporte vigente. ¿Ya lo tenéis todo listo para vuestro próximo viaje?